Es m¨¢s rotunda que su marido, como sucede con frecuencia en las parejas. Siempre m¨¢s a la izquierda, en su caso bien f¨¢cil. Prudente, para no comprometerle, pero contundente y di¨¢fana: la tortura es terrorismo de Estado, y como tal inadmisible. Cherie Booth, esposa del primer ministro Tony Blair, lo dijo en Chatham House, un caser¨®n del viejo Londres, con motivo de la presentaci¨®n a principios de marzo de 2006 de un libro notable: "Torture. Does it Make Us safe? Is It Ever OK? A Human Rights Perspective"(The New Press) (Tortura. ?Nos da m¨¢s seguridad?), promovido por el observatorio de derechos humanos Human Rights Watch (HRW). El argumento es exacto: la sit¨²a en el mismo plano que el terror que pretende combatir. Se practica "por las mismas razones por las que los terroristas utilizan la violencia: para romper la voluntad de quienes no pueden ser persuadidos por medios legales".
La verdad es que Blair ha evitado este charco tanto como le ha sido posible. Suficientes problemas le ha proporcionado la guerra de Irak y sus mentiras sinceras, todo por preservar la relaci¨®n privilegiada entre Londres y Washington. Entre sus m¨¦ritos se incluye la respuesta a una pregunta parlamentaria sobre Guant¨¢namo: "Una anomal¨ªa a la que m¨¢s pronto o m¨¢s tarde hay que poner fin". Y el resto, generalidades sobre los derechos humanos y la ilegitimidad de la tortura. El libro que present¨® Cherie, sin embargo, surge de una necesidad apremiante, que el director de HRW, Kenneth Roth, explicita en su pr¨®logo: "El gobierno que era antes el l¨ªder de la defensa de los derechos humanos en todo el mundo (...) se ha convertido ahora en el m¨¢s influyente entre los que los violan".
Su pronunciamiento contra la tortura basta para atender a la se?ora Blair. Pero adem¨¢s hay que rese?ar su aportaci¨®n al libro, el cap¨ªtulo Violencia sexual, tortura y justicia internacional, en el que recuerda que el estatuto de la Corte Penal Internacional considera un crimen contra la humanidad la violaci¨®n y otros delitos conexos como la esclavitud sexual, la prostituci¨®n, el embarazo y la esterilizaci¨®n forzadas. ?sta era la cuesti¨®n de actualidad el d¨ªa de la presentaci¨®n del alegato contra la tortura, coincidiendo con que la entonces diputada holandesa de origen somal¨ª, Ayaan Hirsi Ali, lanzaba su grito desgarrador sobre la suerte de las mujeres en el mundo isl¨¢mico y en Asia (1). En su discurso del D¨ªa de la Mujer de 2006, se?al¨® que entre 113 y 200 millones de mujeres est¨¢n humanamente desaparecidas, y entre un mill¨®n y medio y tres millones mueren cada a?o como resultado de la violencia sexista.
La suya no es una perspectiva jur¨ªdica ni acad¨¦mica, sino la de una mujer que ha sufrido en su propia carne la sumisi¨®n, la mutilaci¨®n sexual y ahora la persecuci¨®n por su combate por la liberaci¨®n de las mujeres musulmanas. Sus puntos de vista son radicales y pol¨¦micos. Cree que la Corte Penal Internacional de La Haya tambi¨¦n debiera ocuparse de este holocausto contempor¨¢neo silenciado. Si Cherie Booth considera que la violaci¨®n ha funcionado tradicionalmente como un arma de guerra, Hirsi Ali nos dice que lo que sufren estas mujeres forma parte de una guerra del islam contra las mujeres, en la que la violaci¨®n es parte de la vida en familia. Tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en los males del relativismo cultural, y y advirti¨® contra el complejo de superioridad en cuesti¨®n de derechos humanos, entendidos como si fueran una exclusiva occidental no exigible a seg¨²n qu¨¦ pa¨ªses. Eso es lo que se piensa, al fin y al cabo, en Washington respecto a Egipto, Arabia Saud¨ª o Pakist¨¢n. Pero es dif¨ªcil creer que esta joven -que en su libro "Yo acuso. Defensa de la emancipaci¨®n de las mujeres musulmanas" (Galaxia Gutenberg) se confiesa atea, partidaria de la libertad sexual y de reconocer la homosexualidad- coincida en su concepto de relativismo cultural con el del papa Ratzinger.
