Las ¨²ltimas informaciones de Eliseo Barr¨®n
Eliseo Barr¨®n Hern¨¢ndez era un reportero de a pie. Lo suyo eran las notas breves, directas, informaci¨®n pura y dura. Ten¨ªa 11 a?os practicando el qu¨¦, qui¨¦n, cu¨¢ndo y d¨®nde en las notas polic¨ªacas que escrib¨ªa para la edici¨®n en Torre¨®n, Coahuila, del diario Milenio. El c¨®mo y el por qu¨¦ por lo general se los dejaba a otros periodistas. De prisa y precisa, la informaci¨®n acerca de cr¨ªmenes, robos y accidentes no se presta mucho a la especulaci¨®n.
Sin embargo el auge del narcotr¨¢fico ha llevado las notas polic¨ªacas a la primera plana de los diarios. Quiz¨¢ esa circunstancia hizo m¨¢s complejo, y acaso arriesgado, el trabajo de Eliseo Barr¨®n. El lunes por la noche varios hombres armados lo sacaron de su casa por la fuerza. Al d¨ªa siguiente su cad¨¢ver fue hallado en un predio de G¨®mez Palacio, ciudad vecina de Torre¨®n. Es evidente que lo torturaron.
Con Eliseo Barr¨®n, son cinco los periodistas mexicanos asesinados en el transcurso de este a?o. Es posible que no todos hayan sido victimados como resultado de su trabajo informativo, pero las parsimoniosas indagaciones judiciales no lo han esclarecido. El Centro Nacional de Comunicaci¨®n Social, CENCOS, que mantiene un registro de agresiones a periodistas , indica que el 13 febrero Jean Paul Ibarra, fot¨®grafo de El Correo de Iguala, Guerrero, fue asesinado a tiros cuando viajaba en una motocicleta con otra periodista que result¨® herida. Ibarra cubr¨ªa asuntos polic¨ªacos.
El 23 de febrero en Huayacocotla, Veracruz, Luis Daniel M¨¦ndez Hern¨¢ndez, reportero de la radiodifusora La Poderosa, muri¨® tiroteado cuando sal¨ªa de un sal¨®n de baile. El 29 de febrero Juan Carlos Hern¨¢ndez Mundo, director del peri¨®dico El Quijote de Taxco, Guerrero, muri¨® cuando le dispararon desde una camioneta.
El 3 de abril Carlos Ortega Samper, de El Tiempo de Durango, fue victimado cuando se resisti¨® a ser secuestrado por cuatro individuos que lo quer¨ªan sacar de su autom¨®vil en el poblado de Santa Mar¨ªa del Oro. Ortega hab¨ªa denunciado al alcalde y otras autoridades de ese municipio por amenazarlo despu¨¦s de que public¨® denuncias por hechos de corrupci¨®n.
Ninguna de las averiguaciones por esos asesinatos ha sido resuelta. El Commitee to Protect Journalists con sede en Nueva York, indicaba este martes que en el transcurso de 2009 ha registrado 11 casos confirmados de periodistas asesinados en todo el mundo debido a su trabajo como informadores y 12 casos por confirmar, entre ellos 2 mexicanos (Jean Paul Ibarra y Carlos Ortega). Seguramente el d¨ªa de hoy esa cifra habr¨¢ aumentado a 3.
La informaci¨®n de cualquiera de esas muertes posiblemente habr¨ªa sido cubierta de manera escueta por Eliseo Barr¨®n. Uno de sus ¨²ltimos reportes period¨ªsticos, si no es que el ¨²ltimo, fue acerca de un escolta del jefe de la polic¨ªa municipal en Torre¨®n a quien despidieron porque el domingo pasado, alcoholizado, se puso a tirar balazos. D¨ªas antes, escribi¨® sobre el despido de 302 agentes polic¨ªacos presuntamente vinculados con la delincuencia organizada.
Qui¨¦n sabe cu¨¢l de esas informaciones desat¨® la violencia de sus asesinos. Eliseo Barr¨®n era reportero de notas concisas, sin especulaciones ni florituras. Los t¨ªtulos de algunas de las m¨¢s recientes dan cuenta de sus temas cotidianos: "Enga?an a vendedora con billete de $500 falso" (25 de abril); "Ni?a de Matamoros baleada en persecuci¨®n muri¨® hoy" (1 de mayo); "Con tres impactos de bala asesinan a soldado" (11 de mayo); "Polic¨ªa asesino sigue pr¨®fugo de la justicia"(11 de mayo); "Madre del ni?o atropellado por chofer pide castigo para el agresor" (19 de mayo). Los que por lo general ocupaban a Barr¨®n no eran asuntos tan estridentes como los que protagonizan las grandes pandillas de narcotraficantes.
M¨¢s que las intimidaciones de capos criminales, lo que Eliseo Barr¨®n hab¨ªa deplorado eran las limitaciones que los compromisos personales y comerciales imponen a la informaci¨®n period¨ªstica. El 8 de diciembre pasado apareci¨®, firmada con su nombre, la siguiente opini¨®n en un foro de discusi¨®n en l¨ªnea sobre la censura en la prensa latinoamericana:
"La autocensura se inicia en los medios cuando el funcionario o la persona, son 'amigos' de los jefes y por ende no se puede emitir ninguna informaci¨®n en su contra.
"En M¨¦xico ya sea peri¨®dicos de circulaci¨®n nacional o local, no se habla en contra de los alcaldes o gobernadores, debido a que se teme les quite la publicidad, de la cual ya la tienen cobrada por adelantado, o se tienen convenios.
"En lo que respecta a las notas polic¨ªacas, el 90 por ciento de ellas no se publican cuando el sospechoso es familiar, amigo o conocido de un funcionario municipal o estatal.
"Esa es una autocensura, que en la realidad tiene que ver con amistades entre los funcionarios y los directivos de los medios, aunque en ocasiones es por un asunto de car¨¢cter econ¨®mico o publicitario".
Esas, forman parte de las restricciones cotidianas que padecen reporteros como Eliseo Barr¨®n Hern¨¢ndez. A un panorama profesional acotado por diversas formas de censura, se a?ade ahora el asesinato como instrumento de coacci¨®n a los periodistas.
Desde el martes es noticia que Eliseo Barr¨®n Hern¨¢ndez muri¨® torturado, despu¨¦s de que lo secuestraron delante de sus peque?as hijas. Se sabe el qu¨¦ y el d¨®nde. Resulta imprescindible conocer adem¨¢s el c¨®mo y el porqu¨¦.
* Ra¨²l Trejo Delarbre es investigador en la UNAM y presidente de la Asociaci¨®n Mexicana de Derecho a la Informaci¨®n, AMEDI.
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