Pakist¨¢n y la herencia de Musharraf
Un a?o despu¨¦s del magnicidio de Benazir Bhutto, el nuevo Gobierno paquistan¨ª no ha revertido algunas de las decisiones m¨¢s pol¨¦micas del ex presidente
El r¨¦gimen presidencialista de Pervez Musharraf persiste en Pakist¨¢n un a?o despu¨¦s del magnicidio de Benazir Bhutto, la l¨ªder del Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP), asesinada durante un mitin electoral en Rawalpindi. La llegada al poder del viudo de Bhutto, Asif Al¨ª Zardari, el pasado 6 de septiembre no ha modificado sustancialmente el sistema pol¨ªtico fraguado por Musharraf durante sus nueve a?os al frente del pa¨ªs ni ha revertido sus m¨¢s pol¨¦micas decisiones, entre ellas, el restablecimiento en su cargo del ex presidente del Tribunal Supremo Iftijar Chaudry, destituido por cuestionar la reelecci¨®n de Musharraf.
"Desde su toma de poder, se han producido roces entre Zardari y el primer ministro, Yusuf Raza Gilani", explica Ana Ballesteros Peir¨®, investigadora del Taller de Estudios Internacionales Mediterr¨¢neos y experta en procesos electorales en los pa¨ªses ¨¢rabes musulmanes. Seg¨²n Ballesteros, "a pesar de que el sistema pol¨ªtico paquistan¨ª es parlamentario, el presidente acumula mucho poder y Zardari no ha hecho nada por remediarlo".
M¨¢s grave es quiz¨¢s el incumplimiento de su acuerdo con Nawaz Sharif, l¨ªder del partido opositor PML-N, a quien prometi¨® rehabilitar a Chaudry al frente del Tribunal Supremo. Conocido como M¨ªster 10% por las supuestas comisiones que percib¨ªa durante los dos mandatos de su esposa, Zardari no est¨¢ interesado en el retorno de Chaudry, que cuestion¨® la amnist¨ªa concedida por Musharraf a la familia Bhutto para que regresara a Pakist¨¢n. Tampoco los motivos de Sharif resultan del todo transparentes. Seg¨²n Ballesteros, "el ex primer ministro tiene asuntos pendientes con la Justicia y los magistrados destituidos por Musharraf le eran m¨¢s favorables".
Los desaf¨ªos del nuevo Gobierno
Sin embargo, "el nuevo Ejecutivo ha sorprendido por la sensatez que ha manifestado ante retos importantes", contin¨²a la investigadora. Aunque Zardari no ha conseguido "suplir el vac¨ªo de liderazgo" que reina en su formaci¨®n desde la muerte de su esposa, el presidente paquistan¨ª ha logrado moderar "los nacionalismos ¨¦tnicos exacerbados mediante la alianza con los l¨ªderes tribales dejando atr¨¢s sue?os ut¨®picos y apostando por un Pakist¨¢n federal" y ha logrado "la unidad de los partidos en torno a medidas poco populares" como la alianza con Estados Unidos o la lucha contra el terrorismo.
Es precisamente este ¨²ltimo punto uno de los principales ¨¦xitos de Zardari. A pesar de la desconfianza de EE UU, "acostumbrado a negociar con Musharraf, uno de sus grandes aliados en Asia", el nuevo Ejecutivo del ¨²nico pa¨ªs musulm¨¢n poseedor del arma nuclear ha hecho frente a la amenaza talib¨¢n en la frontera con Afganist¨¢n. "Sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo han duplicado las bajas de insurgentes de 2007 a 2008", se?ala la experta, quien subraya la importancia de que el Ej¨¦rcito, una de las instituciones m¨¢s temidas en Pakist¨¢n por su tradici¨®n golpista, "respalde y obedezca al Gobierno civil". Adem¨¢s, las negociaciones con los l¨ªderes tribales en la batalla contra Al Qaeda tambi¨¦n han arrojado los primeros resultados. Ballesteros considera que Zardari ha arrancado un cierto apoyo de los pastunes, tradicionales aliados de los talibanes por sus v¨ªnculos tribales, ya que "son conscientes de que el terrorismo ha modificado por completo su forma de vida".
El gran retroceso en la estabilidad pol¨ªtica de Pakist¨¢n se ha producido en sus relaciones con India tras los atentados en Bombay del mes pasado. "Hasta ese momento, hab¨ªa una acercamiento con respecto a Cachemira, hasta el punto de que Zardari dijo que se iban a valorar todas las opciones, incluida la independencia", recuerda la arabista. Ayer mismo, Islamabad comenz¨® a trasladar sus tropas hacia la frontera con India mientras que Nueva Delhi aconsejaba a sus ciudadanos que no viajasen a Pakist¨¢n. "La ret¨®rica va a ser dura pero los gobiernos no se mover¨¢n hacia un conflicto armado", apunta Ana Ballesteros.
Otro de los grandes desaf¨ªos a los que Zardari tendr¨¢ que hacer frente es la deplorable situaci¨®n de dos tercios de los 165 millones de paquistan¨ªes, que contin¨²an en situaci¨®n de pobreza. Seg¨²n Ballesteros, "la grave crisis econ¨®mica y el desabastecimiento de agua, energ¨ªa y alimentos son las grandes preocupaciones de la poblaci¨®n, que est¨¢ favor de la democracia pero exige en primera instancia que se atajen sus problemas m¨¢s b¨¢sicos".
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