Cumbre del espionaje magreb¨ª para hacer frente a Al Qaeda
Los occidentales reprochan a Marruecos y Argelia su falta de colaboraci¨®n antiterrorista
La rama de Al Qaeda en el Magreb ha conseguido que se den cita en Nuakchot, durante dos d¨ªas, los jefes de los servicios secretos de los cinco pa¨ªses de la regi¨®n, seg¨²n fuentes conocedoras de este encuentro inusitado. Por culpa de la p¨¦sima relaci¨®n que mantienen Marruecos y Argelia, la colaboraci¨®n entre servicios de inteligencia deja mucho que desear y sus reuniones son excepcionales.
El general Mohamed Lamin Medien, de 70 a?os, m¨¢s conocido por su apodo de Toufik, jefe de la poderosa Direcci¨®n de la Informaci¨®n y de la Seguridad argelina (DRS, seg¨²n sus iniciales en franc¨¦s), y Yassin Mansouri, de 46 a?os, patr¨®n de la Direcci¨®n General de Estudios y Documentaci¨®n marroqu¨ª, se encontraron, por fin, a principios de semana.
El maestro de ceremonia fue su hom¨®logo mauritano, Hanana Ould Sidi, y entre los invitados figuraban tambi¨¦n sus colegas tunecino y libio. Todos los hu¨¦spedes fueron recibidos por el general Mohamed Ould Abdelaziz, jefe de la Junta Militar mauritana que se hizo con el poder en agosto. La informaci¨®n sobre la audiencia fue dada por la agencia de prensa privada mauritana Al Akhbar que no proporcion¨® m¨¢s detalles.
Para que se convoque esta reuni¨®n ha sido necesario que Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico, el nombre con el que se bautizaron en 2007 los salafistas argelinos, secuestre, en diciembre en N¨ªger, a dos diplom¨¢ticos canadienses -uno de ellos Robert Fowler, enviado del secretario general de la ONU para ese pa¨ªs del Sahel- y, en enero, a cuatro turistas europeos.
Liberaci¨®n a cambio de los rehenes
La semana pasada, el portavoz de los terroristas reivindic¨® el s¨¦xtuple secuestro y, seg¨²n la agencia France-Presse, la organizaci¨®n exige, entre otras cosas, la liberaci¨®n de dos de sus presos encarcelados en Mauritania a cambio de la puesta en libertad de los rehenes. Todos ellos han sido, probablemente, transferidos a alg¨²n lugar del norte de Mali.
La discusi¨®n, en Nuakchot, no estuvo solo dedicada a Al Qaeda sino a los tr¨¢ficos de toda ¨ªndole, desde la droga hasta las armas, que se desarrollan en esa amplia franja des¨¦rtica del Sahel muy dif¨ªcil de controlar. Los cincos jefes del espionaje coincidieron en la necesidad de reforzar su cooperaci¨®n.
"Hasta ahora la colaboraci¨®n no era su punto fuerte", se?ala el profesor Mathieu Guid¨¨re, autor de dos libros sobre Al Qaeda en el Magreb. M¨¢s bien se peleaban entre ellos. En 2003, por ejemplo, el vicec¨®nsul de Argelia en Casablanca fue juzgado en Argel por espiar para Marruecos y condenado a cinco a?os. La semana pasada el ministro de Estado argelino, Abdelaziz Belkhadem, que quej¨® en televisi¨®n de la inexistencia de una "acci¨®n com¨²n [con Marruecos] en materia de lucha antiterrorista, inmigraci¨®n clandestina y tr¨¢fico de droga".
Por el lado marroqu¨ª los reproches son similares sobre todo en lo concerniente a la inmigraci¨®n clandestina. Argelia es adem¨¢s considerada como el pa¨ªs que pone trabas a la adhesi¨®n de Marruecos en el Comit¨¦ de Servicios Secretos e Inteligencia Africano, fundado en 2004 y del que forman parte 46 Estados del continente. La desconfianza mutua es total.
Los europeos y, m¨¢s a¨²n, los estadounidenses llevan a?os presionando a los servicios magreb¨ªes para que mejoren su colaboraci¨®n. La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, lo dijo p¨²blicamente en septiembre, durante una visita a Marruecos, y su adjunto, David Welch, le reiter¨® en octubre en Madrid: "Es necesario que se produzca una mejora significativa de su cooperaci¨®n".
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