El viento complica la extinci¨®n del incendio de Nueva Gales del Sur

Los miles de bomberos y voluntarios que trabajan en apagar los m¨¢s de medio centenar de incendios en el estado australiano de Nueva Gales del Sur podr¨ªan perder irremediablemente la batalla contra el fuego con un cambio de direcci¨®n del viento.

Unas 15.000 personas combaten las llamas en todos los frentes que rodean la ciudad de Sydney por el norte, el sur y el oeste. Al este se encuentra el mar.

Mientras tanto, la evacuaci¨®n de la poblaci¨®n continu¨® hoy en varias localidades al sur de Sydney, aunque algunos lugare?os optaron por quedarse en sus casas hasta el ¨²ltimo momento, pero siguiendo las recomendaciones de los bomberos, como recoger hojas secas de sus jardines y humedecer las paredes de las casas.

Las previsiones meteorol¨®gicas hab¨ªan indicado que a partir de hoy el viento empezar¨ªa a soplar en direcci¨®n noroeste y que ma?ana renovar¨ªa su fuerza en la misma trayectoria.

Si se intensifica el viento que sopla de norte a oeste, las llamas superar¨¢n el cortafuegos de las Monta?as Azules, a unos 80 kil¨®metros al oeste de la ciudad, y saltar¨¢n tambi¨¦n la l¨ªnea de contenci¨®n que protege el lado sur.

Sin embargo, un inesperado cambio en la direcci¨®n del viento ha aportado hoy cierta tranquilidad en la lucha contra los incendios incontrolados, al empezar a soplar durante la tarde local una brisa con direcci¨®n nordeste.

El cambio empez¨® a dirigir las llamas hacia el lugar del que proced¨ªan, ayudando a apagar el fuego al oeste y al sur.

El peligro disminuy¨® de forma importante en las Monta?as Azules y en las localidades situadas al sur, donde se encuentra el Royal National Park, la reserva natural m¨¢s antigua de Australia, establecida en el siglo XIX, y de la que hasta el momento solo se ha salvado de las llamas un 20 por ciento de la foresta.

El cambio del viento consigui¨® corregir la situaci¨®n en la mayor¨ªa de los frentes, aunque tambi¨¦n increment¨® el peligro en las zonas que se encuentran al norte, explic¨® el comisario del Servicio Rural de Bomberos, Phil Koperberg.

Cerca de las zonas urbanas

En la localidad de Spencer, al norte de Sydney, las llamas podr¨ªan cruzar el r¨ªo Hawkesbury y avanzar hasta zonas urbanas, repitiendo la tragedia que causaron los incendios de 1994, cuando murieron cuatro personas y se quemaron m¨¢s de 250 casas.

Sydney est¨¢ rodeada por m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas de bosque y varios miles han quedado destruidas por los incendios que comenzaron la tarde del pasado d¨ªa de Navidad con una tormenta el¨¦ctrica y, seg¨²n parece, la acci¨®n de pir¨®manos.

En cuesti¨®n de poco tiempo las llamas, de hasta 60 metros de altura, avanzaron a 50 kil¨®metros por hora y se llevaron por delante al menos 150 viviendas, dejando otras 11.000 en peligro.

Miles de personas se han visto obligadas a dejar sus hogares y buscar refugio en centros seguros.

Mientras tanto, Sydney sus alrededores contin¨²an cubiertos por un espeso humo y una lluvia de cenizas que hacen irrespirable el aire.

La polic¨ªa ha detenido a varias personas y ha acusado formalmente al menos a dos de ellas de acciones irresponsables que pueden haber causado algunos de los fuegos.

El l¨ªder del gobierno del estado afectado, Bob Carr, quien cancel¨® sus vacaciones de verano y lleg¨® hoy a Sydney procedente de China, indic¨® que se estudia aumentar la pena de 14 a?os de c¨¢rcel con la que se castiga este delito.