Israel condiciona la apertura de las fronteras de Gaza a la liberaci¨®n de Shalit
El gabinete a¨²n presidido por Olmert dilata el acuerdo sobre un alto el fuego negociado con Egipto.- Ham¨¢s rechaza que se relacionen ambas cosas
Un paso adelante y dos atr¨¢s en el enmara?ado proceso de negociaci¨®n para la entrada en vigor de una tregua en Gaza y la apertura de los cruces fronterizos, un paso imprescindible para que la franja reciba los materiales necesarios para la reconstrucci¨®n de las miles de viviendas y f¨¢bricas devastadas durante la guerra de 22 d¨ªas concluida el 18 de enero. El Gobierno israel¨ª, tras una reuni¨®n de su Gabinete de seguridad, ha decidido rechazar la propuesta egipcia hasta que el soldado cautivo de Ham¨¢s, Gilad Shalit, regrese a territorio israel¨ª. Un v¨ªnculo que el movimiento fundamentalista rechaz¨® sin dilaci¨®n. "No habr¨¢ tregua mientras los pasos fronterizos no se abran", declar¨® desde Damasco el l¨ªder islamista en el exilio, Jaled Meshal.
S¨®lo hace tres d¨ªas, las negociaciones parec¨ªan haber madurado hasta el punto que numerosos analistas auguraban un pronto desenlace. Ahora todo ha cambiado de nuevo. "Negociaremos la liberaci¨®n de Shalit, y s¨®lo despu¨¦s estaremos dispuestos a discutir sobre los pasos de Gaza y la reconstrucci¨®n de la franja", asegur¨® Olmert. Un calendario inaceptable para Ham¨¢s, que teme que una vez realizado el intercambio de un millar de prisioneros palestinos por el cabo israel¨ª, las fronteras permanezcan selladas. Ni siquiera la ayuda humanitaria llega al territorio palestino en la cantidad necesaria para paliar la desastrosa situaci¨®n econ¨®mica de Gaza. El Gobierno israel¨ª proh¨ªbe incluso que los libros de texto y material para las escuelas llegue a la franja.
En el trasfondo emerge una bronca monumental entre el primer ministro, Ehud Olmert, y el responsable de Defensa, Ehud Barak, que puede acarrear efectos perniciosos en las relaciones entre Israel y Egipto. El enviado del ministro de Defensa para las negociaciones con los mediadores egipcios, Amos Gilad, se despach¨® a gusto contra su jefe del Gobierno. Seg¨²n informaba el diario Maariv, Gilad se siente ofendido por los ataques recibidos desde el entorno de la Oficina del Primer Ministro, que le acusan de adoptar decisiones sin consultar. Gilad tilda la imputaci¨®n de "simples mentiras" y asegura que entrega informes detallados por escrito de todas sus reuniones con los mediadores egipcios y que s¨®lo cumple las ¨®rdenes impartidas por Olmert y Barak.
"No entiendo", se explaya Gilad, "qu¨¦ es lo que realmente quieren hacer. ?Insultar a los egipcios? Ya les hemos insultado. Es una locura. Egipto es casi nuestro ¨²ltimo aliado en la regi¨®n... Ha demostrado un coraje extraordinario. Nos ha dado espacio de maniobra, intentan mediar y muestran una buena voluntad que nunca hab¨ªamos visto antes. El presidente Hosni Mubarak ha sido valiente y justo, la frontera de Rafah est¨¢ cerrada y Ham¨¢s sigue bajo asedio. ?Qu¨¦ pretendemos, que trabajen para nosotros? ?Qu¨¦ sean una unidad subordinada a nosotros? Hablamos de un pa¨ªs de 85 millones de habitantes que casi nos destroza en 1948 y que nos asest¨® un golpe en 1973. Mira lo que est¨¢ sucediendo en la regi¨®n, c¨®mo la lava bulle. Mira Jordania, mira Turqu¨ªa, ?queremos perderlo todo?".
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