Charles Taylor se defiende en La Haya

Charles Taylor, antiguo presidente de Liberia acusado de vender diamantes para comprar armas destinadas a los rebeldes del pa¨ªs vecino, Sierra Leona, durante la guerra civil (1991-2002), empez¨® ayer a defenderse de los 11 cargos por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad que se le contestan ante el Tribunal Especial para Sierra Leona que le juzga. Ma?ana, Taylor tiene previsto estrenarse como abogado de su propia causa, con su primer alegato en persona ante la corte, que opera desde La Haya para no desestabilizar el oeste de ?frica. Ayer, sin embargo, ha sido su principal asesor legal, Courtenay Griffiths, el que ha marcado las l¨ªneas de la defensa.

En esencia, Griffiths ha presentado a Taylor como "un pacificador", en un caso donde "no se discuten las atrocidades cometidas". Lo que se busca, dijo, "es identificar al responsable m¨¢ximo de las mismas". Taylor lleva seis semanas prepar¨¢ndose a fondo para dotar de contenido dicha afirmaci¨®n. Frente a una fiscal¨ªa que le acusa del asesinato y violaci¨®n de civiles, y de usar ni?os soldado, espera demostrar que no comandaba a sus ejecutores, los miembros del Frente Unido Revolucionario (FUR) sierraleon¨¦s.

Marcada por las mutilaciones de brazos y piernas de las v¨ªctimas con machetes, la guerra civil de Sierra Leona presenta adem¨¢s un componente que afecta a la riqueza natural del pa¨ªs. Es el tr¨¢fico de diamantes, bautizados como "diamantes sangrientos", con los que el acusado habr¨ªa influido tambi¨¦n en los pa¨ªses vecinos de Costa de Marfil y Guinea. Seg¨²n la fiscal¨ªa, estuvo al frente de una red de grupos armados extendida por toda ?frica occidental. El ex l¨ªder africano, el primero en ser juzgado por la justicia internacional, lo ve de otro modo. El hecho de que tratara a los miembros del FUR y se entrenara con ellos, ser¨¢ presentado como una prueba en todo caso circunstancial. Presumiblemente, utilizar¨¢ un argumento similar para justificar las bases de los rebeldes en Liberia. Todo ello deber¨ªa llevarle a una sola conclusi¨®n: la falta de relaci¨®n directa entre ¨¦l y las v¨ªctimas. Es decir, que no orden¨®, apoy¨®, ni tampoco condon¨® las muertes.

Charles Taylor inici¨® la guerra civil en Liberia en 1989 antes de ser elegido presidente del pa¨ªs en 1997. En 1991 estall¨® la rebeli¨®n del FUR en Sierra Leona. En 2003 abandon¨® el poder y march¨® al exilio en Nigeria. Desde all¨ª fue extraditado a Liberia en 2006, para ser luego trasladado a Sierra Leona. Su arresto y el juicio actual son presentados como el fin de la impunidad los "se?ores de la guerra" africanos.