Paradoja europea: aumenta el voto ultra pero la inmigraci¨®n no es un problema en la UE
La extrema derecha pone el foco en los inmigrantes pero el ¨²ltimo Eurobar¨®metro muestra que a los europeos les preocupa la pobreza y la sanidad
La mejor demostraci¨®n de c¨®mo la extrema derecha consigue distorsionar la realidad e instalar en el debate pol¨ªtico temas que no forman parte de las principales preocupaciones de los ciudadanos, sino de sus propios programas pol¨ªticos, la acaba de dar el Eurobar¨®metro encargado por el Parlamento Europeo, previo a las elecciones del 9 de junio. El resultado muestra que los europeos son cada vez m¨¢s conscientes de que su angustia se debe a la extensi¨®n de la ...
La mejor demostraci¨®n de c¨®mo la extrema derecha consigue distorsionar la realidad e instalar en el debate pol¨ªtico temas que no forman parte de las principales preocupaciones de los ciudadanos, sino de sus propios programas pol¨ªticos, la acaba de dar el Eurobar¨®metro encargado por el Parlamento Europeo, previo a las elecciones del 9 de junio. El resultado muestra que los europeos son cada vez m¨¢s conscientes de que su angustia se debe a la extensi¨®n de la pobreza, al deterioro del sistema p¨²blico de salud y a la posibilidad de una guerra, es decir, la invasi¨®n rusa de Ucrania. Basta ya de tragarnos que es la inmigraci¨®n ¡°desbordada¡± la que saca de quicio a los ciudadanos de los pa¨ªses de la Uni¨®n. Basta de no escuchar lo que dicen esos ciudadanos y de aceptar que sus int¨¦rpretes m¨¢s sinceros son los portavoces de la extrema derecha. Porque esa incapacidad para impedir que el programa ultra ocupe el espacio del debate pol¨ªtico y medi¨¢tico es la ¨²nica explicaci¨®n para la paradoja que se est¨¢ produciendo actualmente en la Uni¨®n: los mismos sondeos que anuncian que la extrema derecha experimentar¨¢ un incremento notable de voto en las elecciones de junio muestran que ese incremento no se compadece con las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos, lejanas de esos programas.
Resulta que si se les pregunta, esos ciudadanos est¨¢n m¨¢s preocupados por el deterioro de los sistemas p¨²blicos de salud (en Espa?a se ha batido el r¨¦cord de 850.00 personas en las listas de espera para someterse a una operaci¨®n quir¨²rgica), por los puestos de trabajo y por su seguridad que por la presencia de inmigrantes. Y si se escucha a los j¨®venes, les sigue inquietando bastante m¨¢s el cambio clim¨¢tico que la presencia en su ciudad de personas de otro color o religi¨®n, por mucho que se intente esconder el tema de la amenaza clim¨¢tica para beneficiar a unos grupos empresariales empe?ados en retrasar unas imprescindibles medidas de adaptaci¨®n que pueden reducir sus m¨¢rgenes de beneficio.
(La posibilidad de que Teresa Ribera, una de las mejores expertas en el cambio clim¨¢tico, encabece la lista europea del PSOE ser¨ªa un movimiento decisivo del presidente S¨¢nchez, para reclamar protagonismo espa?ol en la futura Uni¨®n, pero dejar¨ªa un hueco importante en su propio Gobierno).
En el nuevo Eurobar¨®metro destaca una cosa: el pesimismo de Francia. Es curioso que ese pa¨ªs, que forma parte del n¨²cleo duro de la Uni¨®n, que fue fundamental en la creaci¨®n de la Comunidad Europea del Carb¨®n y del Acero y de donde proced¨ªan dos de sus principales inspiradores, Jean Monnet y Robert Schuman, haya sido tambi¨¦n el responsable de hundir la Europa Com¨²n de Defensa, que tanto echa ahora de menos, y cuya existencia neg¨® en 1954, con un voto negativo en la Asamblea Nacional, y tambi¨¦n el pa¨ªs que impidi¨® la promulgaci¨®n de una Constituci¨®n Europea, rechazada en el refer¨¦ndum de 2005 por el 52% de los ciudadanos franceses. Hoy es igualmente el pa¨ªs que menos confianza tiene en el futuro de la Uni¨®n: un 52% es pesimista, frente al 42% optimista. Una cifra bastante distinta del optimismo espa?ol (63% optimista, frente al 31% pesimista) o el incluso a¨²n mayor de los italianos (66% optimistas y 32% pesimistas, quiz¨¢s porque, como ironizaba un analista de ese pa¨ªs, los italianos no conf¨ªan en las estructuras del Estado propio y esperan que la Uni¨®n les proporcione unas m¨¢s s¨®lidas).
El 70% de los espa?oles encuestados afirman que es ¡°muy probable¡± que vayan a votar el 9 de junio para elegir a los representantes de Espa?a en el Parlamento Europeo, pero es posible que ese porcentaje sufra variaciones dependiendo del resultado de las previas elecciones auton¨®micas, sobre todo las catalanas, que se desarrollar¨¢n poco antes, el 12 de mayo: no se movilizar¨¢n de igual manera los votantes si el resultado favorece un Gobierno catal¨¢n presidido por el socialista Salvador Illa que si pone en pie un Gobierno exclusivamente independentista. En cualquier caso, los espa?oles no se diferencian mucho de la media europea a la hora de enumerar los temas que preferir¨ªan ver tratados durante la campa?a de las elecciones europeas (?y quiz¨¢s tambi¨¦n en las campa?as auton¨®micas o espa?olas?). Una vez m¨¢s, esos temas son la lucha contra la pobreza y la exclusi¨®n social, el apoyo a la salud p¨²blica, la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo y, al mismo nivel, la defensa y seguridad de la Uni¨®n. ?Qu¨¦ ofrece la extrema derecha en estos cap¨ªtulos como para que m¨¢s europeos est¨¦n pensando en darle su voto? Nada, pero ni los pol¨ªticos de otras tendencias ni los medios de comunicaci¨®n son capaces de exponerlo. No encuentran la manera de salir de esa trampa, y se discute su discurso, en lugar de cambiar el debate.
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