India, el inicio de una nueva era 60 a?os despu¨¦s

Sesenta a?os despu¨¦s del trauma de su partici¨®n y el logro de la independencia, India mira al futuro con el sue?o de consolidarse como potencia y un camino lleno de obst¨¢culos para dejar atr¨¢s su etiqueta de viejo elefante asi¨¢tico.

"Cuando el reloj toque la medianoche, cuando el mundo duerma, la India despertar¨¢ a la vida y a la libertad. Llega un momento (...) en que pasamos de lo viejo a lo nuevo, al fin de una era", afirmaba el primer ministro Jawaharlal Nehru en el discurso que inaugur¨® la independencia india en la medianoche del 14 al 15 de agosto de 1947.

Seis d¨¦cadas despu¨¦s, lo viejo y lo nuevo siguen conviviendo en una India marcada por un impresionante crecimiento macroecon¨®mico que no impide que el 24% de sus 1.100 millones de habitantes viva bajo el umbral de la pobreza, seg¨²n la cifra oficial.

El desarrollo econ¨®mico, con un PIB que avanza a un ritmo cercano al 9% anual, ha beneficiado sobre todo a las clases altas y medias, mientras que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n sigue sumida en la pobreza tras quedar al margen del desarrollo vivido en estos 60 a?os.

Medio d¨®lar al d¨ªa

Seg¨²n las conclusiones de un estudio de una comisi¨®n gubernamental difundidas la semana pasada, 77% de los indios viven con menos de 20,3 rupias (medio d¨®lar) por cabeza al d¨ªa, el precio de un litro de leche en Delhi.

El propio primer ministro, Manmohan Singh, reconoc¨ªa a mediados de este a?o estar "perplejo" por las diferencias entre las distintas regiones y mostraba su preocupaci¨®n porque el "boom" econ¨®mico ni va a la misma velocidad que la creaci¨®n de infraestructuras, ni ha logrado reducir el abismo econ¨®mico entre las urbes y el campo.

Es en las zonas rurales donde el Gobierno tiene, adem¨¢s del econ¨®mico, otro gran caballo de batalla: la superaci¨®n del r¨ªgido sistema hind¨² de castas, que pervivi¨® durante la colonizaci¨®n brit¨¢nica y resiste a¨²n, al calor de las tradiciones religiosas y de un escaso ¨ªndice de alfabetizaci¨®n.

Pese a todo, en los ¨²ltimos meses India ha dado algunos significativos pasos adelante hacia la igualdad, reflejados en hechos como la elecci¨®n de una dalia o intocable, la comunidad m¨¢s desfavorecida en el sistema de castas, como jefa de Gobierno del importante estado norte?o de Uttar, el m¨¢s poblado del pa¨ªs.

A los conflictos sociales y religiosos, con espor¨¢dicos enfrentamientos entre la comunidad hind¨² y la musulmana como reminiscencia de los tiempos de la partici¨®n, se une la violenta lucha de numerosos grupos separatistas que act¨²an en el vasto territorio indio.

Adem¨¢s de con el tan tra¨ªdo conflicto de Cachemira -donde operan m¨¢s de una docena de grupos que quieren su independencia o su anexi¨®n a Pakist¨¢n-, India debe lidiar con una treintena de organizaciones armadas. Entre ellas, dan especial dolor de cabeza al Gobierno la de los nasalitas (mao¨ªstas), nacida al hilo del movimiento comunista a finales de la d¨¦cada de 1960 y que lucha por la creaci¨®n de un Estado mao¨ªsta independiente en el centro y el este, y el ULFA, un grupo separatista que quiere la independencia de la regi¨®n nororiental de Assam.

La amenaza de estos grupos ha quedado casi siempre relegada a la sombra del conflicto con Pakist¨¢n y el terrorismo isl¨¢mico, pero lo cierto es que en la ¨²ltima d¨¦cada han dejado un reguero de miles de muertos en las regiones del este y nordeste de la India, entre las m¨¢s desfavorecidas del gigante asi¨¢tico.

Llamada al patriotismo

Las aspiraciones de los separatistas contrastan con los llamamientos a la unidad nacional y al sentimiento patrio a los que invoca el Gobierno en estos d¨ªas, echando mano de los t¨¦rminos del discurso de Nehru hace sesenta a?os y el futuro que entonces ve¨ªa ante s¨ª.

"Ese futuro no es uno de tranquilidad o descanso, sino de incesante esfuerzo para cumplir las promesas que tan a menudo hemos aceptado", se?al¨® entonces el primer jefe de Gobierno de la India, y a?adi¨®: "significa el final de la pobreza y la ignorancia y las enfermedades y la desigualdad de oportunidades".

Seis d¨¦cadas despu¨¦s, el balance est¨¢ lleno de claroscuros. Los n¨²meros perfilan una India emergente con un enorme potencial humano y un incuestionable crecimiento econ¨®mico, pero, sobre el terreno, las persistentes desigualdades y su complejidad territorial lastran a¨²n el futuro del gigante asi¨¢tico.