50 diputados laboristas exigen a Blair pruebas de que Irak pose¨ªa armas prohibidas

Esta petici¨®n se produce despu¨¦s de que la ex ministra de Desarrollo Internacional, Clare Short, se?alara que el primer ministro "embauc¨®" al pa¨ªs para ir a la guerra. Adem¨¢s, el ex ministro de Relaciones con el Parlamento, Robin Cook, que tambi¨¦n dimiti¨® por sus discrepancias sobre las pol¨ªticas en Irak, ha explicado que est¨¢ claro que el Gobierno mand¨® las tropas a la guerra "basado en un error" y ha pedido asimismo que se abra una investigaci¨®n.

El malestar no llega s¨®lo del propio partido laborista. Los conservadores, aunque en todo momento apoyaron la intervenci¨®n militar, se?alan ahora que se encuentran "considerando seriamente" pedir una investigaci¨®n independiente sobre este asunto.

El l¨ªder del partido liberaldem¨®crata, Charles Kennedy, ha pedido tambi¨¦n explicaciones al Gobierno y ha demandado que se muestren las pruebas que el Ejecutivo dice poseer sobre el armamento qu¨ªmico, biol¨®gico y potencialmente nuclear que almacenaba el r¨¦gimen del ex dictador iraqu¨ª.

Por su parte, el presidente del Comit¨¦ de Administraci¨®n P¨²blica en la C¨¢mara de los Comunes, Tony Wright, ha indicado que la apertura de esta investigaci¨®n es "casi inevitable". Adem¨¢s, ha se?alado que "todo este giro que asegura que alguien en alg¨²n momento no actu¨® de forma honesta informando de forma correcta al p¨²blico, es algo preocupante".

Blair rechaza las acusaciones

Por su parte, el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, ha negado que estas informaciones fueran ciertas y ha indicado que es "totalmente falso" que se exagerara la informaci¨®n de los servicios de inteligencia para justificar la guerra. Asimismo, se ha referido a estas cr¨ªticas asegurando que "francamente es incorrecto que la gente haga estas acusaciones bas¨¢ndose en fuentes que se llaman an¨®nimas, cuando la realidad la muestran los hechos que conocemos". La pol¨¦mica la provoc¨® una informaci¨®n de la BBC que afirmaba que Downing Street hab¨ªa ordenado una "reescritura" m¨¢s exagerada de un informe sobre las eventuales armas de destrucci¨®n masiva iraqu¨ªes.

Blair insiste en que aunque todav¨ªa no se han encontrado las armas de destrucci¨®n masiva en Irak, contin¨²a convencido de que existen y niega que las acusaciones de Clare Short, que aseguran que ¨¦l y el presidente estadounidense, George W. Bush, acordaron el pasado mes de septiembre de forma secreta la fecha para invadir Irak, fueran ciertas.

Ante la ley internacional, la justificaci¨®n para la guerra no era el cambio de r¨¦gimen de Sadam Husein por su brutalidad con su pueblo, sino que fue desarmar al dictador de unas armas de destrucci¨®n masiva que presuntamente pose¨ªa, pero que todav¨ªa no han sido encontradas.

Esta no es la primera vez que Tony Blair se enfrenta a una revuelta en el seno de su propio partido. Antes de que Blair autorizara la intervenci¨®n militar en Irak, present¨® esta opci¨®n al Parlamento. La C¨¢mara de los Comunes apoy¨® a Blair, pero fueron los votos de los conservadores los que le hicieron aprobar la medida, ya que una amplia parte de su propio partido vot¨® en su contra, lo que supuso uno de los mayores desaf¨ªos a su Gobierno.