A?o de tifones en Taiwan
Pese a la crisis de Gobierno causada por las cr¨ªticas tras el paso de Morakot, y la queja de China por la visita del Dalai Lama, la isla avanza en su pol¨ªtica de distensi¨®n
Taiwan recordar¨¢ 2009 como el a?o de los tifones. El primero, de nombre Morakot (esmeralda, en tailand¨¦s), barri¨® la isla el pasado agosto con una larga estela de destrucci¨®n que dej¨® m¨¢s de 600 v¨ªctimas mortales y sepult¨® pueblos enteros bajo el lodo y la muerte. Fue la peor tragedia de este tipo en el ¨²ltimo medio siglo.
El segundo tif¨®n lleg¨® en forma de hurac¨¢n pol¨ªtico. Cuando la comunidad internacional ofreci¨® ayuda para paliar las consecuencias de la cat¨¢strofe, el Ministerio de Exteriores la rechaz¨® mediante el env¨ªo de un telegrama a sus representaciones en el mundo. Lo hizo supuestamente sin informar a la Oficina Presidencial. Y desencaden¨® la tormenta. El gobernante Kuomintang (KMT) recibi¨® la censura pr¨¢cticamente un¨¢nime de la prensa taiwanesa y del opositor Partido Progresista Democr¨¢tico (DPP). Tanto, que la duraci¨®n de este tif¨®n fue mayor que la de Morakot: culmin¨® la semana pasada, con el relevo del primer ministro, el viceprimer ministro y 14 de los 40 miembros del Gabinete taiwan¨¦s, en un gesto con poco precedente en Occidente.
El ojo del tornado lo ocup¨® el sempiterno asunto que une y divide a los taiwaneses: la relaci¨®n con la China continental. El DPP, que aboga por la separaci¨®n absoluta del continente, invit¨® a comienzos de septiembre al Dalai Lama, s¨ªmbolo de la independencia del T¨ªbet y una de las peores pesadillas de Pek¨ªn, para que confortara a las v¨ªctimas de Morakot en su calidad de dirigente religioso y espiritual. Pero el disparo se realiz¨® con escopeta de doble ca?¨®n: por un lado, si el actual Gobierno del KMT -que ha hecho del acercamiento a China su bandera- aceptaba la visita, pod¨ªa derribar de un plumazo la minuciosa red de v¨ªnculos a lo largo del Estrecho de Taiwan tejida desde que gan¨® las elecciones, en mayo de 2008; por otro, si la rechazaba, acentuar¨ªa la repulsa popular al presidente taiwan¨¦s, Ma Ying-jeou, que tras el paso del tif¨®n vivi¨® sus horas m¨¢s bajas (lleg¨® al 14%, pero la semana pasada, tras la crisis de Gobierno, subi¨® al 39%; todo, en v¨ªsperas de las elecciones locales de diciembre).
La soluci¨®n quiso ser salom¨®nica, pero dej¨® cicatriz. Ma acept¨® la visita del Dalai en su condici¨®n de representante religioso, aunque no reconoci¨® en ¨¦l al l¨ªder pol¨ªtico y, por esa raz¨®n, no le recibi¨®. "Para no afectar a la mejor¨ªa de los lazos con China", explic¨® el representante tibetano en la isla, Dawa Tsering. El Dalai Lama abandon¨® Taiwan el d¨ªa 4, consciente de haber sido el bal¨®n en un encarnizado partido de f¨²tbol.
Con casi 23 millones de habitantes en 36.200 kil¨®metros cuadrados -tama?o aproximado al de la Extremadura espa?ola, con algo m¨¢s de un mill¨®n de personas-, en el Pac¨ªfico occidental entre Jap¨®n y Filipinas, Formosa (hermosa, en portugu¨¦s) o la Rep¨²blica de China es en realidad un insecto posado sobre la piel de un enorme drag¨®n. Y, como buen insecto, sabe que el uso del aguij¨®n conlleva la muerte.