Hay una guerra contra las mujeres, nos dice Ayaan, pero toda guerra es contra las mujeres, asegura Cherie. Por eso recoge en su texto la palabra que utiliza el general Patton en sus memorias sobre la violaci¨®n en tiempos de guerra: "Inevitable". Lo ilustra de forma fr¨ªa y desgarrada una tercera mujer, ¨¦sta sin nombre, la autora de "Una mujer en Berl¨ªn" (Anagrama). El historiador Anthony Beevor, en su cl¨¢sico "Berl¨ªn. La ca¨ªda 1945". (Cr¨ªtica) ya se?al¨® que fueron centenares de miles las alemanas violadas por los rusos, como la An¨®nima de estos diarios. Lo excepcional para una mujer era escapar a la violaci¨®n. Fue lo que tambi¨¦n ocurri¨® aquellos mismos a?os en Corea y China durante la ocupaci¨®n japonesa. O en Ruanda, Bosnia y estos mismos d¨ªas en Darfur. Pero nada ha destrozado la moral de los pa¨ªses democr¨¢ticos como las im¨¢genes de Abu Ghraib, donde violaci¨®n y tortura, siempre emparentadas, se funden ahora en sangre sobre cuerpos masculinos, y musulmanes.
1.- El nombre de Ayaan Hirsi Ali salt¨® a las primeras p¨¢ginas de la prensa internacional con motivo del asesinato del cineasta holand¨¦s Theo Van Gogh por un terrorista musulm¨¢n. En aquel momento era diputada por el partido liberal en el parlamento de los Pa¨ªses Bajos y era la autora del gui¨®n de la pel¨ªcula Sumisi¨®n, muy cr¨ªtica con la situaci¨®n de la mujer en los pa¨ªses isl¨¢micos y en la que aparecen vers¨ªculos del Cor¨¢n proyectados sobre el cuerpo desnudo de una mujer. Acusada de haber falsificado su identidad al naturalizarse como ciudadana holandesa, dimiti¨® de su esca?o, abandon¨® el partido liberal y se traslad¨® a vivir a Estados Unidos. La revista Time la declar¨® una de las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo en 2005.
Comentarios
nunca hay bastantes escritos para denunciarlo, y la mancha que trazan en la fama de un pa¨ªs es indeleble, por mucho que hagan los que pese a todo intentan hacernos creer en esa democracia
El maltrato a las mujeres, no es, desgraciadamente, exclusivo de pa¨ªses musulmanes o de estados de guerra y conflicto. No tenemos m¨¢s que leer la prensa o ver el telediario d¨ªa si, d¨ªa no en nuestro querido pa¨ªs para ver que lo tenemos a nuestro alrededor. Eso s¨ª, "gracias" a lo cotidiano del caso, lo encontramos en p¨¢ginas interiores o debemos esperar hasta el minuto 20 del telediario para enterarnos con detalle.
a esas horas que nadie piensa...
qu¨¦ bello!
usa! ( no lo voy a pner) pero ok!
para no comprometerle, pero contundente y di¨¢fana: la tortura es terrorismo de Estado,
..
pensare en .. y lo acent¨²a, y
tierra, esa idea.... no pensar¨¦ en Merkel, no en Cristina, ni en la primera mujer africana que llega al poder y nadie m¨¢s le detiene en la prensa..
ese es el texto.. ! .
ah!
no pensar¨¦ en Condi que la mandan a Georgia, menos en Di, y claro es fant¨¢stico
as¨ª es es... no pensar¨¦ en miembro-miembra... no tiene sentido leerlo y decir que absurdo lo que leo, MInistra de la Igualdad, ni en Bruni porque canta en .. Hawauiiii, no en el Tibet, mientras su marido dice que no ir¨¢ a los Juegos Ol¨ªmpicos proque est¨¢ Tibet, pero va...
pero qu¨¦ belleza!
( despu¨¦s)
lleva toga, Brown... es tan peque?o el parlamento y las sillas verdes, es ipresionante decirlo as¨ª
No recuerdo a la esposa de Putin en lso actos oficiales, ni a la de Berlusco, ni ... ay! Sarjo,
me fascin¨®...
