EE UU aboga por el fin de las sanciones a Irak mientras Francia propone suspenderlas
El jefe de los inspectores de desarme de la ONU comparece ante el Consejo de Seguridad por vez primera desde el inicio de la guerra
Despu¨¦s de escuchar el primer informe del jefe de los inspectores, Hans Blix, desde el comienzo de la guerra, EE UU apuesta por levantar "cuanto antes" las sanciones econ¨®micas que pesan sobre Irak. As¨ª lo ha afirmado el embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte. Mientras, Francia aboga por una "suspensi¨®n inmediata" mientras se discute el levantamiento definitivo, posibilidad descartada por Washington.
"Las sanciones deber ser levantadas cuanto antes", ha dicho Negroponte al t¨¦rmino de la comparecencia de Blix. "Debemos trabajar con Francia y otros pa¨ªses para ver cu¨¢l es la mejor manera de llegar a un acuerdo lo m¨¢s r¨¢pido posible". Negroponte se refer¨ªa as¨ª a la propuesta francesa, que pasa por una "suspensi¨®n inmediata" de las sanciones mientras se decide en la ONU su eliminaci¨®n definitiva, seg¨²n ha declarado el embajador franc¨¦s, Jean de la Sabliere.
Las palabras de Negroponte han sido confirmadas por el Gobierno de George W. Bush, que pretende una eliminaci¨®n casi autom¨¢tica de los embargos sobre las exportaciones iraqu¨ªes, ahora que ha desaparecido el r¨¦gimen que las provoc¨®. El portavoz del departamento de Estado, Richard Boucher, lo ha expresado claramente: "No existe ya la necesidad de sanciones". Washington es tajante sobre la propuesta francesa, sobre la cual opina que "no responde a la situaci¨®n en la que nos encontramos". Sabliere ha declarado que "el levantamiento de las sanciones, que es nuestro objetivo, est¨¢ ligado a la certificaci¨®n del desarme de Irak, pero, mientras tanto, podemos suspenderlas".
Irak est¨¢ sometido a un embargo comercial y de armamento desde que en el verano de 1990 invadi¨® Kuwait, lo que llev¨® a la posterior Guerra del Golfo. El tema central de la comparecencia de Blix en el Consejo ha sido precisamente levantamiento de estas sanciones, una vez que el r¨¦gimen al que fueron impuestas ha sido derribado.
Nuevas inspecciones
Otro de los puntos tratados ha sido el regreso o no de los inspectores de desarme de la ONU, capitaneados por Blix. Negroponte ha eludido abordar la cuesti¨®n, que tambi¨¦n enfrenta a Washington con el resto de miembros del Consejo. Mientras EE UU pretende enviar a un equipo propio, los dem¨¢s siguen confiando en la misi¨®n de la ONU y del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), liderados por Blix y Mohamed El Baradei, respectivamente.
Negroponte entiende que la "coalici¨®n [formada por EE UU y Reino Unido] ha asumido la responsabilidad de despojar a Irak de sus armas de destrucci¨®n masiva y por el momento creemos que es una actividad para la coalici¨®n, que ser¨¢ la que se encargue de entrevistarse con cient¨ªficos, ahora que est¨¢n m¨¢s libres para hablar, y de buscar las armas prohibidas". No comparte su postura el resto de los miembros del Consejo de Seguridad, que abogan por que una nueva ronda de inspecciones de la ONU. Sobre este particular, el embajador franc¨¦s se ha mostrado conciliador, abogando por la coordinaci¨®n entre los equipos estadounidense y de Naciones Unidas.
Por su parte, el jefe de los inspectores, Hans Blix, ha apuntado la necesidad de que las inspecciones sean independientes, aunque no descart¨® la cooperaci¨®n con EEUU cuando la situaci¨®n de seguridad permita la vuelta de los inspectores.
Pruebas falsas
Poco antes de rendir su primer informe ante el Consejo de Seguridad, Blix ha cargado contra EE UU y Reino Unido, a los que ha acusado de utilizar informaci¨®n dudosa, incluyendo documentos "falsificados", para demostrar que Irak ten¨ªa armas de destrucci¨®n masiva y justificar as¨ª la invasi¨®n del pa¨ªs. "Era inquietante ver c¨®mo una parte tan importante de los documentos sobre los que se basaron las capitales (Washington y Londres) para elaborar su dossier era tan poco s¨®lida", declara Blix en una entrevista para la BBC.
Blix se cuida mucho de no acusar directamente a EE UU y Reino Unido de elaborar ellos mismos dichas pruebas. En cambio, se refiere a los servicios de informaci¨®n de ambos pa¨ªses, que deber¨ªan haber verificado los documentos. "?Qui¨¦n lo ha falsificado? ?No es asombroso que los servicios secretos que deb¨ªan tener todos los medios t¨¦cnicos a su disposici¨®n, no descubrieran que era falso?", se pregunta.
Blix asegura tambi¨¦n en la entrevista que responsables de la administraci¨®n estadounidense trataron de desacreditar su labor diciendo que ¨¦l mismo ocult¨® informaci¨®n al Consejo de Seguridad sobre armas iraqu¨ªes.
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