Se suicida el terrorista que se invent¨® el v¨ªnculo Al Qaeda-Irak
EE UU utiliz¨® la falacia de Al Libi para justificar el derrocamiento de Sadam Hussein
Colin Powell, el secretario de Estado de EE UU, acudi¨® en persona el 5 de febrero de 2003 al Consejo de Seguridad de la ONU para explicar las razones que aconsejaban intervenir contra el r¨¦gimen de Sadam Hussein. Se refiri¨® a "un veterano terrorista que ha contado como Irak proporciona entrenamiento con esas armas [qu¨ªmicas y biol¨®gicas] a Al Qaeda". Sin entrar en tantos detalles la ministra espa?ola de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, respald¨® a su hom¨®logo estadounidense. Al mes siguiente empezar¨ªa la invasi¨®n.
El terrorista al que se refer¨ªa Powell era Al¨ª Mohamed Abdelaziz al Fajir, m¨¢s conocido por su apodo de Jeque Al Libi (El jeque libio), de 46 a?os, y ha muerto - se ha suicidado, seg¨²n la versi¨®n del diario oficialista libio Oea - el pasado fin de semana en la c¨¢rcel de Abu Salim (Tr¨ªpoli) d¨®nde cumpl¨ªa cadena perpetua por terrorismo. La fiscal¨ªa libia ha abierto una investigaci¨®n sobre su fallecimiento, seg¨²n Oea.
A?os antes de morir Al Libi ya empez¨® a contar que todo lo que confes¨® a sus torturadores egipcios -la CIA le envi¨® en 2002 a El Cairo para que fuese interrogado- era mentira. Lo hizo para librarse del suplicio. Su desmentido ha sido avalado por el servicio secreto de EE UU y por el comit¨¦ de inteligencia del Senado. Aquel intento de Powell de establecer lazos entre la dictadura iraqu¨ª y Al Qaeda se bas¨® en una falacia.
Al Libi, natural de Ajdabiya (Libia), fue reclutado en 1990 en Arabia Saud¨ª, donde resid¨ªa, y se march¨® a Afganist¨¢n a luchar contra la URSS. Fue uno de los fundadores del Grupo Combatiente Isl¨¢mico Libio y acab¨® siendo el jefe, en 1995, del campo de entrenamiento de Khaldan por el que pasaron numerosos j¨®venes ¨¢rabes incluido el franco-marroqu¨ª Zacar¨ªas Mussaoui, involucrado en el 11-S.
Tras la intervenci¨®n aliada en Afganist¨¢n, Al Libi intent¨® ponerse a salvo en Pakist¨¢n, pero fue detenido, el 11 de noviembre de 2001, en la frontera. La CIA se lo llev¨® preso a Kandahar (Afganist¨¢n) antes de mandarlo a Egipto para ser interrogado. De ah¨ª fue enviado a la c¨¢rcel de Guant¨¢namo, donde pas¨® cuatro a?os antes de que EE UU le extraditase a Libia.
Los polic¨ªas egipcios pidieron a Al Libi que les diera informaci¨®n sobre la relaci¨®n de Al Qaeda con Irak un tema "sobre el que dice no saber nada y sobre el que le cost¨® contar una historia", seg¨²n reza una nota desclasificada de la CIA elaborada tras un nuevo interrogatorio del terrorista al poco tiempo de llegar a Guant¨¢namo.
Como a los polic¨ªas egipcios no le agradaron las respuestas de Al Libi le "introdujeron en una peque?a caja" durante unas 17 horas. Cuando, por fin, pudo salir le advirtieron de que ten¨ªa una ¨²ltima oportunidad de "decir la verdad", seg¨²n el documento de la CIA.
A¨²n as¨ª sus nuevas contestaciones no satisficieron a sus interrogadores que le tiraron al suelo y le "pegaron durante 15 minutos". Fue despu¨¦s cuando Al Libi por fin "confes¨®" que Irak ayudaba a Al Qaeda a manejar armas no convencionales. "Minti¨® para evitar la tortura", reconoce un informe del comit¨¦ de inteligencia del Senado de EE UU.
La muerte de Al Libi "significa que el mundo nunca podr¨¢ escuchar su relato sobre las brutales torturas que padeci¨®", se?al¨® el lunes Sarah Leah Whiton, directora para Oriente Pr¨®ximo de Human Rights Watch (HRW). Esta ONG estadounidense ha pedido a Libia que abra una investigaci¨®n "exhaustiva y transparente" sobre el supuesto suicidio.
Una delegaci¨®n de HRW pudo visitar la c¨¢rcel de Abu Salim el 27 de abril, pero Al Libi apenas quiso hablar con ellos. "?D¨®nde estaban ustedes cuando se me torturaba en las c¨¢rceles norteamericanas?", fue pr¨¢cticamente la ¨²nica frase que pronunci¨® el reo. La ONG de derechos humanos nunca tuvo acceso a los presos en manos de la CIA.
Algunos sospechan que Al Libi no se suicid¨®. El libio "es un r¨¦gimen con una larga tradici¨®n de matar a gente en la c¨¢rcel y despu¨¦s anuncia que fue un suicidio", declar¨® a The Media Line Hafed Al Ghwell, experto en Libia y responsable de la Escuela Gubernamental de Dubai. "Su familia le ve¨ªa con regularidad y no hab¨ªa indicaci¨®n alguna de que estaba a punto de quitarse la vida", concluy¨®.
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