Patrizia D'Addario dec¨ªa la verdad sobre las fiestas de Berlusconi
La revista 'L'Espresso' publica las cintas que grab¨® la prostituta durante sus dos citas con el primer ministro italiano
Patrizia D'Addario no ment¨ªa. La prostituta, de 42 a?os, afirm¨® que hab¨ªa visitado dos veces a Silvio Berlusconi en su residencia de palazzo Grazioli y que hab¨ªa entregado las cintas que prueban dichos encuentros al fiscal Giuseppe Scelsi. Ahora, la revista L'Espresso ha publicado esas cintas. Son cinco grabaciones distintas, que confirman por entero la historia que D'Addario ha contado a los fiscales y a diversos peri¨®dicos, entre ellos a EL PA?S.
Las cintas, en las que se oye claramente la voz de Berlusconi, demuestran que el primer ministro minti¨® a la opini¨®n p¨²blica cuando dijo que no recordaba haber visto nunca la cara de D'Addario, a la que despu¨¦s acus¨® de haber sido "pagada" para montarle una trampa.
D'Addario, una escort de lujo de 42 a?os, fue contratada por Gianpaolo Tarantini, un empresario pull¨¦s que se hizo amigo ¨ªntimo de Berlusconi en el verano de 2008 y que est¨¢ siendo investigado por corrupci¨®n, cesi¨®n de drogas e inducci¨®n de la prostituci¨®n.
La mujer acudi¨® con Gianpi a palazzo Grazioli dos veces distintas. Una a mitad de octubre de 2008, a una cena en la que hab¨ªa otras 20 chicas, escort y velinas, entre ellas una pareja de prostitutas lesbianas. D'Addario no se qued¨® esa noche porque, ha explicado despu¨¦s, no ten¨ªa intenci¨®n de participar en una org¨ªa. Seg¨²n su testimonio, esa fue la raz¨®n de que cobrara solo 1.000 euros en vez de los 2.000 que Tarantino le hab¨ªa prometido.
La segunda visita se produjo el 4 de noviembre, era la noche del triunfo electoral de Barack Obama. D'Addario se qued¨® a pasar la velada con Berlusconi. Pero tampoco cobr¨® un euro porque, seg¨²n afirm¨®, el primer ministro le prometi¨® ayudarla con el proyecto urban¨ªstico que estaba tratando de construir en Bari.
Conversaciones
Las cinco conversaciones que publica L'Espresso en su p¨¢gina web relatan la sucesi¨®n de los hechos. En la primera, D'Addario se est¨¢ acercando a palazzo Grazioli en coche, y una voz masculina le explica que el presidente es "un poco alegre, y canta y cuenta chistes".
En la segunda grabaci¨®n, se oye a Silvio Berlusconi saludar a las chicas ("Ah, qu¨¦ monas, felicidades") y presentarse a D'Addario. La segunda noche est¨¢n Gianpaolo Tarantini, D'Addario, y dos 'chicas imagen' de Bari, una de ellas Barbara Montereale y otra su amiga Lucia. Acabada la cena, Berlusconi se queda a solas con D'Addario, le muestra un cat¨¢logo de joyas, algunas dise?adas por ¨¦l mismo, y le invita a esperarle en la habitaci¨®n:
-Yo me doy una ducha y ?luego me esperas en la camaza (lettone) si terminas primero t¨²?, dice Berlusconi.
-?Qu¨¦ camaza?-, pregunta D'Addario- ?la de Putin?
-S¨ª, la de Putin.
Como fondo se escucha m¨²sica: es la voz del cantante neomel¨®dico napolitano nacido en Nueva York, que hace furor entre los j¨®venes camorristas, Sal da Vinci. La canci¨®n se titula Zoccole zoccole (putas, putas).
Acabada la noche, D'Addario vuelve al hotel romano donde se alojaba y graba una conversaci¨®n telef¨®nica con Tarantini. Le explica que no ha recibido el sobre con el dinero.
-No hemos pegado ojo esta noche -dice D'Addario- ?Y el sobre, qu¨¦? Barbara me ha dicho, en cuanto he llegado si he visto el sobre, 5.000 euros. Le he dicho que no, que yo no he cogido nada.
Luego, D'Addario explica que Berlusconi ha prometido interesarse por el complejo residencial que quiere construir en Bari. Y le dice a Tarantini:
-Y despu¨¦s me ha dicho que quiere volver a verme con una amiga, porque, a dos... Ha dicho que tiene una amiga y que quiere hacerme chupar por ella. Te lo juro, eso me ha dicho.
Un poco m¨¢s tarde, la ¨²ltima grabaci¨®n. Berlusconi llama a D'Addario.
-He trabajado mucho- le dice-, esta ma?ana he ido a inaugurar una exposici¨®n, y he hecho un bell¨ªsimo discurso, con aplausos, y no parec¨ªa cansado.
-Como yo, de hecho- responde Patrizia- yo no tengo sue?o y no he dormido, solo he perdido la voz.
-?Y eso? Si no gritamos...
-Yo tampoco he gritado, qui¨¦n sabe por qu¨¦ he perdido la voz -ironiza D'Addario. ?Sabes por qu¨¦? Porque me he duchado 10 veces con agua helada porque ten¨ªa calor.
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