Madrid, rompeolas de todos los cruceros
Me voy sintiendo que dejo la ciudad antes de su ca¨ªda definitiva. Supongo que han visto esas extra?as siluetas en el horizonte: las grandes naves de turistas han llegado a Madrid, y esto ser¨¢ la puntilla
Hay una frase que a la presidenta de la Comunidad de Madrid le gusta mucho, la suelta cuando se pone ¨¦pica. ¡°Madrid, rompeolas de todas las Espa?as¡±, dicha como si esto fuera el Berl¨ªn libre, epicentro de la libertad mundial en medio de un p¨¢ramo de dictadura. Adem¨¢s de usarla tan a lo tonto, es que no explica que es de Antonio Machado, escrita en 1936, con Madrid asediado por las tropas franquistas. Esto del mundo al rev¨¦s cada vez es m¨¢s cansado. Pero nos afecta a todos: quienes viv¨ªan compungidos ...
Hay una frase que a la presidenta de la Comunidad de Madrid le gusta mucho, la suelta cuando se pone ¨¦pica. ¡°Madrid, rompeolas de todas las Espa?as¡±, dicha como si esto fuera el Berl¨ªn libre, epicentro de la libertad mundial en medio de un p¨¢ramo de dictadura. Adem¨¢s de usarla tan a lo tonto, es que no explica que es de Antonio Machado, escrita en 1936, con Madrid asediado por las tropas franquistas. Esto del mundo al rev¨¦s cada vez es m¨¢s cansado. Pero nos afecta a todos: quienes viv¨ªan compungidos y arrastrando su fatalidad, subsistiendo no se sabe con qu¨¦ fuerzas en medio de un atroz golpe de Estado, ahora ven c¨®mo se resuelve en un pisp¨¢s lo del Consejo General del Poder Judicial ?pactando con el pu?etero tirano! Pasar de repente a ser t¨² tambi¨¦n un golpista debe de ser terrible. Las conspiraciones te las crees o no te las crees, no se puede jugar as¨ª con los sentimientos de los dem¨¢s.
Pero ha sido para bien. Piensen que en el multiverso hay un mundo paralelo donde siguen otros ocho a?os as¨ª, yendo a pedirle al Papa en 2032 que intervenga el Esp¨ªritu Santo. Al igual que habr¨¢ otro mundo paralelo, pero mejor no pensar en ello, en que el CGPJ se renov¨® hace cinco a?os sin m¨¢s historias y uno se pregunta por qu¨¦ no fue posible en la vida real. Ya, por qu¨¦, pero por favor que nadie intente explic¨¢rmelo, que es peor. Personalmente me alegro, porque me estoy yendo de Madrid, donde llegu¨¦ hace ocho a?os (con este CGPJ), y ya ve¨ªa que me iba y ah¨ª segu¨ªan los mismos. Lo interpreto como una de esas se?ales que te confirman que acaba una etapa y es hora de irse de los sitios. Tambi¨¦n cierra hoy el bar de cabecera de los pocos que resistimos en el barrio y se me ha roto la tarjeta del metro, gui?os del azar. La resoluci¨®n de este desaf¨ªo institucional tambi¨¦n ha coincidido con el desenlace de otros retos no menores: he conseguido dar de baja internet, y aunque al devolver los aparatos hice algo mal me lo perdonaron a cambio de hacer 10 flexiones, que hice all¨ª mismo en la tienda animado por otros clientes. Lo peor de tantas gestiones es que tienes que aguantar esa man¨ªa de que todo el mundo quiere que luego los valores, y ya les digo que yo no valoro a nadie, me falta valor.
Me da pena irme de Madrid por los amigos, por no habernos visto m¨¢s, por culpa m¨ªa pero tambi¨¦n por ese efecto de la ciudad de liar a todo el mundo, como si quedar fuera tan complicado como el propio poder judicial. Tambi¨¦n me voy sintiendo que dejo la ciudad antes de su ca¨ªda definitiva. Supongo que han visto esas extra?as siluetas en el horizonte: los cruceros han llegado a Madrid, y esto ser¨¢ la puntilla. Parec¨ªa imposible, porque en Madrid no hay mar, pero todos lo sospech¨¢bamos. Primero, porque todo es posible en la tierra de la libertad. Yo estaba seguro de que llegar¨ªan antes los cruceros que los carriles bici. Segundo, porque era la ¨²nica explicaci¨®n a esas riadas de turistas que se mueven en grupos formidables. Siempre pienso en parar a uno: ?por qu¨¦ van ustedes todos juntos, adem¨¢s sin conocerse?, ?no podr¨ªan ir por separado, para asustarnos menos? Madrid ya es el rompeolas de todos los cruceros. No les niego que no me disgusta largarme de este circo y, en general, seguir de lejos nuestras tremebundas vicisitudes. A partir de ahora seguir¨¦ escribiendo esta columna desde Roma, donde supongo que estar¨¦ bastante entretenido, y espero entretenerles tambi¨¦n, que al final es de lo que se trata.
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