Siete a?os encerradas por su madre a oscuras y entre basura
Austria recibe con estupor los detalles del secuestro de tres adolescentes por parte de su progenitora, discapacitada mental
Tras el caso de Natascha Kampush, Austria recibe con estupefacci¨®n una nueva y sombr¨ªa historia de secuestro de ni?os: la reclusi¨®n forzosa durante siete a?os de tres ni?as por parte de su madre, divorciada y enferma mental, cerca de la ciudad de Linz.
Los servicios sociales y autoridades locales de esta peque?a villa del centro de Austria han pronunciado las cr¨ªticas m¨¢s contundentes tras la difusi¨®n este fin de semana, en los medios de comunicaci¨®n, de los aspectos m¨¢s s¨®rdidos de este caso.
En un pueblo cercano a Linz, tres ni?as de 6, 10 y 13 a?os al comienzo de su reclusi¨®n tras el divorcio de sus padres en 1998, han sido obligadas a vivir en la oscuridad entre desperdicios y ratones, seg¨²n los detalles publicados ayer en los peri¨®dicos.
La madre, una jurista de 53 a?os, hab¨ªa obtenido autorizaci¨®n para educar a las ni?as en casa, lo que le permiti¨® tener control total sobre sus hijas.
Las tres menores, no obstante, nunca se presentaron a los ex¨¢menes. Su madre firmaba justificantes por enfermedad para excusarlas.
Sin embrago, la madre s¨ª respond¨ªa con regularidad a las citaciones del juzgado que le ordenaba presentar a sus hijas. Pero el padre jam¨¢s ha logrado ver a las ni?as en el domicilio materno.
La justicia austriaca no tom¨® cartas en el asunto hasta que en 2005, despu¨¦s de que una queja de los vecinos a los servicios sociales llevar¨¢ a la ‘liberaci¨®n’ de las dos m¨¢s j¨®venes, quienes a su salida hablaban un dialecto que ellas mismas hab¨ªan creado y no soportaban la luz del sol, seg¨²n el diario ?sterreich.
Varios meses antes, un veterinario hab¨ªa logrado entrar en el recinto tras ser avisado por los vecinos para que evacuara al perro y al gato que estaban siendo “maltratados” en la casa.
“Pese a las informaciones alarmantes suministradas por este veterinario, las dos ni?as m¨¢s peque?as quedaron otros cinco meses enclaustradas por su madre”, antes de serle retirada la custodia en 2005, cuenta Margreth Tews, asistente social y tutora designada de las ni?as.
La mayor de las adolescentes no pudo ser liberada, ya con 21 a?os, hasta 2006. Sufre importantes problemas ps¨ªquicos.
“Los servicios de protecci¨®n de la infancia han estado informados de este caso particular desde 2001”, afirma la asistente social. “Har¨ªa falta saber cu¨¢ntas veces estos servicios entraron efectivamente en la casa para dar cuenta sobre el terreno” de la situaci¨®n, se interroga la asistente social, cuestionando el trabajo de estos funcionarios.
Las tres ni?as viven hoy en d¨ªa en centros de educaci¨®n especial donde han retomado sus estudios y cuentan con asistencia psicol¨®gica. La madre permanece en prisi¨®n preventiva en un centro especial de Carintia desde hace un a?o y, seg¨²n Tews, podr¨ªa ser incapacitada y exonerada de culpa.
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