El Ej¨¦rcito australiano aborda el barco con 434 inmigrantes en su aguas territoriales
369 de los inmigrantes, la mayor¨ªa afganos, se encuentran en huelga de hambre
El capit¨¢n del barco, Arne Rinnan, ha afirmado que las condiciones a bordo eran tan dif¨ªciles que no ten¨ªa otra opci¨®n que acercarse a la isla australiana de Navidad a pesar de que eso supon¨ªa ignorar las instrucciones de las autoridades australianas.
El Tampa, con soldados a bordo, se encuentra a cuatro millas marinas de la isla, a la cual se encamina, pero no podr¨¢ amarrar en su puerto por ser demasiado peque?o para la entrada de un buque de sus dimensiones, seg¨²n han se?alado fuentes portuarias. La isla est¨¢ situada a unos 1.500 kil¨®metros al noroeste de las costas australianas.
"El nav¨ªo est¨¢ bajo control de los grupos especiales", ha declarado al Parlamento australiano el primer ministro John Howard. La acci¨®n deja patente la "fuerte determinaci¨®n (del Gobierno) a no permitir a este nav¨ªO atracar en Australia", seg¨²n el primer ministro.
"Los pasajeros est¨¢n en huelga de hambre y 15 han perdido el conocimiento",
El carguero perteneciente a una compa?¨ªa noruega se encontraba anclado en aguas internacionales desde que el domingo pasado recogiera a los inmigrantes que viajaban en una embarcaci¨®n a punto de naufragar. Las autoridades australianas prohibieron al d¨ªa siguiente a la nave entrar en sus aguas nacionales y el martes lo hizo Indonesia.
La situaci¨®n en la nave de carga, con ocho tripulantes ¨²nicamente, se ha agravado paulatinamente. 369 del total de inmigrantes decidieron ponerse en huelga de hambre ayer y el capit¨¢n del barco hab¨ªa advertido de lo extremo de la situaci¨®n. "Los pasajeros est¨¢n en huelga de hambre y 15 han perdido el conocimiento", confesaba ayer un portavoz de la compa?¨ªa naviera a la que pertenece el Tampa.
De hecho, el capit¨¢n del buque, Arne Rinnan, hab¨ªa enviado ayer una petici¨®n de ayuda m¨¦dica urgente. "No creo que podamos resistir esto por m¨¢s tiempo", confes¨® el radiooperador del barco a un diario noruego. El buque carguero tiene s¨®lo capacidad para 20 personas, as¨ª que los inmigrantes han sido alojados en los contenedores de carga que hay en la cubierta.
Los gobiernos se desentienden
El Gobierno indonesio, que el lunes no hab¨ªa descartado recibirles, cambi¨® de opini¨®n y ayer rechaz¨® darles asilo. "Ya tenemos suficientes problemas con los inmigrantes ilegales que se encuentran aqu¨ª. Si Australia les deniega la entrada porque no tiene papeles, no veo por qu¨¦ nosotros deber¨ªamos dejarles entrar", dijo el ministro de Exteriores, Hasan Wirayuda.
Las autoridades noruegas tambi¨¦n se han desentendido de la suerte de los inmigrantes y animan al Gobierno australiano a hacerse cargo de ellos por ser los guardacostas australianos los que avisaron al Tampa de que hab¨ªa un barco a la deriva y de que deb¨ªan acudir a su auxilio.
Proyecto de expulsi¨®n
El primer ministro australiano, John Howard, ha presentado hoy un proyecto de Ley al Parlamento que permitir¨ªa expulsar por la fuerza al buque noruego Tampa
El Parlamento discutir¨¢ el proyecto de Ley propuesta por el primer ministro durante la noche, seg¨²n la emisora de radio australiana ABC, aunque el opositor Partido Laborista ya ha rechazado de plano su aprobaci¨®n.
Howard quiere que tanto el Parlamento como el Senado aprueben la legislaci¨®n durante la noche, y adem¨¢s pretende que tenga car¨¢cter retroactivo, con lo que entrar¨ªa en vigor a las nueve de la ma?ana de hoy, mi¨¦rcoles.
De lograr su objetivo, la nueva ley permitir¨¢ al Gobierno de Camberra ordenar a todo pasajero que se encuentre a bordo del buque noruego abandonar las aguas territoriales de Australia, incluso en el caso de que el capit¨¢n se oponga a ello.
Por esta ley, los pasajeros que saltaran al agua desde el barco o tuvieran que ser trasladados hasta suelo australiano para recibir asistencia m¨¦dica tambi¨¦n ser¨ªan devueltos al buque y expulsados, sin derecho a llevar el caso ante los tribunales.
Sin embargo, la oposici¨®n laborista y las pocas posibilidades de que los dem¨®cratas apoyen esta legislaci¨®n probablemente forzar¨¢ al Gobierno a buscar otra estrategia.
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