¨¦l se volvi¨® catolico despu¨¦s... claro... mmm qu¨¦ belleza de texto,
A¨²n no saben por qu¨¦ en Pakist??an cambian de gobierno y... bueno dicen que recibi¨® un golpe en el coche... m? Pakistan... Ghandi... ella... es curioso... me fascin¨®.. pro qu¨¦ representa eso... la debil democracia cuando reina.
recuerdo cuando en Argentina se violaba sistematicamente a las mujeres ( a los hombres tambi¨¦n pero no era tan importante) recuerdo cuando en Chile los perros de los guardianes violaban a las muejres, o en Sarajevo o en ?frica los cascos azules o... Abu... y la sargento paseando a los iraqu¨ªes presos desnudos y arrastr¨¢ndoles como perros, s¨ª .. y como violaban a los musulmanes (hombres) y a lso ni?os y ... recuerdo que hace poco en los diarios ( en el Pa¨ªs tambi¨¦n) recordaron que acababa de morir una de las muejres de los campos de concentraci¨®n de la Alemania de 194--- una de las mujeres guardianes m¨¢s s¨¢dica que se haya conocido en este tiempo, muri¨® hace poco)
Be... el historiador, creo que cuenta en uno de sus libros como las madres alemanas instru¨ªan a sus hijas para que tuviesen relacioones sexuales, las violaran los alemanes, antes que los rusos...
eso es impresionante, proque ah¨ª se ve d¨®nde est¨¢ en Iraq, en Sarajevo, en ?frica... en
los cascos azules
la necesidad de controlar... muy bello, pues
ay! qu¨¦ belo, la violaci¨®n est¨¢ registrada enla historia desde hace... uf! en uno de los cuentos de las Mil y una Noche se cuenta que.. ( en otras palabras, dicho)
hay que sujetarla, por que si no , no se deja... qu¨¦ bello!
Quiero destacar brevemente la "objetividad" con la que nos deleita, como siempre, el Sr. Bassets, esparciendo pistas por aqu¨ª por all¨¢ para que todo quede atado y bien atado:
- Blair es un hombre que dice "mentiras sinceras". A ver si alguien me explica qu¨¦ quiere decir eso.
- En el islam hay una "guerra contra las mujeres, en la que la violaci¨®n es parte de la vida en familia". Los padres musulmanes que tratan a su familia con respeto, es decir, la inmensa mayor¨ªa, deben estar muy contentos con la frase. La burrada es de antolog¨ªa y luego nos extra?a que nos odien.
- Centenares de miles de alemanas fueron "violadas por los rusos". Por supuesto, ni una por los estadounidenses o los brit¨¢nicos, por ejemplo.
- Ayaan Hirsi Ali es, seg¨²n la revista Time (casi nada), una de las 100 mujeres m¨¢s influyentes del mundo. ?En qu¨¦ consiste esa influencia? Porque de momento no parece que haya resuelto absolutamente nada.
- Por supuesto, no hay que olvidarse de decir que "El gobierno que era antes el l¨ªder de la defensa de los derechos humanos en todo el mundo (...) se ha convertido ahora en el m¨¢s influyente entre los que los violan". Repitamos hasta la saciedad que EE.UU. ha sido siempre un campe¨®n de los derechos humanos, hagamos tabla rasa de toda su historia (especialmente, de sus intervenciones en Am¨¦rica Latina) y estimulemos el pensamiento m¨¢gico: eran buenos y, de repente, se volvieron malos por culpa de un diablo llamado Bush.
Las bobadas de los portavoces del tinglado como el Sr. Bassets fomentan reflexiones como la de ayer de Jorge, en la que dec¨ªa que la fuente de los ataques terroristas es una "irracional ideolog¨ªa fuera de toda comprensi¨®n". Justamente esa falta de comprensi¨®n del problema propici¨® el 11 de septiembre y est¨¢ corroyendo el sistema.
Ave Caesar, morituri te salutam.
Dicen que las mentiras m¨¢s peligrosas son las medias verdades. Habr¨ªa que decir que los mentirosos m¨¢s peligrosos son los que se creen sus propias mentiras. John Carlin leg¨® para la posteridad un perfil psicol¨®gico (freakpsicol¨®gico, preposterous, sin tener que ver con postres, dir¨ªa el blog del NYT) de Blair, apoyado en las tesis de alg¨²n Guardinista, para concluir que el ex primer ministro era un alucinado. Olvida la influencia de Dios en los pastores protestantes del Partido Progresista de las praderas canadienses, el neozeland¨¦s Michael Savage o, por no ir m¨¢s lejos, Ramsay MacDonald. M¨¢s bien, se dej¨® rodear por sus fieles, imitando el s¨ªndrome de la Moncloa, con su estilo de gobierno de sof¨¢, en el No. 10, dejando a un lado a los sobrios mandarines diplom¨¢ticos de Whitehall. El h¨ªper-centralismo del Nuevo Laborismo, con amateurs pas¨¢ndose por profesionales, ha pasado una cara factura al electorado brit¨¢nico en forma de un Estado paternalista y derrochador. Por eso perder¨¢n.
