Benedicto XVI: "Mi programa de Gobierno no es seguir mis propias ideas"

Miles de peregrinos y l¨ªderes pol¨ªticos y religiosos han asistido hoy en la plaza de San Pedro del Vaticano a la misa de entronizaci¨®n de Benedicto XVI, que ha recibido el anillo del Pescador y el palio, s¨ªmbolos del poder papal. Durante la ceremonia, Benedicto XVI ha dicho que su programa de Gobierno no es hacer su voluntad sino "servir a Dios". Tras la misa, se ha dado un ba?o de multitudes al recorrer en un veh¨ªculo descubierto la plaza de San Pedro.

La solemne misa ha comenzado en el interior de la bas¨ªlica de San Pedro. Benedicto XVI ha bajado a las Grutas Vaticanas (cripta) para rezar junto con los patriarcas de las iglesias orientales ante la tumba de Pedro. Los cardenales, mientras tanto, han esperado alrededor del Altar de la Confesi¨®n, en el centro de la bas¨ªlica, bajo el que se encuentra la tumba del ap¨®stol. Tras el rito, el Papa y los presentes, en procesi¨®n, se han dirigido al altar de la plaza de San Pedro, donde se ha celebrado la misa.

La ceremonia la ha oficiado el Papa, que portaba una casulla de color oro viejo que us¨® Juan Pablo II, y la han concelebrado 150 cardenales. Las lecturas se han hecho en ingl¨¦s y espa?ol, y la comuni¨®n la han dado 320 sacerdotes.

Uno de los momentos m¨¢s importantes de la liturgia, a la que Benedicto XVI ha querido dar un fuerte valor simb¨®lico para resaltar la dimensi¨®n "petrina" (de Pedro) de su ministerio, se ha producido cuando el nuevo Papa ha recibido el anillo del Pescador que llevar¨¢ hasta la muerte y el palio, una estola de lana de cordero con cruces bordadas que simboliza su autoridad suprema.

L¨ªderes pol¨ªticos y religiosos de todo el mundo

A la ceremonia, que sustituye a la ya abolida de coronaci¨®n e imposici¨®n de la tiara papal, han asistido 140 delegaciones de los principales pa¨ªses del mundo, con 36 jefes de Estado y de Gobierno. En primera fila, no lejos del altar, se han sentado los Reyes de Espa?a, los de los belgas y los de Suecia, el gobernador de Florida, Jeb Bush, y el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, entre otros. La delegaci¨®n italiana, de 300 miembros, ha sido la m¨¢s numerosa. Esta vez no ha asistido el presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pero en su lugar figuraban los ministros de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos; Justicia, Juan Fernando L¨®pez Aguilar, y Defensa, Jos¨¦ Bono, uno de los pocos cat¨®licos practicantes del Ejecutivo socialista.

El PP ha estado representado en la plaza de San Pedro por su presidente, Mariano Rajoy, su secretario general, ?ngel Acebes, y el portavoz, Eduardo Zaplana. Entre los dignatarios ha ocupado un asiento Georg Ratzinger, de 81 a?os, hermano del pont¨ªfice y ¨²nico miembro vivo de su familia.

Tambi¨¦n han asistido representantes de las iglesias ortodoxas, entre ellos el arzobispo Kirill, de Smolensko, n¨²mero dos del patriarcado de Mosc¨²; de la Iglesia anglicana, como el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y de iglesias protestantes, entre otras confesiones.

"Mi programa de Gobierno no es hacer mi voluntad"

La misa se ha prolongado durante m¨¢s de dos horas y al t¨¦rmino de la misma Benedicto XVI ha recitado el Regina Coeli, que sustituye al Angelus en tiempo de pascua. Todas las miradas estaban hoy puestas en sus palabras, ya que pod¨ªan contener algunas pistas sobre su pontificado, y as¨ª ha sido.

Benedicto XVI ha dicho que su "verdadero" programa de Gobierno no es hacer su voluntad, ni seguir sus propias ideas, sino ponerse junto con toda la Iglesia a escuchar la palabra y la voluntad de Dios. "Queridos amigos. En este momento no necesito presentar un programa de Gobierno. Alg¨²n rasgo de lo que considero mi tarea lo he podido exponer ya en mi mensaje del mi¨¦rcoles, 20 de abril; no faltar¨¢n otras ocasiones para hacerlo. Mi verdadero programa de Gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Se?or y dejarme conducir por ?l", ha indicado. El Pont¨ªfice ha agregado que ser¨¢, de esa manera, Dios el que conduzca a la Iglesia cat¨®lica en el tercer milenio.

El pasado d¨ªa 20, pocas horas despu¨¦s de ser elegido Papa, Benedicto XVI ofici¨® su primera misa en la Capilla Sixtina, en la que pronunci¨® un brillante discurso, toda una declaraci¨®n de principios, en el que se comprometi¨® a proseguir el trabajo trazado en el Concilio Vaticano II, a promover la unidad de los cristianos y a trabajar por la paz en el mundo.

Paseo papal

Benedicto XVI ha roto el protocolo y ha recorrido en un veh¨ªculo descubierto, sin aparentes medidas de seguridad, un tramo de la plaza de San Pedro. Necesitado de un ba?o de multitudes para romper el aire fr¨ªo que se desprende de sus palabras y gestos, los miles de fieles ondearon banderas, aplaudieron y le aclamaron. Benedicto XVI, contento, sereno, sonriente, no ces¨® de bendecir, mientras sonaba en la plaza m¨²sica de Bach y repicaban las campanas de San Pedro.

Como ya ocurriera en el funeral de Juan Pablo II, que reuni¨® en Roma a unos doscientos dignatarios de todo el planeta, las autoridades de Roma han desplegado otra vez un amplio dispositivo de seguridad.

Los responsables de Protecci¨®n Civil calculan que han sido unos 500.000 los peregrinos presentes hoy en el Vaticano y sus calles adyacentes (unos 100.000 alemanes), una cifra menor que la registrada en las exequias de Juan Pablo II, cuando una aut¨¦ntica marea humana -unos dos millones de personas, seg¨²n las autoridades- invadi¨® la ciudad. Pese a ello, las medidas de seguridad ha sido similares: unos 10.000 agentes se han desplegado en diferentes zonas de la capital italiana, se ha limitado el tr¨¢fico, se han cortado calles y se han restringido los vuelos sobre la ciudad. El espacio a¨¦reo ha estado controlado por una flota de aviones radar Awacs de la OTAN, con capacidad para detectar cualquier aparato en un radio de m¨¢s de 320 kil¨®metros alrededor de Roma. Tambi¨¦n se ha estrechado la vigilancia en los aeropuertos romanos de Ciampino y Fiumicino.