Lula pierde la batalla y Petrobras ser¨¢ investigada por el Congreso

Petrobras, una de las cinco mayores empresas de energ¨ªa del mundo, ser¨¢ objeto de una Comisi¨®n Parlamentaria de Investigaci¨®n (CPI) en el Senado brasile?o, donde la oposici¨®n consigui¨® ayer las firmas de 32 senadores, cinco m¨¢s que el m¨ªnimo necesario, para abrir una investigaci¨®n sobre el gigante del petr¨®leo por supuestas irregularidades y acusaciones de corrupci¨®n. El Gobierno ten¨ªa de tiempo hasta media noche para conseguir que seis senadores retirasen su firma del documento. Solo dos de ellos lo hicieron: Cristovam Buarque del Partido Democr¨¢tico de Brasil (PDT) y Adelmir Santana, del oposicionista DEM (Dem¨®cratas) por lo que el Gobierno ha perdido la batalla. Es la primera gran derrota de Lula en sus siete a?os de gobierno.

Una investigaci¨®n p¨²blica de Petrobras (las sesiones de las CPI son televisadas) constituye sin duda el mayor y m¨¢s arriesgado gesto de la oposici¨®n contra el Gobierno que lo ¨²ltimo que deseaba, y menos en este momento de crisis econ¨®mica mundial, es una investigaci¨®n parlamentaria de la joya de la corona de la econom¨ªa brasile?a. Lula siempre ha dicho, no sin cierto orgullo nacional, que "Brasil es Petrobras y Petrobras es Brasil".

La apertura de una investigaci¨®n sobre la conducta de Petrobras, a la que la oposici¨®n ha acusado varias veces de haberse convertido en una extensi¨®n del gubernamental Partido de los Trabajadores (PT), ha sido, para sorpresa del Ejecutivo, una determinaci¨®n del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), fundado por el ex presidente de la Rep¨²blica Fernando Henrique Cardoso, quien se ha mantenido firme hasta el final, sordo a los cantos de sirena del Gobierno, que le ped¨ªa una marcha atr¨¢s.

Lula rompi¨® ayer por la tarde el silencio calificando al PSDB de irresponsable. "No es una CPI del Congreso Nacional. Es mucho m¨¢s una CPI del PSDB. Me parece extra?o que un partido que ha gobernado al pa¨ªs ocho a?os tome una actitud irresponsable como esa. Parece una pelea de adolescentes. No tiene explicaci¨®n l¨®gica", afirm¨®.

Viendo que el PSDB hab¨ªa hecho de la CPI de Petrobras su primera bandera de verdadera oposici¨®n en los siete a?os de Gobierno de Lula, los partidos aliados consiguieron abrir una brecha en el segundo mayor partido de la oposici¨®n, Dem¨®cratas (Dem), que hab¨ªa pedido un aplazamiento de la creaci¨®n de la CPI, por lo menos hasta que el presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, del PT, se presentase ante una sesi¨®n p¨²blica del Senado para dar su punto de vista.

Gabrielli lleg¨® a trasladarse a Brasilia, pero todo fue in¨²til. El PSDB, al que el Dem acab¨® siguiendo, pidi¨® que se leyese el acta de constituci¨®n de la CPI, sin duda la m¨¢s importante y de mayor envergadura despu¨¦s de la creada en 2005 para investigar la supuesta corrupci¨®n en el seno del Gobierno de Lula, acusado de sobornar a diputados para que votaran a favor de sus proyectos de ley.

El Ejecutivo tiene varios temores. En primer lugar, se sabe c¨®mo empieza una CPI, pero no c¨®mo acaba. Tiene poderes muy fuertes de investigaci¨®n y el Gobierno no debe ver con buenos ojos que la polic¨ªa federal pueda intervenir, a petici¨®n del Senado, en una investigaci¨®n a fondo de las presuntas irregularidades de la empresa.

En segundo lugar, el Gobierno teme que tal investigaci¨®n parlamentaria pueda da?ar gravemente la imagen que Petrobras tiene dentro y fuera del pa¨ªs, con posibles consecuencias en la econom¨ªa, ya que se trata de una empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York.

Es lo que ha repetido Gabrielli, quien ha alertado en vano de que la CPI "puede da?ar gravemente a la empresa". El senador y economista Aloisio Mercandante, del PT, ha visto en la maniobra de la oposici¨®n de echarle el diente a Petrobras, que lleva a?os en manos del PT, una anticipaci¨®n de la campa?a electoral para las presidenciales de 2010.

Por su parte, la oposici¨®n, sobre todo el PSDB -el que m¨¢s posibilidades tiene de colocar el a?o pr¨®ximo un aspirante cre¨ªble a la sucesi¨®n de Lula para desbancar a su candidata, la ministra Dilma Rousseff-, ha querido probablemente quitarse el sambenito de permanecer "muda e inerte" frente a la avalancha pol¨ªtica del lulismo, que amenaza con convertirse en una especie de r¨¦gimen llamado a perpetuarse.

Los l¨ªderes del PSDB han respondido a las acusaciones del Gobierno afirmando que lo que pretende la CPI es limpiar la imagen de Petrobras de las acusaciones de corrupci¨®n y que la transparencia en una empresa es lo que le da m¨¢s prestigio. "La palabra m¨¢s importante hoy en todas las empresas es la transparencia", afirm¨® ayer en el plenario Tarso Jereissati, del PSDB. La oposici¨®n ha insistido en que no se pod¨ªa continuar con una situaci¨®n en la que Petrobras "hab¨ªa saltado a las cr¨®nicas policiales del pa¨ªs".

A la gran petrolera se la acusa de tres cosas: presuntas irregularidades en la refiner¨ªa Abreu Lima de Pernambuco, corrupci¨®n en la distribuci¨®n de primas a las alcald¨ªas de los lugares en los que se extrae el petr¨®leo, y haber dejado de pagar al fisco 4.300 millones de reales. A ello hay que a?adir la sospecha de que el PT haya podido estar usando a Petrobras como fuente de prebendas y financiaci¨®n para el partido o como oficina de empleo para personas sin m¨¢s m¨¦ritos profesionales que los de pertenecer al partido gubernamental.

Ahora la batalla ser¨¢ por conseguir la presidencia y la relatoria de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n que se la disputan tanto el Gobierno como la oposici¨®n.