La se?orita Hirsi Ali (expulsada por decir verdades y mentiras) dice barbaridades, pero los hombres musulmanes las cometen. No es cuesti¨®n de raza (la propensi¨®n a la tortura viene en genes violentos y antecedentes familiares de los que han sido testigos de ni?os) ni de condici¨®n econ¨®mica (comprobado est¨¢ que los maridos de clase alta maltratan a sus c¨®nyuges con id¨¦ntica fruici¨®n), sino de cultura. Y que la cultura isl¨¢mica tiene un problema especial con las mujeres no es ning¨²n secreto, desde la herencia al adulterio, pasando por la lapidaci¨®n y la ablaci¨®n del cl¨ªtoris. El universalismo republicano franc¨¦s, prohibiendo el hijab, es tan err¨®neo como el multiculturalismo trudeauniano o brit¨¢nico, que condena a los individuos a la tiran¨ªa del grupo, primero, y del oikos, despu¨¦s.
El gobierno semi-autoritario de Malaysia, antiguamente conocido en todo el mundo por sus salvajes ataques a Australia cuando el laborista Paul Keating, que se llevaba de maravilla con Suharto, era primer ministro, ha rectificado su decisi¨®n de prohibir un concierto de la cantante pop canadiense Avril Lavigne, a pesar de las protestas del PAS, el principal partido de oposici¨®n, isl¨¢mico. Como dec¨ªan los antiguos mandamases coloniales de Kuala Lumpur, be careful what you wish for. Cuidado con lo que deseas, con ese tipo de oposici¨®n. Por supuesto, las jovencitas en pro del sistema occidental y los pocos chicos que vayan a verla no est¨¢n por la labor, y no se les hace a ellos ning¨²n favor insultando el Islam ni negando que las principales v¨ªctimas del terrorismo isl¨¢mico son ellos mismos, los civiles musulmanes, que sufren un 11-S cada a?o. ?Alguien dice algo? No, porque no son anglos bombard¨¦andolos. Debe de ser que ellos tampoco entienden esa ideolog¨ªa asesina, y tienen la extra?a culpa de que las odien y asesinen en el circo imp¨ªo del acto musical.
Parlons de tout, sauf de ces choses qui concernent les petits peuples et au sujet desquelles nous avons re?u la consigne de nous taire.
P.S.: Por si a alguien le interesa, Keating, rodeado de escritores e intelectuales, los Guardinistas australes, en el Festival de Melbourne, estaba inspirado, y ha dicho lo siguiente: http://www.smh.com.au/articles/2008/08/24/1219516265466.html
Las esposas de los Presidentes de la Rep¨²blica, aquellas que los acompa?a en la intimidad, en el desahogo de la almohada, aquellas que, podr¨ªan ser buenas consejeras, porque en la mayor¨ªa es madre o ama de casa, y tambi¨¦n pueden ver realidades que el entorno de su esposo no lo permite ver. Pero, si no piensan, no razonan, dejaran de alertar a sus maridos sobre sus malas pol¨ªticas, los dejaran cometer atrocidades y errores con consecuencias, a veces, incalculables e irreversibles que pueden arrasar a pueblos enteros.
La esposa del Presidente debe estar despierta, debe ser solidaria y participativa, debe controlar y aconsejar a su esposo, debe hacer su propio monitoreo.
La primera dama debe estar consciente de que sus hijos aguantaran de por vida el dedo acusador de las v¨ªctimas de las malas pol¨ªticas o de los fracasos de su esposo.
La Se?ora Barbara de Bush, por ejemplo, fallo brutalmente como esposa y como madre de presidentes, ella hubiese evitado que su marido, entre tantas otras agresiones, realizase la verdadera masacre que hizo a un barrio Paname?o para sacar a un hombre (el general Noriega) y aun permiti¨® ¨C no se fijo o no le importo, las tr¨¢gicas consecuencias y dejo que su hijo haga lo mismo, a?os despu¨¦s con (Saddan Hussein) en Irak.
Las Se?oras de Jorge Bush Hijo, la de Tony Blair, de Aznar, de Pinochet y de tantos otros, ?ser¨¢n perversas c¨®mplices o son tan burras, que ni se dan cuenta?. ?Despierten Se?oras!.
