Una esperanza septuagenaria

Desde bien peque?o, Fernando Pino Solanas estuvo interesado en los lenguajes art¨ªsticos. La pintura, la literatura, el cine... Todas sus inquietudes las canaliz¨® a trav¨¦s del s¨¦ptimo arte, convirti¨¦ndose en uno de los m¨¢s prestigiosos directores argentinos. Hab¨ªa en ¨¦l, sin embargo, otra personalidad, con fuerte sensibilidad por lo hist¨®rico, por lo pol¨ªtico, que siempre estuvo ah¨ª, pero no desarroll¨® hasta 1989. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, Pino Solanas, uno de los grandes triunfadores de las ¨²ltimas elecciones legislativas argentinas, se ha consolidado, a sus 73 a?os, como la esperanza y el estandarte de la iziquierda argentina.

Parte de la culpa la tiene Alfons¨ªn. En 1989 renunci¨® al final de su mandato, se adelantaron elecciones y Carlos Menem fue elegido. Recostado en un sill¨®n de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, donde recientemente imparti¨® un curso sobre cine, Solanas rememora aquellos d¨ªas: "Una semana despu¨¦s de ser elegido, Menem dijo: 'No, el programa que yo present¨¦ no es v¨¢lido, porque la crisis es tan fuerte que voy a aplicar el programa neoliberal de la minor¨ªa liberal a la que combat¨ªamos'. Semejante golpe de estado pol¨ªtico fue una cosa terror¨ªfica", remarca. Aquello le indign¨® tanto que, vali¨¦ndose de su popularidad como director, sigui¨® criticando a Menem, hasta tal punto que el ex presidente le denunci¨® por calumnias e injurias. Durante el juicio, Solanas se ratific¨® en todo lo dicho. Una semana despu¨¦s de la vista, lo balearon. Seis tiros. "Eso cambi¨® el curso de mi vida", confiesa.

Comenz¨® entonces una carrera activa como pol¨ªtico. "El hecho de plantarme y enfrentarme a Menem hizo que resultara un referente para gente que andaba desorientada", dice orgulloso. Han tenido que pasar 20 a?os para que a Solanas le llegue su mejor momento pol¨ªtico. Coherencia, ¨¦tica, unidad y proyecto son las cuatro palabras con las que define Proyecto Sur, el resultado pol¨ªtico de un grupo de reflexi¨®n nacido en 2002 sin vocaci¨®n electoral, con el objetivo de recuperar un debate p¨²blico que, en su opini¨®n, est¨¢ muy degradado. "En las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha producido un vaciamiento de los contenidos pol¨ªticos, que fueron sustituidos por el m¨¢rketing, la publicidad, la frivolizaci¨®n. La traici¨®n al mandato del voto se hizo norma", explica recio. El salto del debate a las urnas se produjo en 2007, cuando el ex presidente N¨¦stor Kirchner renov¨® por 30 a?os las concesiones petrol¨ªferas que a¨²n ten¨ªan vigencia para una d¨¦cada. "El petr¨®leo de mis hijos y mis nietos lo estaban negociando", afirma Solanas, firme defensor de la nacionalizaci¨®n de los recursos naturales. "Fue tan infame el gesto y tan atroz la realidad argentina donde esto se hac¨ªa que ning¨²n dirigente pol¨ªtico en el a?o de la elecci¨®n presidencial discut¨ªa el tema y esto se ocultaba". Ah¨ª comenz¨® una aventura electoral que les repar¨® el 7,5% de los votos y les coloc¨® quintos a nivel nacional. No obstante, la gran sorpresa ocurri¨® este junio. Pino Solanas fue segundo en Capital Federal, el segundo distrito electoral del pa¨ªs. Se hizo con uno de cada cuatro votos y su formaci¨®n se consolid¨® como la principal fuerza de la izquierda argentina. Los buenos resultados han llegado pese al adelanto de las elecciones, que el Gobierno decidi¨® a ¨²ltima hora y que les impidi¨® presentarse m¨¢s que en cuatro de los grandes distritos. Con una campa?a austera ?"vend¨ªamos pel¨ªculas en la calle, hac¨ªamos colectas, bailes y aportes personales"? consiguieron unos resultados inesperados. "Todos se sorprenden de que hayamos encendido el inter¨¦s por la gente joven, que en general es ap¨¢tica, no quiere saber nada de pol¨ªtica". Solanas acude a su medio siglo de experiencia como cineasta y su relaci¨®n con las universidades para explicar la composici¨®n de su electorado.

Curtido en mil batallas

A pesar de estar curtido en mil batallas, todav¨ªa hay cosas que le llegan a sorprender. Que los Kirchner hayan multiplicado por siete su patrimonio le resulta "absolutamente insostenible e injustificable". Pero lo preocupante es, en su opini¨®n, "c¨®mo le puedes explicar al ciudadano com¨²n honesto esa historia. No lo hacen [multiplicar su patrimonio] con lo que ganan, lo hacen con negocios paralelos en base a su posici¨®n de privilegio. Abominable delito". Solanas propone, para evitar atropellos como ¨¦ste, "la democratizaci¨®n de la democracia y la refundaci¨®n de una pr¨¢ctica de la ¨¦tica p¨²blica". Democratizar tambi¨¦n el poder judicial, el Parlamento, el poder legislativo, el sistema electoral... "Hay que inculcar desde las escuelas la conciencia de lo que te pertenece. Los bienes de un pa¨ªs son del pueblo, eso lo dicen todas las jurisprudencias cl¨¢sicas. Administrados por el Ayuntamiento, que es el administrador del consorcio de propietarios... Pero es que un pa¨ªs es un consorcio de propietarios".

?Qu¨¦ pensar¨ªa Per¨®n, aqu¨¦l al que todos invocan en la pol¨ªtica argentina, desde la derecha, desde la izquierda, del matrimonio? Solanas no duda: "Que son impostores, gente que trabaja con su disfraz, con su banderita". Fiel a su discurso de izquierdas, Solana reivindica que "lo que queda son los anhelos de los pueblos. Esas son las banderas eternas. El pueblo argentino no es diferente de otros pueblos del mundo: quiere bienestar, crecimiento social, trabajo estable, respeto, vivir con dignidad, ser libres".

Unos valores como los que les gustar¨ªa tener tambi¨¦n al resto de pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, una regi¨®n que vive un momento "interesante", con un gran n¨²mero de gobiernos de izquierdas y de centro izquierda, todos con sus particularidades y ninguno como ejemplo. "No queremos copiar a ninguno. Cada pa¨ªs tiene sus l¨ªmites, cada gobernante tiene sus virtudes y sus l¨ªmites. Lula, Ch¨¢vez... todos. No nos metemos en la casa del vecino".

Solanas se muestra confiado. Aunque para algunos pueda resultar anticuado, nost¨¢lgico quiz¨¢s, su discurso convence. Transmite un carisma de l¨ªder. Muchos piensan que estar¨¢ entre los tres candidatos a la presidencia en 2011. Aunque mantiene el entusiasmo, es consciente de que los a?os pesan. "Por supuesto que hubiese sido mejor antes. Pero un proyecto no lo hace una persona, o un dirigente ni cinco". ?Se ve como presidente entonces? "Ideas tenemos. Pero esto es m¨¢s una carga que un premio".