La reliquia, a la basura; la plata, al bolsillo

Catamarca, la capital de la provincia del mismo nombre situada al noroeste de Argentina, vive conmocionada por los robos de dos objetos religiosos de la misma forma pero con una notable diferencia material.

Se trata de dos corazones, uno de plata labrada, que estaba adherido a una imagen de la Virgen, y de uno aut¨¦ntico embalsamado perteneciente a un obispo con fama de milagroso en la regi¨®n. Del primer coraz¨®n no se sabe nada, el segundo lo buscan en el vertedero de basura.

La Intendencia (alcald¨ªa) de Catamarca ha ordenado la b¨²squeda en los vertederos de la ciudad de una reliquia de un obispo local que entre los feligreses tiene fama de milagroso y que tiene abierto un proceso de canonizaci¨®n en el Vaticano. Se trata del coraz¨®n del obispo fray Mamerto Esqui¨², que se encontraba expuesto en un convento de la ciudad y fue robado de all¨ª presuntamente por un indigente que sol¨ªa pedir tanto en la puerta del convento como en la vecina catedral.

Esqui¨² vivi¨® en el siglo XIX y fue el religioso encargado de entonar una oraci¨®n p¨²blica en la solemne firma de la primera Constituci¨®n argentina en 1853.

El robo, acaecido a finales de enero, conmocion¨® a la ciudad y desat¨® una ola de especulaciones, despu¨¦s de que en diversos puntos de Argentina se hayan producido desde hace meses varios robos de objetos de valor hist¨®rico pero con poca custodia. El obispado recibi¨® algunas peticiones de rescate por la reliquia, pero la polic¨ªa local averigu¨® que el autor de la sustracci¨®n era un hombre cuyas facultades mentales parecen estar perturbadas. De hecho no ha podido aportar una explicaci¨®n sobre su acci¨®n.

El autor del robo relat¨® c¨®mo el coraz¨®n de fray Mamerto comenz¨® a deshacerse en su mano. La raz¨®n es que la v¨ªscera embalsamada est¨¢ recubierta de cera. Seg¨²n el testimonio que prest¨® ante la polic¨ªa, el hombre pregunt¨® a varios viandantes qu¨¦ hacer con el coraz¨®n y alguno de ellos le contesto que "hiciera lo que quisiera". De modo que la reliquia termin¨® en un cubo de basura. El juez encargado del caso ha ordenador buscar el coraz¨®n en los vertederos, pero los servicios municipales ya han advertido que desde el d¨ªa del robo se han recogido, al menos, 40.000 toneladas de basura.

Los ladrones del coraz¨®n de plata no tuvieron tantas dudas como el indigente sobre qu¨¦ hacer con el objeto robado, que se encontraba en una estatua de la catedral. No hay indicios de la autor¨ªa ni de d¨®nde puede estar la joya. "Estoy desconcertado, no hay seguridad en esta provincia, no tenemos tranquilidad ni en los templos", denunci¨® el obispo vicario de Catamarca a la prensa local.