Algunas se?oras realmente no se dan cuenta, no se fijan, son ego¨ªstas, individualistas, sin ninguna consciencia social, no les importa y apenas se dedican a disfrutar de las prebendas, los tratos vips, y acompa?ar a sus maridos en sus viajes para comprar nuevos pares de zapatos. Esto ya no puede continuar as¨ª, ya no debemos admitir primeras damas lumpem, idiotas, vanidosas, mediocres, prepotentes, oportunistas, ciegas con la corrupci¨®n de sus esposos - Se?oras que pecan por tener sus cerebros desactivados.
La primera dama debe ser absolutamente honesta y actuante.
A mi tambi¨¦n me tiene intrigada eso de las mentiras sinceras.
Ser¨¢ que sinceramente mintieron y lo invadieron porque era suyo de la misma manera que las matan porque suyas eran?
Pues parece que al final, las culpables (como siempre) van a ser las mujeres, esta vez las primeras damas.
?De verdad crees que solitos, Mr. Halfwit, Blair y Ansar, idearon la invasi¨®n de un pa¨ªs? Ellos s¨®lo dieron la cara y m¨¢s o menos, quitando a Ansar (que ese algo mandaba), tenian el mismo poder de decisi¨®n que sus esposas, o sea, nada.
la reuni¨®n en el Pepsi Center de Denver, Colorado. La misi¨®n parece muy clara, resarcir los da?os provocados por el fuego amigo en las primarias. La protagonista, Michelle Obama, mujer del candidato dem¨®crata, cuya intervenci¨®n tendr¨¢ lugar en pleno prime time
.. qu¨¦ bueno, Coca-Pepsi.. me gusta que lo digan as¨ª, se fue Clinton, H., es posible que sea un buen asesoramietno para EU ( en singular) si noinvade al segundo o vicepresidente... esa es una parte ...
El Vaticano estuvo contra la guera de Iraq, es otra parte.. sin conjugarlas, pero son pol¨ªticos.
Human Rights Now...
Hirsi Ali,,, A.... no se puede hacer de lo que es realidad, o .. dicho de otra manera, se puede ayudar a otras culturas para que avancen entendiendo que mientras es su cultura y no debe abusarse de sus creencias... occidental en ese sentido de... yo he avanzado, ... as¨ª no se puede..., las madres son las que llevan a sus hijas a que les corten el cl¨ªtores, ... el cuidado para avanzar es importante... un occidente que dice que los otros dejen su cultura pro que va contra los derechos humanos e invade Iraq...m? s¨ª la biblia escrita en un cuerpo desnudo de monjas.... no creo que eso ya interese a occidente... y as¨ª es.... Ayaan..., el Cor¨¢n tambi¨¦n est¨¢ escrito en los cuerpos desnudos de los hombres que siguen esa religi¨®n, en los hombres tambi¨¦n ... eso es lo que le falta a esa pel¨ªcula.
m
Gaspard, muy interesante el enlace, pero me resulta intrigante como puedes ver la paja en el ojo ajeno a trav¨¦s de la viga en el tuyo. Porque empezar con "seg¨²n un prestigioso think tank..." no suele ser una garant¨ªa de objetividad. Es uno de los grandes problemas del lobbying, que en la lucha de cada uno por sus intereses, la objetividad suele ser una de las primeras v¨ªctimas. No es que piense que no tienes raz¨®n al hablar de violaciones y dem¨¢s barbaridades, pero como t¨² mismo dices, las medias verdades son peligrosas, y las tuyas tambi¨¦n entran en el saco. Hay musulmanes que violan sistem¨¢ticamente los derechos de otros (sobre todo las mujeres) pero esa enormidad no debe esconder las que cometen cristianos, budistas, comunistas, hinduistas y dem¨¢s -istas. Es lo malo del mundo, que para brutalidad tiene lo suyo. El problema est¨¢ en cuando uno de los culpables se vuelve "ciego" delante de sus pecados y s¨®lo denuncia los delitos de otros haciendo la vista gorda sobre los propios, como Bush dici¨¦ndole a Putin que invadir Georgia est¨¢ mal. O aquel juez que se escrib¨ªa cartas con Bono a cuenta del hijo de otro que mat¨® a su mujer de 40 o 50 pu?aladas que otro colega juzg¨® "sin ensa?amiento". La brutalidad est¨¢ a la vuelta de la esquina, sin tener que dar la vuelta al mundo para encontrarsela.
ha sido un placer leer tu blog.
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