Los excesos del poder

?Qu¨¦ tienen en com¨²n Nixon y Bush hijo? Michiko Kakutani, responsable de la cr¨ªtica de libros del Times de Nueva York, lo ha sintetizado de forma magistral en una rese?a del libro ¡®Nixon and Kissinger¡¯ de Robert Dallek. ¡°Ambos hombres [Nixon y Kissinger] se consideran a s¨ª mismos como realistas en pol¨ªtica exterior, pero los analistas y expertos podr¨ªan comparar sus errores con los de los ide¨®logos neoconservadores de la administraci¨®n Bush. En ambos casos, hay una tendencia a ampliar el poder ejecutivo. En ambos casos hay desconfianza hacia la ¨¦lite encargada de la pol¨ªtica exterior, lo que conduce a la elaboraci¨®n de una pol¨ªtica fuera de los canales habituales y a sortear a los expertos del Departamento de Estado y de la CIA. En ambos casos hay un aislamiento creciente de la Casa Blanca mientras va creciendo la impopularidad de las guerras. Y en ambos casos hay una enorme ambici¨®n de rehacer la marcha del mundo¡±.

Pero en cualquiera de los casos hay una gran diferencia. Nixon fue un presidente con ideas propias en pol¨ªtica exterior, que supo asociarse con un cerebro maquiav¨¦lico de la envergadura de Kissinger. Bush en cambio es un presidente sin personalidad ni pensamiento propio, que ha sido instrumentalizado por la camarilla neocon para aplicar su revoluci¨®n conservadora aprovechando unas circunstancias excepcionales. Hay un nexo com¨²n: Kissinger tambi¨¦n ha asesorado a Bush en la ¨²ltima etapa, precisamente cuando los neocons han demostrado su mayor debilidad, tal como cuenta Bob Woodward en su ¡®Estado de Negaci¨®n¡¯. El incremento de tropas en Irak para intentar ganar esta guerra perdida se debe en buena parte al consejo de Kissinger, que no puede evitar el tropismo de repetir la jugada de Vietnam, a ver si esta vez sale bien. Igualados los realistas y los neocons en el fracaso, tal como lo ve la periodista norteamericana, queda desnudo el ¨²nico argumento de la obra: ambos presidentes est¨¢n sometidos a la corrosi¨®n de su soberbia, la que da el poder excesivo y su devastadora e infinita ansia de acumular mucho m¨¢s.