"No creo que Estados Unidos firme el Tratado del Tribunal Penal Internacional"

Simone Veil (Niza, 1927), la mujer que como ministra sac¨® adelante la ley de despenalizaci¨®n del aborto en Francia y que presidi¨® el Parlamento Europeo entre 1979 y 1982, recibi¨® ayer en Barcelona el Premio Libertad que otorga la asociaci¨®n Mujeres por la Libertad y la Democracia por su "defensa de la libertad, los derechos humanos, la justicia y el papel de las mujeres en la sociedad moderna". En su opini¨®n, sin embargo, nuestras sociedades las mujeres est¨¢n todav¨ªa muy lejos de haber conseguido la paridad.

Veil, que en las ¨²ltimas elecciones francesas dio su apoyo expl¨ªcito a Nicolas Sarkozy, preside actualmente la Fundaci¨®n para la Memoria del Holocausto y dirige el Fondo para las V¨ªctimas, dependiente del Tribunal Penal Internacional (TPI). Superviviente del campo de exterminio de Auschwitz, en el que desapareci¨® casi toda su familia, esta mujer que obtuvo el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional en 2005, no ve ning¨²n paralelismo entre la crisis de 1929 que sirvi¨® de caldo de cultivo al nazismo, y la situaci¨®n actual.

Pregunta. ?Usted que vivi¨® en carne propia las consecuencias de la crisis del 1929 y el auge del nazismo, detecta ahora reacciones xen¨®fobas o antisemitas y ve alg¨²n paralelismo con la situaci¨®n actual?

Respuesta. Quisiera separar la xenofobia y las consecuencias de la crisis. La xenofobia no tiene nada que ver con las consecuencias de la crisis. Yo dir¨ªa que tiene mucho m¨¢s que ver con la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. Por encima de esta situaci¨®n ha llegado la crisis y no ha agravado nada. En cualquier caso es una crisis que nos llega b¨¢sicamente de Estados Unidos.

P. ?Conf¨ªa en que la construcci¨®n europea sirva para salir de la crisis?

R. Europa, e incluso la existencia del euro, m¨¢s bien parece que est¨¢ aportando apoyos y no agravando la situaci¨®n. Ning¨²n pa¨ªs ha querido salir del euro y los que no est¨¢n en la moneda ¨²nica se encuentran en m¨¢s dificultades.

P. ?Cree usted que la Europa a 27 puede salir adelante si no se ratifica el Tratado de Lisboa? La par¨¢lisis de la presidencia checa ejemplifica mejor que nada la necesidad de los cambios institucionales.

R. No soy pesimista ni creo que todo est¨¦ paralizado. Estoy convencida de que el Tratado de Lisboa, aunque con algo de retraso, acabar¨¢ siendo ratificado por todos. No veo como Irlanda, un pa¨ªs que ha aprovechado al m¨¢ximo lo que pod¨ªa obtener de la UE, puede acabar sin ratificar el Tratado. La crisis es un problema mundial. En China, por ejemplo, la situaci¨®n es terrible, y hace solo seis meses era el pa¨ªs m¨¢s pujante.

P. ?Que piensa usted del proyecto de la Uni¨®n para el Mediterr¨¢neo?

R. Pienso que estamos en un momento en el que hay que afrontar los problemas uno detr¨¢s de otro. Hay que tener cuidado. Incluso si la situaci¨®n actual fuera de normalidad deber¨ªamos antes definir lo que entendemos por este conjunto mediterr¨¢neo, ?qu¨¦ engloba? ?qu¨¦ pretende? ?hasta donde llega? Tengo un recuerdo muy preciso de un episodio que sucedi¨® precisamente en Barcelona. Era el d¨ªa en que cay¨® el muro de Berl¨ªn. Participaba en una reuni¨®n organizada por el entonces presidente Jordi Pujol. Estaba sentada a su lado cuando nos trajeron la nota de agencias con la noticia. Era una reuni¨®n de parlamentarios europeos con africanos. Mientras nosotros nos alegr¨¢bamos por la noticia los africanos estaban consternados. Se dieron cuenta enseguida de que si, de pronto, Europa se reunificaba, se hab¨ªa acabado la ayuda para ellos. Debemos tener muy claro lo que queremos hacer con ?frica, porque actualmente la situaci¨®n en este continente es, de lejos, la peor del Mundo. Lo conozco bien porque presido el Fondo para las V¨ªctimas del TPI.

P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n del trabajo del TPI?

R. Hay algunas carencias para determinadas cosas. Tal vez se marc¨® objetivos poco ambiciosos. Su funcionamiento est¨¢ casi totalmente ligado a los jueces que, por otro lado son en conjunto muy buenos, pero no hay m¨¢s que ellos y esta especie de ap¨¦ndice para las v¨ªctimas que yo presido. Pero las cosas se mueven. Es importante porque es la primera vez que existe algo as¨ª.

P. ?Piensa que la nueva administraci¨®n norteamericana se implicar¨¢ m¨¢s?

R. Es dif¨ªcil. De entrada Estados Unidos no ha firmado el tratado, y por otro lado no estoy para nada segura de que lo vayan a firmar.

P. Usted fue la primera mujer ministro de la V Rep¨²blica. Como ve la evoluci¨®n de la presencia de las mujeres en la esfera p¨²blica, tanto pol¨ªtica como econ¨®mica?

R. Queda mucho por hacer. Si se contempla el peque?o n¨²mero de mujeres que han conseguido hacerse un hueco en el Gobierno [franc¨¦s] o en las altas esferas de la Administraci¨®n y en otros aspectos de la vida p¨²blica, estamos muy lejos de la paridad. Incluso para conseguir una promoci¨®n en la vida profesional, los hombres siguen ocupando el terreno. Se pueden hacer leyes, se puede hacer un mont¨®n de cosas y se han hecho un mont¨®n de cosas, pero sigue habiendo una gran diferencia. En el mundo empresarial, tal vez en las peque?as empresas haya un aumento del n¨²mero de mujeres dirigentes, pero en las grandes empresas, salvo algunas excepciones, sigue siendo un campo cerrado para las mujeres.