La mili regresa a Europa: ?est¨¢n los j¨®venes preparados?
El servicio militar obligatorio gana adeptos en el continente europeo, aunque su popularidad social difiere entre pa¨ªses. Y sobre todo entre generaciones
Hace cinco a?os, cuando a¨²n estaba en cuarto de la ESO, Enrique Ram¨ªrez [nombre ficticio] tom¨® una decisi¨®n que le distinguir¨ªa de sus compa?eros: al cumplir los 18, no ir¨ªa a la universidad, sino al ej¨¦rcito. Recuerda el v¨¦rtigo que sinti¨® antes de su internamiento y c¨®mo las pel¨ªculas le hab¨ªan dado una visi¨®n distorsionada de la realidad militar: ¡°Me sorprendi¨® la cantidad de trabajo administrativo que hay, porque en el cine todo son tiros¡±. Se?ala que adaptarse al estricto r¨¦gimen de una academia militar es algo ¡°fuerte¡± a los 18 y que, aunque el ambiente est¨¢ dise?ado para fomentar la madurez, no sinti¨® una gran diferencia en comparaci¨®n con sus pares fuera del ej¨¦rcito. ¡°A lo mejor se ense?a m¨¢s la disciplina y el obedecer a la autoridad que sea, si un superior te dice cualquier cosa, no es f¨¢cil poner peros¡±. ?Eso es positivo? ¡°Hombre, depende de si las ¨®rdenes son buenas¡±.
Ahora mismo, la ¨²nica forma de entrar al ej¨¦rcito en los grandes pa¨ªses de la Uni¨®n Europea es voluntariamente, aunque es posible que esta situaci¨®n tenga los d¨ªas contados. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha negado que ¡°la mili¡± vaya a volver, pero en el resto de Europa no deja de ganar adeptos. El pasado domingo, el primer ministro brit¨¢nico, Rishi Sunak, anunci¨® que, si gana las elecciones del pr¨®ximo 4 de julio, reintroducir¨¢ el servicio nacional obligatorio. Los j¨®venes de 18 a?os tendr¨¢n la opci¨®n de colaborar como voluntarios para acciones comunitarias un fin de semana al mes o de enrolarse a tiempo completo en las Fuerzas Armadas durante un a?o. En marzo, el Gobierno dan¨¦s anunci¨® que aprobar¨¢ una ley que incluir¨¢ a las mujeres en ¡°la mili¡±, adem¨¢s de extender su duraci¨®n. Hace unas semanas, el ministro de Defensa alem¨¢n, Boris Pistorius, declar¨® que, en su opini¨®n, la suspensi¨®n de la conscripci¨®n en 2011 fue ¡°un error¡±. De hecho, ha iniciado una gira por varios pa¨ªses para explorar modelos de servicio militar, especialmente el sistema sueco instaurado en 2017, que se basa en un proceso selectivo que no convoca autom¨¢ticamente a todos los j¨®venes elegibles por edad, sino que usa criterios para identificar a los m¨¢s aptos.
¡°Europa necesita m¨¢s efectivos para hacer frente a la amenaza rusa¡±, afirma por videollamada Rafael Loss, experto en defensa en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, un think tank. ¡°Hay que hacer un cambio de mentalidad: mantener la libertad, la seguridad y la prosperidad no es gratis¡±. Este experto alem¨¢n se?ala que Europa redujo sus fuerzas en los a?os noventa, al considerar que esa amenaza hab¨ªa desaparecido. ¡°A mediados de los dos mil, las Fuerzas Armadas de Alemania ten¨ªan la mitad del tama?o que durante la Guerra Fr¨ªa, y el ej¨¦rcito brit¨¢nico, que lleva 14 a?os incumpliendo sus objetivos de reclutamiento, es el m¨¢s peque?o desde las guerras napole¨®nicas¡±, asegura. Un informe de RAND Corporation de 2017 concluy¨® que Gran Breta?a, Francia y Alemania tardar¨ªan varias semanas en desplegar una brigada blindada en los pa¨ªses b¨¢lticos.
En Espa?a, la situaci¨®n es similar: las Fuerzas Armadas han perdido el 10% de su personal en poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, seg¨²n datos de la Subsecretar¨ªa del Ministerio de Defensa. F¨¦lix Arteaga, investigador principal del Instituto Elcano en Cuestiones Internacionales y Pol¨ªtica Exterior, sostiene que, al menos de momento, no es necesario reintroducir el reclutamiento forzoso: ¡°En tropa y mariner¨ªa [los rangos m¨¢s bajos del ej¨¦rcito], el Gobierno ha mantenido el l¨ªmite de efectivos en torno a los 79.000 y, hasta ahora, la demanda por cada plaza sigue siendo alta, con una proporci¨®n de cuatro solicitantes por cada puesto disponible¡±. Sin embargo, destaca que el verdadero problema reside en poder cubrir los puestos especializados, ya que estos perfiles son escasos, y es muy dif¨ªcil competir con la oferta del mercado civil.
