La Guardia Revolucionaria de Ir¨¢n exige que se juzgue a los l¨ªderes opositores
Acusa a Musavi y Karubi de incitar los disturbios producidos tras los resultados de las presidenciales
El sector m¨¢s duro del r¨¦gimen iran¨ª ha aumentado este domingo sus presiones para aplastar a la oposici¨®n reformista. Dos altos cargos de los Guardias Revolucionarios (los Pasdar¨¢n) han pedido que se lleve ante los tribunales al ex presidente Mohamed Jatam¨ª y a los candidatos opositores Mir Hosein Musav¨ª y Mehdi Karrub¨ª, por su responsabilidad en las protestas post electorales. Sin embargo, ayer el fiscal general de Ir¨¢n reconoci¨® que algunos de los detenidos en esas manifestaciones hab¨ªan sido torturados, lo que parece indicar divisiones en la c¨²pula del poder. En consecuencia con ese anuncio, cuatro polic¨ªas acusados de malos tratos han sido detenidos.
El jefe del bur¨® pol¨ªtico de los Pasdar¨¢n, Yadollah Javan¨ª, defiende en el semanario de esa instituci¨®n, Sobhe Sadegh, que ha habido un complot para fomentar una revoluci¨®n de terciopelo contra la Rep¨²blica Isl¨¢mica. "?Cu¨¢l ha sido el papel de Jatam¨ª, Musav¨ª y Karrub¨ª (...) en este golpe de Estado?", se pregunta. "Si son los instigadores, y tal es el caso, los responsables de la justicia y de la seguridad deben detenerles, juzgarles y castigarles para apagar las llamas de ese complot", concluye.
En similares t¨¦rminos se ha expresado el general Masud Jazayer¨ª, jefe de Estado Mayor adjunto para asuntos culturales y propaganda de ese ej¨¦rcito ideol¨®gico que s¨®lo responde ante el l¨ªder supremo. "Los ciudadanos, pero tambi¨¦n los elementos vendidos [al extranjero] y los instigadores del complot, esperan a ver c¨®mo se act¨²a contra los responsables del mismo y los jefes del golpe de Estado", ha declarado Yazayer¨ª, seg¨²n la agencia oficial Irna. Adem¨¢s, ha pedido m¨¢s control sobre las embajadas y los periodistas extranjeros acreditados en Ir¨¢n, entre los que apenas hay una decena de occidentales.
No es la primera petici¨®n para que se juzgue a las tres principales figuras del r¨¦gimen que han cuestionado el resultado electoral del 12 de julio. Varios diputados fundamentalistas expresaron hace unos d¨ªas su intenci¨®n de presentar una denuncia contra Musav¨ª por ser "el responsable de los disturbios post electorales", seg¨²n inform¨® la prensa iran¨ª.
"Ese paso supondr¨ªa una escalada", se?ala un observador. "Desatar¨ªa nuevas protestas callejeras y otra ola de represi¨®n". De momento, y a pesar de que Musav¨ª y Karrub¨ª han tachado al nuevo Gobierno de "ileg¨ªtimo", las presiones se centran en desprestigiarles en los medios estatales y seguir deteniendo a sus colaboradores. Pero el hecho de que los Pasdar¨¢n insistan en la necesidad de juzgarles suscita preocupaci¨®n.
En los ¨²ltimos a?os, ese cuerpo de ¨¦lite ha adquirido un creciente peso en los asuntos del Estado y aunque por ley los militares est¨¢n obligados a permanecer al margen de la pol¨ªtica, su intervenci¨®n empieza a ser evidente. En v¨ªsperas de las elecciones presidenciales, el citado Javan¨ª ya acus¨® a los seguidores de Musavi de "ser parte de una revoluci¨®n de terciopelo".
En ese clima de enorme tensi¨®n, que el fiscal general, Ghorban Ali Dorri-Nayafabad¨ª, reconociera que se han producido torturas parece revelar divisiones entre los gobernantes sobre c¨®mo salir del actual atolladero pol¨ªtico. Mientras que un sector insiste en aplastar a los contestatarios, otro m¨¢s moderado se inclinar¨ªa por calmar la situaci¨®n e intentar recomponer el sistema. As¨ª se interpreta que Dorri-Nayafabad¨ª hablara de algunos "errores" como la causa de "dolorosos accidentes que no pueden defenderse, y cuyos responsables deben ser castigados". Un comunicado policial admiti¨® el pasado jueves que varios manifestantes detenidos hab¨ªan sido maltratados, seg¨²n public¨® la agencia Isna, pero el fiscal es el primer alto cargo en referirse abiertamente al asunto despu¨¦s de semanas de denuncias de la oposici¨®n.
"Tal vez hubo casos de tortura en los primeros d¨ªas tras las elecciones, pero estamos dispuestos a hacer un seguimiento de cualquier queja o irregularidad que se haya producido", se comprometi¨® Dorri-Nayafabad¨ª citado por la agencia Ilna.
En la mente de todos estaba el centro de detenci¨®n de Kahrizak. En esa prisi¨®n secreta del suroeste de Teher¨¢n murieron al menos tres de los manifestantes detenidos, entre ellos Mohsen Rulolaamin¨ª, hijo de un colaborador del candidato conservador Mohsen Reza¨ª. Su caso sublev¨® al Parlamento y el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª, orden¨® su cierre.
"El responsable del centro ha sido cesado y encarcelado. Tres polic¨ªas que golpearon a detenidos tambi¨¦n han sido detenidos", anunci¨® ayer el jefe de la polic¨ªa, Esmail Ahmadi-Moghaddam, citado por Irna. Incluso la cadena estatal PressTV describe Kahrizak como un lugar "donde los guardianes maltrataban f¨ªsicamente a los detenidos". No obstante, Ahmadi-Moghaddam mantiene que las v¨ªctimas murieron a causa de una infecci¨®n v¨ªrica, no de las torturas.
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