Guatemala endurece las penas contra el 'femicidio'
M¨¢s de 2.700 mujeres han muerto violentamente desde el a?o 2003
"Ya no me quiere. Ya no me pega como antes". Esta an¨¦cdota registrada en un juzgado de familia y que se cuenta en las facultades de Derecho, ilustra, en todo su dramatismo, el largo camino que la mujer guatemalteca ha tenido que recorrer en la b¨²squeda del respeto a su dignidad.
Hay logros. La mujer empieza a ocupar, y con propiedad, espacios que hasta hace tres o cuatro d¨¦cadas eran exclusivos de los varones. Pero la luz al final del t¨²nel aparece empa?ada por la violencia. Seg¨²n datos oficiales, m¨¢s de 2.700 mujeres han sido asesinadas en este pa¨ªs centroamericano desde 2003.
Con escas¨ªsimas excepciones, estos cr¨ªmenes permanecen en la impunidad. Hasta el pasado marzo, en los juzgados de familia se hab¨ªan acumulado m¨¢s de 55.000 denuncias. La falta de una ley espec¨ªfica hace que s¨®lo un 2% de los casos se resuelva.
El machismo de la sociedad guatemalteca complica m¨¢s las cosas. En muchos casos, la polic¨ªa criminaliza a las v¨ªctimas, se?alando supuestos v¨ªnculos con pandillas juveniles. Si bien es cierto que se han dado casos de esa naturaleza, organizaciones como la Red de la No Violencia contra la Mujer insisten en que, en la mayor¨ªa de los hechos, las muertes se enmarcan dentro de la violencia dom¨¦stica.
Es en este contexto que el Congreso guatemalteco (legislativo, unicameral), aprob¨® la semana pasada una ley que crea la figura del femicidio, que define como "el asesinato de una mujer en el marco de relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres" y establece penas que oscilan entre los 25 y los 50 a?os de c¨¢rcel. La nueva normativa tambi¨¦n contempla el maltrato psicol¨®gico y lo castiga con entre cinco y ocho a?os de prisi¨®n.
Juzgados espec¨ªficos
La nueva ley establece que debe ser ampliamente divulgada, para que las mujeres conozcan sus derechos y puedan denunciar ante las autoridades los abusos. Igualmente, ordena la creaci¨®n de hogares para las v¨ªctimas de la violencia y una fiscal¨ªa y juzgados espec¨ªficos para estos delitos.
En un pa¨ªs multi¨¦tnico y multicultural como Guatemala, los legisladores han tenido que atender aspectos impensables en sociedades m¨¢s homog¨¦neas.
As¨ª, la norma tambi¨¦n castiga a los esposos que nieguen a sus mujeres el acceso a m¨¦todos de planificaci¨®n familiar.
Ocurre que, en muchas de las poblaciones de ascendencia maya, la virilidad se mide por el n¨²mero de hijos, lo que condena a muchas mujeres a engendrar hijos no deseados.
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