Una excepci¨®n a esta regla es Alejandro Torres, que, al igual que otros tres militares de este reportaje, ha solicitado ocultar su nombre debido a las normas que regulan las declaraciones del personal del ej¨¦rcito. Tiene 26 a?os, hasta hace poco trabajaba de ingeniero en una empresa, hasta que lo dej¨® para alistarse en la Armada. ¡°Mi trabajo me aburr¨ªa mucho. Me atra¨ªa m¨¢s el tema militar, tomar decisiones bajo presi¨®n¡±, explica. Confiesa que nunca vio el servir al pa¨ªs como una motivaci¨®n personal para unirse al ej¨¦rcito. ¡°Muchos s¨ª lo sienten as¨ª. Hay mandos que se hartan de decir: ¡®?Ves la bandera de Espa?a? La ¨²nica raz¨®n para que est¨¦s aqu¨ª es para defender esta bandera¡±, cuenta. Torres lo ve m¨¢s como trabajar en una empresa donde le gustan ¡°las tareas asignadas y la ley interna¡±. ¡°Quiz¨¢s aqu¨ª se conservan valores que se han perdido en la calle. A menudo, un superior te da una orden, y tienes que cumplirla aunque no est¨¦s de acuerdo. Eso en la calle no se ve, te das cuenta sobre todo cuando est¨¢s dentro¡±.
La popularidad del servicio militar obligatorio var¨ªa entre pa¨ªses. Seg¨²n una encuesta del a?o pasado, solo el 28% de los brit¨¢nicos apoyar¨ªa una conscripci¨®n de un a?o. Un estudio reciente muestra que el 65% de los franceses favorece su reintroducci¨®n. En Alemania, el 61% apoya la idea, seg¨²n otra encuesta. Un estudio de Gallup indica que el 53% de los espa?oles no est¨¢ dispuesto a luchar por su pa¨ªs en una guerra.
En Espa?a, de lo que no hay duda es de que, durante su existencia, el apoyo a la mili fue disminuyendo a lo largo de los a?os: mientras que en 1960 un 74% consideraba que el servicio militar era ¡°¨²til y necesario¡±, para 1986 este porcentaje hab¨ªa ca¨ªdo al 12%. Una encuesta del CIS de ese a?o indic¨® que la mayor¨ªa de los j¨®venes no cre¨ªa que la mili les ayudara a madurar personalmente. ¡°Parece claro¡±, dec¨ªa el estudio, ¡°que si en otros tiempos hubo una conciencia generalizada de la utilidad del servicio militar para los j¨®venes, hoy existe una generalizada opini¨®n de que este no solo es absolutamente in¨²til, sino incluso perjudicial para su formaci¨®n¡±.
Rafael Loss se?ala una creciente desafecci¨®n entre los j¨®venes europeos hacia las instituciones democr¨¢ticas y las pol¨ªticas de generaciones anteriores, que no satisfacen sus necesidades en ¨¢reas clave como pensiones y cambio clim¨¢tico. ¡°Adem¨¢s se sienten desfavorecidos en comparaci¨®n con otros grupos de edad, especialmente tras la pandemia¡±, indica. Jorge Mart¨ªnez, con 17 a?os reci¨¦n cumplidos, se muestra favorable a un hip¨®tetico retorno de la mili, debido a ¡°la tensi¨®n global actual¡±. Sin embargo, ve el tiempo requerido como un gran obst¨¢culo: ¡°Dos a?os me parecen demasiados, porque tambi¨¦n tengo que hacer la carrera. Lo ideal ser¨ªan seis meses, como mucho un a?o¡±.
Adem¨¢s de las necesidades de defensa, los defensores de ¡°la mili¡± destacan beneficios como el desarrollo personal y profesional, la cohesi¨®n social, el fomento del patriotismo o la reducci¨®n del paro juvenil. Alfonso Gallego [nombre ficticio], quien ingres¨® en la Academia Militar de San Javier a los 16 a?os ¡ªahora tiene 92¡ª y alcanz¨® el rango de teniente general del ej¨¦rcito del aire, considera que esta medida ser¨ªa beneficiosa. ¡°Lo valioso del servicio militar es que unifica a j¨®venes de diversas comunidades de Espa?a, y fortalece la unidad del pa¨ªs¡±, dice por tel¨¦fono. Gallego tambi¨¦n recuerda la dureza de su experiencia militar, particularmente durante los conflictos en el S¨¢hara Occidental a finales de los a?os cincuenta, cuando ten¨ªa apenas 26 a?os. ¡°Un d¨ªa, al salir para volar, vi seis cad¨¢veres de soldados espa?oles. Todo lo que t¨² sientas si tienes que matar enemigos, ah¨ª se te quita: me han matado a mis soldados, pues yo tengo que matar tambi¨¦n¡±.
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