Chile, 30 a?os despu¨¦s del golpe

Isabel Allende, presidenta de la C¨¢mara de Diputados de Chile, viaj¨® el pasado mes de mayo a tres pa¨ªses europeos junto a una delegaci¨®n chilena y volvi¨® sorprendida del reconocimiento de la figura de su padre en Europa. Sentada en el sal¨®n de su casa de la calle Guardia Vieja 392, que est¨¢ casi como la dej¨® su progenitor, la presidenta del Congreso est¨¢ convencida de que este 'destape' se debe a muy diversas causas. Entre ellas, el gran avance de las investigaciones sobre los cr¨ªmenes cometidos durante la dictadura de Pinochet.

La liberaci¨®n de Augusto Pinochet en Londres permiti¨® ampliar la investigaci¨®n de sus cr¨ªmenes a niveles desconocidos. La desaparici¨®n de personas en masa durante la dictadura result¨® una de las principales aportaciones del r¨¦gimen del general Pinochet a la historia reciente de los llamados cr¨ªmenes contra la humanidad en Am¨¦rica Latina. El decreto-ley de Amnist¨ªa 2.191, aprobado por la Junta Militar en 1978 ¡ªes decir, la autoamnist¨ªa¡ª sigue vigente. El intento de derogarlo por parte del Parlamento chileno sufre desde 1992 el sue?o de los justos. Por el momento, los jueces han dictado en todo este marem¨¢gnum s¨®lo dos sentencias condenatorias.

Hortensia Bussi, la viuda de Salvador Allende, ha hecho ya 89 a?os. Esta mujer, a la que todos siguen llamando Tencha, por la cual, seg¨²n se cuenta, suspiraban los intelectuales a finales de los a?os treinta, conserva una enorme cabeza cuyo tama?o el pelo blanco te?ido incrementa todav¨ªa m¨¢s. En otra parte de Santiago, Isabel Allende, presidenta de la C¨¢mara de Diputados de Chile, acaba de regresar de la sede de Valpara¨ªso y accede a hablar con EL PA?S. He aqu¨ª los tramos esenciales de ambas conversaciones, mantenidas con madre e hija, en v¨ªsperas de los actos del 30? aniversario del 11 de septiembre de 1973.

La Constituci¨®n Pol¨ªtica del Estado que Pinochet hizo aprobar en 1980 fue concebida como una carta especial a su medida y aprobada en un plebiscito sin garant¨ªas. El sistema electoral chileno, herencia de la Constituci¨®n aprobada entonces por el dictador, dificulta ahora las reformas constitucionales. Los tres sucesivos gobiernos de la Concertaci¨®n (Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos) no han podido derogarla. Aunque la Constituci¨®n ha sufrido numerosos cambios, sus disposiciones fundamentales siguen en pie. Ni la oposici¨®n ni el Gobierno desean una ruptura institucional o poner en peligro la estabilidad que permite a Chile tener bajo riesgo al pa¨ªs y ser apreciado por los inversores extranjeros.

En v¨ªsperas del 30? aniversario de la insurrecci¨®n militar contra Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, el presidente de Chile, Ricardo Lagos, no duda en identificarse m¨¢s con el 5 de octubre de 1988, "su fecha", el d¨ªa en que el dictador Augusto Pinochet fue derrotado en el plebiscito que pretend¨ªa perpetuarle en el poder. Lagos sostiene que la "subordinaci¨®n del poder militar al poder civil" es uno de los logros m¨¢s importantes en sus tres a?os de Gobierno.

Los supervivientes de La Moneda relatan la defensa del palacio, s¨ªmbolo de la democracia, que encabez¨® Salvador Allende. Hace exactamente 30 a?os, algunos como el m¨¦dico cirujano Patricio Guij¨®n estaba en el segundo piso, en la fila de las 50 personas que quedaban en la residencia presidencial y que, por instrucciones del presidente, se iban a rendir para evitar una masacre. Allende estaba sereno, serio y decidido. Se hab¨ªa despedido de cada uno con apretones de mano y hab¨ªa partido a ponerse ¨²ltimo en la fila.