El final sangriento del mot¨ªn en un penal mexicano cuestiona la actuaci¨®n policial

Cinco muertos (cuatro abogados y un recluso), cinco heridos y 30 horas de calvario con una quincena de rehenes en manos de los amotinados, es el balance sangriento de la revuelta en el penal de Mil Cumbres, en el Estado mexicano de Michoac¨¢n. El desenlace en la prisi¨®n supuestamente m¨¢s segura de dicho Estado abre numerosos interrogantes sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad para controlar situaciones de alto riesgo.

Cuatro internos que acababan de recibir la noticia de sus condenas a 35 y 40 de prisi¨®n por los delitos de secuestro y asociaci¨®n delictiva sacaron tres pistolas y tomaron como rehenes a 12 abogados de oficio, dos meritorias y un celador. Exigieron una camioneta blindada, gasolina y dinero para huir, y amenazaron con matar una a una a sus v¨ªctimas.

Veintiocho horas despu¨¦s, un helic¨®ptero de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) empez¨® a sobrevolar el penal con cuatro agentes de operaciones especiales a bordo. En tierra, familiares de los rehenes esperaban noticias. Medio millar de militares, polic¨ªas federales y estatales rodeaban el per¨ªmetro del centro penitenciario. A las dos horas, se escucharon disparos dentro del penal, las autoridades establecieron el c¨®digo rojo y se produjo la entrada de las fuerzas de seguridad. Mientras las ambulancias transportaban a los heridos, se conoc¨ªa el balance del mot¨ªn. La versi¨®n oficial habla de un enfrentamiento entre los presuntos delincuentes.

El penal Mil Cumbres ha sido escenario de diversas irregularidades en los ¨²ltimos tiempos. El 6 de noviembre pasado, un interno muri¨® acribillado. Dos carceleros y un interno fueron detenidos. Cinco d¨ªas despu¨¦s, la polic¨ªa descubri¨® en la c¨¢rcel cinco kilos de droga, una pistola y otro material delictivo. La directora general del penal present¨® la dimisi¨®n. Dos de los rehenes liberados por los cuatro presos amotinados en una c¨¢rcel del Estado mexicano de Michoac¨¢n.