La confrontaci¨®n ideol¨®gica argentina
La disensi¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs latinoamericano, a debate en la Casa de Am¨¦rica de Madrid - Miembros de Carta Abierta defienden el proyecto de los Kirchner
La crispaci¨®n pol¨ªtica es inevitable y necesaria en la Argentina contempor¨¢nea. En esa direcci¨®n confluyen las opiniones de Horacio Gonz¨¢lez, Mar¨ªa P¨ªa L¨®pez y Ricardo Forster, representantes de Carta Abierta, un grupo de figuras de la cultura af¨ªn al proyecto que comenz¨® el ex presidente N¨¦stor Kirchner y prosigue su esposa, la actual presidenta, Cristina Fern¨¢ndez. Junto al fil¨®sofo Diego Tati¨¢n y con el auspicio de la Embajada argentina, los te¨®ricos de las Ciencias Sociales desmenuzaron la semana pasada en la Casa de Am¨¦rica de Madrid el fen¨®meno ideol¨®gico que experimenta el pa¨ªs desde la crisis econ¨®mica de 2001 y que ellos describen como una aut¨¦ntica "transformaci¨®n".
Un cambio que consideran relevante en t¨¦rminos de promoci¨®n de los sectores m¨¢s d¨¦biles de la sociedad y que, sin embargo, el Gobierno no consigue transmitir con claridad. "El kirchnerismo no encuentra el lenguaje adecuado para comunicar sus programas progresistas. Esta imperfecci¨®n expl¨ªcita ofrece al poder tradicional la ocasi¨®n de tacharlo de populista", reflexiona Gonz¨¢lez, director de la Biblioteca Nacional.
"La soluci¨®n al forcejeo entre el Gobierno y la oposici¨®n no puede consistir en que no haya forcejeo"
La soci¨®loga L¨®pez coincide con ese punto de vista: "El Gobierno tiene enormes dificultades para explicar lo que hace: sus hechos no se corresponden con discursos capaces de narrarlos. La palabra es escasa y a menudo se reduce al discurso presidencial".
Carta Abierta define como "clima destituyente" esa disensi¨®n pol¨ªtica permanente que el a?o pasado alcanz¨® un pico de tensi¨®n con la disputa sobre la cuant¨ªa de los impuestos aplicables a las exportaciones agr¨ªcolas. Un estado de posturas irreconciliables que, seg¨²n los interlocutores del grupo, obliga a descartar la posibilidad de que los partidos pacten acuerdos pluralistas de largo alcance.
"No me asusta el conflicto, si sirve para especificar los intereses en juego. Esta discusi¨®n se opone al consensualismo vac¨ªo de la d¨¦cada neoliberal", apunta Forster. El fil¨®sofo afirma que la revisi¨®n de las funciones que debe cumplir el Estado se plante¨® en Argentina y en otros pa¨ªses latinoamericanos antes que en el resto del mundo, que ha comenzado a cuestionarlo s¨®lo a partir de la crisis econ¨®mica global.
"La soluci¨®n al forcejeo entre el Gobierno y la oposici¨®n -que incluye un debate ¨¢spero sobre el control y el papel de los medios de comunicaci¨®n- no puede consistir en que no haya forcejeo", razona Gonz¨¢lez, que teme que Argentina pueda ser vista en el extranjero como un pa¨ªs que atraviesa por un conflicto gratuito.
En el ¨¢mbito interno, Forster calcula que ser¨¢ una estrategia cara si -"incomprensiblemente", opina con pesimismo- las urnas confirman las encuestas y el kirchnerismo retrocede para convertirse en la primera minor¨ªa en los comicios legislativos del 28 de junio.
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