Una patrulla israel¨ª por las calles de Jerusal¨¦n en 2008. Israel la declar¨® en 1980 como capital unitaria e indivisible. Los palestinos tambi¨¦n la consideran como el lugar id¨®neo para una futura capital de un Estado Palestino.ALFREDO C?LIZMiles de familias palestinas se vieron obligadas a huir de sus hogares en 1948, tras la proclamaci¨®n del nuevo Estado. 500 pueblos fueron borrados del mapa -el historiador Ilan Pappe tilda de "limpieza ¨¦tnica" la expulsi¨®n de unos 800.000 palestinos a los pa¨ªses vecinos-, y sobre esos lugares Israel cre¨® parques nacionales. Entre los pinos y abetos, ajenos a la flora aut¨®ctona, a¨²n pueden encontrarse ruinas.EL PA?SDurante estos 60 a?os han llegado al territorio diversas generaciones de jud¨ªos de todo el mundo, como Rajamin, a (fotografiada hoy con su famlia en su casa del asentamiento de Eli) procedente de M¨¦xico.ALFREDO C?LIZMiles de jud¨ªos llegaron al puerto de Haifa procedentes de Europa del Este, en barcos cargados de gente.EL PA?SLa alegr¨ªa de los jud¨ªos (la fotograf¨ªa ilustra un baile en el 'Kibutz' de Ein Harod), por la decisi¨®n de dividir palestina en dos Estados en 1947, ha chocado con la humillaci¨®n de muchos palestinos.EL PA?SLos palestinos se sienten solos. En los ¨²ltimos dos a?os, tras el bloqueo econ¨®mico impuesto a Ham¨¢s despu¨¦s de su triunfo en unas elecciones impolutas, el recelo hacia Europa se ha disparado. "?No quer¨ªan democracia?", se preguntan. En la fotograf¨ªa dos milicianos de Ham¨¢s fotografiados en Gaza.ALFREDO C?LIZDos mujeres palestinas pasan frente al muro de Bel¨¦n levantado por Israel. La Corte Internacional declar¨® en su opini¨®n consultiva de julio de 2004 que el muro viola el derecho internacional. Pese a ello, Israel contin¨²o su construcci¨®n.Majed Shahin es uno de los 600.000 palestinos encarcelados en alg¨²n momento en Israel. 23 de sus 50 a?os los ha pasado entre rejas. Cumpli¨® su condena en 2007. Eterno militante en Al Fatah, no se arrepiente de nada. Cobra una pensi¨®n de 1.000 euro,"como un general", asegura, por su condici¨®n de ex prisionero. Y tampoco conf¨ªa en las negociaciones con Israel que dirige su partido. "No hay otro remedio. Al Fatah sabe que eso destruye su imagen, pero ese gobierno est¨¢ muy presionado por la comunidad internacional. La alternativa es la resistencia, pero la divisi¨®n que existe ahora entre los palestinos la hace inviable. Adem¨¢s, necesitamos la unidad ¨¢rabe. Sin ella s¨®lo podr¨¢ haber peque?os ataques".ALFREDO C?LIZAmer Awad, procede de ?mame, pero ahora reside en Gaza. Su pueblo, se alzaba a 15 kil¨®metros al norte de la franja, hoy Israel. "Nunca olvidar¨¦ lo que vi. Yo ten¨ªa 12 a?os en 1948. Recuerdo que ten¨ªamos buenas relaciones con los jud¨ªos porque forma parte de nuestra tradici¨®n ser hospitalarios. Les visit¨¢bamos en sus fiestas. No me arrepiento. Pero el mundo no sabe lo que nos hicieron. Dos semanas despu¨¦s de que nos expulsaran regres¨¦ con mi padre, mi t¨ªo y unos primos para recoger las cosas. Dormimos en nuestras casas. A la ma?ana siguiente fui a la de mis primos. Uno estaba sin cabeza, otro con las tripas fuera. Mientras hu¨ªamos otra vez nos bombardearon. Hac¨ªan cr¨¢teres tan grandes como camellos". Cuando muchos a?os despu¨¦s pudo volver a su aldea identificaba los lugares por los ¨¢rboles. No quedaba nada m¨¢s.La sociedad israel¨ª est¨¢ dividida. Un viejo chiste dice: cuando dos jud¨ªos re¨²nen fundan tres partidos. En la fotograf¨ªa dos jud¨ªos ultraortodoxos leen los peri¨®dicos murales en el barrio de Mea Sharom de Jerusal¨¦n.ALFREDO C?LIZEs creencia extendida que las mujeres palestinas se limitan a sus labores caseras. Craso error. Dos ejemplos. Honey Thaljieh (con gafas) es la capitana de la selecci¨®n palestina de f¨²tbol. . "Jugamos en asfalto, afrontamos el problema del muro y la mentalidad machista. Las mujeres vienen a animarnos, pero los hombres a comprobar si somos capaces de jugar". Leila Sansour, es cineasta. Tiene su m¨¦rito, cuando s¨®lo hay un cine abierto en Cisjordania. Trabaja con ONG extranjeras y a muchas las critica ¨¢cidamente. "Se gu¨ªan por agendas propias. Hay una nueva moda. Si quieres hacer un v¨ªdeo sobre la ocupaci¨®n de Palestina, es muy dif¨ªcil. Los temas deben ser los derechos de la mujer o la transparencia en el Gobierno. Nos tratan seg¨²n un modelo colonial. No ayudan a crear una industria, s¨®lo dan una c¨¢mara a un principiante y nos acostumbran a la caridad. Eso hace dif¨ªcil que seamos ambiciosos."ALFREDO C?LIZ