Pakist¨¢n declara el toque de queda en la regi¨®n afectada por los enfretamientos con los talibanes

Despu¨¦s de un fin de semana en el que Miran Shah, situada en el noroeste de Pakist¨¢n, se ha convertido en el punto de mira por los enfrentamientos entre simpatizantes de los talibanes y militares, las autoridades han decretado el toque de queda en esta zona fronteriza con Afganist¨¢n en la que han muerto ya m¨¢s de cien personas. Hoy mismo, ya son 22 las v¨ªctimas que se ha cobrado este enfrentamiento que se inici¨® el pasado jueves, cuando el ej¨¦rcito paquistan¨ª lanz¨® una operaci¨®n contra un supuesto campo de entrenamiento de Al Qaeda.

Desde el pasado s¨¢bado, miles de personas huyen de estas zonas tribales de Pakist¨¢n. La situaci¨®n es tensa en la remota Miranshab, capital de la provincia de Norte Waziristan, poblada por tribus pastunes -mayoritarios entre los talibanes- y donde es dif¨ªcil para las autoridades paquistan¨ªes mantener el control. El portavoz del Ej¨¦rcito paquistan¨ª, general Shaukat Sultan, ha asegurado hoy que los ¨²ltimos incidentes de violencia se han producido despu¨¦s de que las fuerzas de seguridad tratasen de recobrar el control de los servicios telef¨®nicos en Miranshah, lo que encontr¨® la resistencia de supuestos rebeldes.

De esa ciudad y de la vecina Mir Ali, donde se ha extendido la revuelta, est¨¢n huyendo miles de personas, a los que su deseo de alejarse de la violencia les est¨¢ costando un precio exagerado. Los conductores de veh¨ªculos han triplicado el coste del viaje desde Mir Ali hasta Bannu, que en un d¨ªa normal cuesta mil rupias paquistan¨ªes (unos 14 euros), pero ahora vale ya 3.000 (unos 42 euros). En Miranshab los residentes locales han enumerado los da?os materiales que est¨¢n provocando los combates en los servicios telef¨®nicos, la sucursal del Banco Musulm¨¢n Comercial, el hospital local y las gasolineras. Tambi¨¦n se han visto da?adas dos madrazas (escuelas isl¨¢micas) de la capital de Norte Waziristan.

Wazirist¨¢n es una zona monta?osa y des¨¦rtica fronteriza con Afganist¨¢n en la que se sospecha que se refugiaron multitud de rebeldes favorables a los talibanes tras la ca¨ªda de ese r¨¦gimen afgano, a finales del 2001. En los ¨²ltimos a?os el Gobierno de Pakist¨¢n ha destacado a m¨¢s de 70.000 soldados en esta regi¨®n, pero nunca ha tenido el completo control del ¨¢rea, al igual que le ocurre en la provincia contigua de Baluchist¨¢n, donde el movimiento separatista tiene mucha fuerza. Seg¨²n analistas paquistan¨ªes, la realidad en esas dos provincias del oeste de Pakist¨¢n, donde hay una fuerte simpat¨ªa por Al Qaeda, manifiesta la dificultad del Gobierno del general Pervez Musharraf para cumplir las demandas del presidente estadounidense, George W. Bush.

Medidas contra Al Qaeda

Este fin de semana, durante su visita a este pa¨ªs, Bush le pidi¨® a Musharraf que "hiciese m¨¢s" para derrotar a Al Qaeda, mientras que el presidente paquistan¨ª reiteraba su compromiso a favor de la "guerra contra el terrorismo". Hoy mismo, Musharraf ha rechazado las acusaciones de que su Gobierno no est¨¢ cooperando lo suficiente con Afganist¨¢n en la lucha contra los talibanes y Al Qaeda.

Pakist¨¢n comparte con Afganist¨¢n 2.250 kil¨®metros de frontera monta?osa extremadamente dif¨ªcil de controlar y se cree que en algunas de esas ¨¢reas se esconden los principales l¨ªderes de Al Qaeda y de los talibanes, Osama Bin Laden y el Mul¨¢ Mohammed Omar.