El mito y la pastilla: diez a?os de Viagra
El d¨¦cimo aniversario de la p¨ªldora azul muestra que los hombres no terminan de librarse del miedo a 'no rendir' en la cama
Viagra, la primera pildora contra la impotencia en ser aprobada en Estados Unidos, cumple hoy diez a?os. Sex¨®logos y m¨¦dicos coinciden en que gracias a ella, la impotencia, cuidadosamente rebautizada como disfunci¨®n er¨¦ctil, ya no es un problema insalvable para el hombre. Pero la posibilidad de llevar en el bolsillo una erecci¨®n con la pareja casi garantizada tambi¨¦n ha cambiado el modo en que los hombres nos acercamos a la sexualidad. Para bien y para mal.
El f¨¢rmaco ha hecho que las dificultades salgan del silencio. "La gente consulta ahora con m¨¢s tranquilidad", explica el Dr. Astobieta Odrizola, especialista en Urolog¨ªa del Hospital Gald¨¢cano de Bilbao. La existencia de un remedio sencillo que promete cortar de ra¨ªz el problema relaja a los hombres y permite a los m¨¦dicos dar recomendaciones para anticipar el problema. "Los m¨¦dicos podemos hacer [ahora] una labor preventiva: pedirle al paciente que no fume, que cuide su alimentaci¨®n, etc...", a?ade Astobieta.
El ¨¦xito de la pastilla azul se debe a que simplemente funciona. Un hombre con problemas para lograr una erecci¨®n la obtendr¨¢ ingiriendo la p¨ªldora y poni¨¦ndose en una situaci¨®n excitante. A qui¨¦n recetar el medicamento y en qu¨¦ circunstancias es lo que mantiene divididos a los expertos.
Salvo en casos de lesi¨®n, las dificultades para lograr la erecci¨®n suelen ser un problema secundario, derivado un trastorno vascular anterior, como la hipertensi¨®n o un nivel alto de colesterol, o la diabetes. Estos son descritos como causas f¨ªsicas. Pero el sexo tambi¨¦n es una actividad mental, y la depresi¨®n, el estr¨¦s o el miedo a "no dar la talla" pueden impedir que incluso un hombre joven logre excitarse.
"La gran importancia que nuestra sociedad otorga al sexo lleva a que individuos sanos desarrollen miedo al fracaso en la cama", explica el doctor Abraham Morgentaler, Profesor Asociado de Urolog¨ªa en la Universidad de Harvard y autor de El mito de la Viagra. En individuos j¨®venes, es f¨¢cil descartar un problema fisiol¨®gico, por lo que, en opini¨®n de Morgenstaler, una consulta al psic¨®logo suele bastar.
Las noticias sobre adolescentes que utilizan el medicamento como una droga de dise?o m¨¢s preocupan al doctor estadounidense por la "muleta emocional" a que puede conducir. Ya que al asociar el uso de la pastilla como clave para superar la obsesi¨®n por "portarse" en la cama puede conducir depender de ella para sentirse seguro. "?C¨®mo puede un adolescente aprender a aceptarse a s¨ª mismo y querer a otros si necesita una p¨ªldora para ello?", reflexiona.
Estereotipos
"Resolver el miedo a no dar la talla con una pastilla ha reafirmado la cultura de g¨¦nero", mantiene Juli¨¢n L¨®pez de Quero, sex¨®logo e iniciador de la Fundaci¨®n Sexpol para el Desarrollo del Bienestar y la Salud Sexual. "No hay m¨¢s que ver las series y el cine de ahora mostrando al macho potente y depredador y a la mujer como objeto sexual al servicio del var¨®n y recompensa de su trabajo", a?ade L¨®pez de Quero, que acusa a los laboratorios de haber promocionado el uso de la Viagra m¨¢s all¨¢ de la disfunci¨®n er¨¦ctil. Tambien advierte de que la investigaci¨®n sobre los efectos secundarios del medicamento parece haber desaparecido de las revistas m¨¦dicas. La Uni¨®n Europea se?ala dolores de cabeza y enrojecimiento de cara y pecho como los principales.
Los expertos coinciden en que la Viagra est¨¢ aqu¨ª para quedarse, pero mientras los sex¨®logos se muestran preocupados por la facilidad con que, afirman, se atribuyen causas org¨¢nicas a toda disfunci¨®n er¨¦ctil, los ur¨®logos ya se plantean afinar mejor los efectos del f¨¢rmaco. "Una de las perspectivas m¨¢s interesantes es el uso de Cialis [un f¨¢rmaco similar, pero que triplica la duraci¨®n de Viagra] con una dosis diaria. De esta manera, los pacientes no tendr¨ªan que planificar sus relaciones y llevar¨ªan una vida completamente normal", relata Morgentaler.
En s¨®lo diez a?os, la p¨ªldora supera ampliamente a otros f¨¢rmacos como el Prozac en popularidad. Las farmac¨¦uticas ya piensan en la "viagra rosa" para mujeres, pero las pruebas no terminan de salir. Las causas de la falta de excitaci¨®n femenina parecen elusivas a la retenci¨®n sangre en los genitales. "No podemos reducir la mente y la cultura a una medicaci¨®n", recuerda L¨®pez de Quero aludiendo a una pol¨¦mica tradicional entre m¨¦dicos y psic¨®logos sobre las relaciones entre cuerpo, mente y el complejo producto de su combinaci¨®n: la emoci¨®n.
Un hallazgo casual
En el transcurso de un ensayo cl¨ªnico de un f¨¢rmaco contra la angina de pecho en 1994, el equipo de Pfizer recibi¨® una reacci¨®n inesperada. "Al principio prob¨¢bamos el Sildenafil [que m¨¢s tarde ser¨ªa el principio activo del Viagra] como medicamento cardiovascular y por su capacidad de reducir la presi¨®n arterial, pero la gente no quer¨ªa devolver los medicamentos sobrantes, porque uno de los efectos secundarios era tener erecciones m¨¢s fuertes y m¨¢s duraderas", explicaba m¨¢s tarde el m¨¦dico de Pfizer Brian Klee.
El equipo tom¨® buena nota y la farmac¨¦utica abandon¨® ese mismo a?o la investigaci¨®n sobre los efectos del citrato de sildenafil sobre la angina de pecho y centraron sus esfuerzos en el tratamiento de la disfunci¨®n er¨¦ctil. El resultado es conocido: en 1998 fue autorizada Viagra como primera p¨ªldora contra la impotencia autorizada en Estados Unidos. Desde entonces, m¨¢s de 35 millones de hombres se han beneficiado de sus efectos y Pfizer ha obtenido 1.760 millones de d¨®lares (1.117 millones de euros) de beneficio s¨®lo por Viagra.
En Espa?a, la pastilla de 50 miligramos puede adquirirse por 10,35 euros, siempre con receta m¨¦dica. Internet tambi¨¦n ofrece un floreciente mercado negro en el que abundan las falsificaciones.
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