El 40% de los portugueses apoya una uni¨®n pol¨ªtica con Espa?a
La mitad de los portugueses encuestados se muestra de acuerdo en que la ense?anza del espa?ol debe ser obligatoria en primaria y secundaria
La uni¨®n pol¨ªtica entre Espa?a y Portugal es una idea que divide a los portugueses y causa indiferencia en Espa?a. El 39,9% de los ciudadanos del pa¨ªs vecino es partidario de integrarse con Espa?a en una federaci¨®n, mientras que la mayor¨ªa de los espa?oles expresan su desinter¨¦s cuando se les plantea la propuesta, seg¨²n una encuesta de la Universidad de Salamanca que fue presentada este martes en la sede de la Secretar¨ªa General Iberoamericana en Madrid. El 30,3% de los espa?oles apoyar¨ªa la creaci¨®n de una uni¨®n ib¨¦rica.
El Bar¨®metro de Opini¨®n Hispano-Luso (BOHL), dirigido por el Centro de An¨¢lisis Sociales de la Universidad de Salamanca, es el primer estudio conocido sobre lo que piensan los ciudadanos a uno y otro lado de la frontera sobre sus vecinos. Al no existir un sondeo similar con car¨¢cter peri¨®dico es dif¨ªcil saber con precisi¨®n si la propuesta de federaci¨®n pol¨ªtica gana o pierde adeptos, aunque existe el precedente de la encuesta que public¨® en 2006 el semanario lisboeta Sol por la que el 28% de los portugueses estar¨ªa dispuesto "a formar un solo pa¨ªs con Espa?a".
El sondeo publicado este martes muestra que los portugueses ponen aun menos cortapisas al aprendizaje del espa?ol en sus escuelas. El 50% considera que su ense?anza debe ser obligatoria en primaria y secundaria. El consenso es a¨²n mayor si se plantea el estudio del espa?ol como lengua optativa, reforma que encuentra la aprobaci¨®n del 85,1% de los encuestados. Por el contrario, la propuesta del estudio obligatorio del portugu¨¦s en las escuelas espa?olas fue rechazada por el 76,2% de los espa?oles entrevistados.
Los portugueses tambi¨¦n se muestran mucho m¨¢s partidarios de incrementar la cooperaci¨®n pol¨ªtica entre ambos pa¨ªses. Propuestas de gran calado como un sistema fiscal conjunto o la supresi¨®n de todas las restricciones a la movilidad y asentamiento de profesionales, trabajadores y empresas reciben el apoyo del 59% y del 72% respectivamente, mientras que s¨®lo el 37,1% y el 63,2% de los espa?oles es favorableme a estas reformas. Incluso una iniciativa con alto valor simb¨®lico como es la presentaci¨®n de candidaturas conjuntas para eventos internacionales como campeonatos de f¨²tbol, juegos ol¨ªmpicos y ferias de muestras, encuentra el apoyo de tres de cada cuatro portugueses. Por el contrario, uno de cada dos espa?oles est¨¢ a favor. Lo cierto es que la candidatura ib¨¦rica para organizar el mundial de f¨²tbol de 2018 es un proyecto en marcha que debe ser resuelto por la FIFA en diciembre de 2010.
La uni¨®n pol¨ªtica entre Espa?a y Portugal es un asunto pol¨¦mico que aparece con intermitencia en el debate pol¨ªtico luso, pero al que la mayor¨ªa de los espa?oles permanece ajeno. Es la motivaci¨®n econ¨®mica la causa del mayor inter¨¦s del pa¨ªs vecino, como qued¨® probado en el sondeo del diario Sol. En aquella ocasi¨®n el 97% respondi¨® que Portugal se desarrollar¨ªa m¨¢s si se uniera a Espa?a. Sin embargo, el BOHL revela que el 34,1% de los encuestados portugueses rechaza esta opci¨®n.
"Los portugueses tienen una relaci¨®n de amor-odio con respecto a Espa?a , algo similar a lo que nos pasa a los espa?oles con los franceses", seg¨²n el responsable del estudio, Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Salamanca, quien establece el paralelismo con base en la posici¨®n geogr¨¢fica y el diferente grado de desarrollo econ¨®mico.
Espa?a y Portugal tienen una historia paralela pero distante. Portugal se convirti¨® en un reino aut¨®nomo de la Corona de Castilla en 1143 y posteriormente, con la excepci¨®n de los sesenta a?os en que Portugal pas¨® a formar parte de la Monarqu¨ªa Espa?ola (1580-1640), ambos pa¨ªses han seguido rumbos distintos. Mientras que Portugal ha tenido tradicionalmente como referencia exterior a Inglaterra, Espa?a puso sus miras en el vecino franc¨¦s.
El iberismo, una corriente pol¨ªtica promovida por burgueses e intelectuales peninsulares en el siglo XIX, y que abogaba por la uni¨®n pol¨ªtica peninsular no encontr¨® continuidad hist¨®rica. "La federaci¨®n ib¨¦rica es una idea que actualmente sigue sin ser considerada seriamente ni a uno ni a otro lado de la frontera y sigue pareciendo una propuesta pretendidamente ingeniosa pero destinada a impresionar".
La hipot¨¦tica uni¨®n de Espa?a y Portugal resultar¨ªa en el pa¨ªs con mayor extensi¨®n de la Uni¨®n Europea y el quinto en poblaci¨®n con m¨¢s de 57 millones de habitantes, por detr¨¢s de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. La suma del Producto Interior Bruto a precios corrientes de los dos pa¨ªses ib¨¦ricos dar¨ªa como resultado la quinta econom¨ªa de la Uni¨®n Europea.
La encuesta, que se llev¨® a cabo entre abril y mayo mediante entrevistas telef¨®nicas a 876 personas, muestra que no hay ning¨²n asunto de fricci¨®n en las relaciones entre Espa?a y Portugal y la mayor¨ªa de los ciudadanos de ambos pa¨ªses considera que las relaciones bilaterales son buenas o muy buenas. Es destacable el hecho de que mientras que el 51% de los espa?oles condisera que las relaciones se han mantenido m¨¢s o menos igual en los ¨²ltimos a?os, los portugueses crean en su mayor parte (53,9%) que han mejorado.
El problema principal para los portugueses lo representa el aprovechamiento del agua de los r¨ªos compartidos, que es considerado muy problem¨¢tico por el 25,3% de los entrevistados, aunque en la sociedad lusa domina la disparidad de opiniones sobre este asunto. La mayor preocupaci¨®n de los espa?oles la constituye, sin embargo, el uso del territorio del pa¨ªs vecino como refugio de terroristas y delincuentes. El 51,3% lo considera en alguna medida problem¨¢tico. Por ello la gran mayor¨ªa de la sociedad espa?ola reclama un aumento de la cooperaci¨®n policial, militar y judicial.
Los espa?oles conceden especial importancia a la comunicaci¨®n por carretera y ferrocarril (20,7%), aunque seg¨²n los responsables del sondeo "se trata de una preocupaci¨®n que probablemente coincidir¨ªa con la demanda que existe para mejorar las comunicaciones con cualquier otro punto del territorio peninsular".
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