El nuevo presidente de Bolivia anuncia un refer¨¦ndum sobre la venta del gas
Carlos Mesa considera que la venta de gas a EE UU y M¨¦xico es "indispensable" para el pa¨ªs
El Congreso boliviano ha aceptado esta madrugada la renuncia del ya ex presidente del pa¨ªs, Gonzalo S¨¢nchez de Lozada, que renunci¨® anoche al poder y huy¨® de La Paz. Tal como dispone la Constituci¨®n del pa¨ªs el legislativo ha designado en su lugar a su vicepresidente, Carlos Mesa Gisbert. En su discurso de toma de posesi¨®n Mesa ha prometido un refer¨¦ndum vinculante sobre la exportaci¨®n de gas, la cuesti¨®n que provoc¨® las revueltas sociales que acabaron tumbando a su predecesor.
Pese a que el suyo, como ha anunciado, ser¨¢ un Gobierno de transici¨®n, durar¨¢ lo necesario para llevar a cabo esa consulta popular, aunque constitucionalmente deber¨ªa agotar el mandato de Lozada, que expira en 2007. No obstante, el nuevo presidente ya ha adelantado su postura en relaci¨®n con el espinoso asunto del gas. Lejos de desmarcarse de la de su predecesor, Mesa considera que la venta de gas es "indispensable" para el pa¨ªs, sumido en una grave crisis econ¨®mica desde 1999. "Bolivia no puede darse el lujo de no vender su gas", ha dicho. En este sentido, ha anunciado que trabajar¨¢ "para convencer a Bolivia de que tenemos el gas suficiente para hacer la venta". Tambi¨¦n ha anunciado que plantear¨¢ dos cuestiones en el refer¨¦ndum: "El tema fundamental es si Bolivia quiere o no vender su gas, primero, y una segunda pregunta es por d¨®nde debe salir ese gas".
Un respiro en las protestas
El nuevo presidente, en todo caso, deber¨¢ atajar la revuelta social que ha tumbado a Lozada con la excusa del gas pero con el fondo de una enorme crisis econ¨®mica. Por lo pronto, hoy nombrar¨¢ a su gabinete, que integrar¨¢ a representantes ind¨ªgenas. Igualmente, ha ordenado el repliegue de los efectivos militares que custodiaban la sede del Gobierno y se ha reunido con los alcaldes de El Alto y La Paz, centro de las protestas del ¨²ltimo mes, para organizar la reconstrucci¨®n de los destrozos. Adem¨¢s, se ha puesto en marcha para desmovilizar a la poblaci¨®n a trav¨¦s de conversaciones con los sindicatos convocantes de las marchas y la huelga general.
En las calles de las principales ciudades del pa¨ªs miles de bolivianos celebraban la ca¨ªda de S¨¢nchez de Lozada. La revuelta, de momento se ha detenido y el l¨ªder de la oposici¨®n Evo Morales ha afirmado que dar¨¢ "un respiro, un tiempo" para que el nuevo presidente "se organice para atender la demanda de las organizaciones sociales". "Es importante un cuarto intermedio para que Carlos Mesa se organice, para recoger de las bases planteamientos para despu¨¦s plante¨¢rselos al Presidente", ha afirmado.
Morales ha celebrado el compromiso formulado por Mesa en su discurso de investidura "de llevar adelante un referendo vinculante" para decidir sobre la explotaci¨®n de los yacimientos de gas, tema que origin¨® las protestas que llevaron a la renuncia a su antecesor. "Es importante el referendo vinculante, la recuperaci¨®n de los hidrocarburos [en manos de petroleras extranjeras] si [el presidente Mesa] quiere servir al pueblo y transformar de manera pac¨ªfica al pa¨ªs", ha asegurado.
El gas natural como origen del conflicto
El origen de la protesta es el plan del Gobierno de consolidar la exportaci¨®n de gas natural a Estados Unidos y M¨¦xico a trav¨¦s de un puerto chileno, una estrategia a la que se oponen frontalmente sindicatos y campesinos.
Bolivia, encerrada entre la cordillera andina y la selva amaz¨®nica, no tiene mar, y encontrar un puerto para llevar a cabo el plan es uno de los principales problemas. La elecci¨®n de Chile ha despertado un gran rechazo popular, puesto que este pa¨ªs mantiene la soberan¨ªa sobre los 120.000 kil¨®metros de litoral que fueron bolivianos hasta la Guerra del Pac¨ªfico (1879), y el frente opositor no desea favorecer en manera alguna a sus vecinos.
El Gobierno insiste en la necesidad de cerrar el contrato de exportaci¨®n de gas, una inversi¨®n que alcanzar¨ªa el 65% del Producto Interior Bruto en 2008, fecha en la que entrar¨ªa previsiblemente en funcionamiento. Pero la ciudadan¨ªa tiene otra queja: rechaza la exportaci¨®n hasta que se extienda el uso dom¨¦stico e industrial del gas.
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