China reclama la soberan¨ªa de la isla, que cuenta con un Gobierno aut¨®nomo desde que termin¨® la guerra civil china, en 1949. En aquella fecha, tras la victoria de Mao Zedong en el continente, el general Chiang Kai-chek y los partidarios del antiguo r¨¦gimen chino se refugiaron en la isla de Taiwan, que estuvo gobernada por Jap¨®n durante 50 a?os. El apoyo de EE UU evit¨® una invasi¨®n china tras la contienda de Corea, pero el reparto del mundo de la guerra fr¨ªa hizo que Washington acabara reconociendo a la Rep¨²blica Popular China en detrimento de su siamesa, la Rep¨²blica de China o Taiwan.
Desde entonces, el oleaje de las aguas del estrecho se ha movido como en un permanente tif¨®n, que pudo tornarse catastr¨®fico entre 2000 y 2004, durante la ¨²nica legislatura en la que no gobern¨® el KMT en la historia taiwanesa, sino el DPP. El mandato de su l¨ªder, Chen Shui-bian -condenado el pasado viernes junto a su esposa, Wu Shu-chen, a cadena perpetua por corrupci¨®n-, se caracteriz¨® por un fuerte activismo independentista y por la acidez en las relaciones con Pek¨ªn.
Ahora, sin embargo, la situaci¨®n ha cambiado. Lo explicaba a EL PA?S en Taipei el ya ex ministro de Relaciones Exteriores Francisco Ou, apenas d¨ªas antes de su relevo: "Hasta el momento, la rivalidad a ambos lados del estrecho s¨®lo hab¨ªa servido para quitarnos aliados mutuamente. Pero ahora hemos propuesto una tregua diplom¨¢tica a China continental, que ha dado buenos resultados". Esta nueva pol¨ªtica de asuntos chinos -que se propone continuar el sucesor de Ou, Timothy Yang, hasta ahora representante taiwan¨¦s en Indonesia- suaviza las aristas de la exigencia de reunificaci¨®n formulada por Pek¨ªn, en ocasiones incluso bajo la amenaza de una intervenci¨®n armada. "Nosotros hemos contrapropuesto la pol¨ªtica de los tres noes: no independencia, no unificaci¨®n y no uso de la fuerza", explica Ou en perfecto espa?ol. "Con estas tres premisas, enviamos un mensaje muy claro: no queremos la unificaci¨®n, pero tampoco vamos a luchar por la independencia. Lo que China continental no tolera es la separaci¨®n de Taiwan. Mediante esta nueva pol¨ªtica manifestamos claramente que no perseguimos la independencia y as¨ª les dejamos sin motivos para continuar en la competencia viciosa de robarnos aliados mutuamente". Porque la isla sobrevive en una especie de limbo diplom¨¢tico: s¨®lo 23 pa¨ªses reconocen a la Rep¨²blica de China, que en el resto del planeta se ha visto obligada a establecer embajadas oficiosas bajo el nombre de oficinas comerciales y culturales.
Pero el incipiente proceso de amistad se ha visto en peligro tras la visita del Dalai Lama, si bien es cierto que las iras de Pek¨ªn, aunque dirigidas contra Taipei, afinaron el tiro y culparon directamente a la oposici¨®n independentista. Con todo, la primera reacci¨®n simb¨®lica doli¨® al Gobierno del KMT: los deportistas chinos no participaron en la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos Sordol¨ªmpicos que tuvo lugar el d¨ªa 5 en Taipei, un evento que cont¨® con la presencia del propio Ma Ying-jeou, que lo celebr¨® como el aval internacional a la identidad taiwanesa. En respuesta a las preguntas de este peri¨®dico, durante un encuentro con un grupo de periodistas extranjeros celebrado la v¨ªspera, el viceministro de Deportes, Chen Hsien-chung, lament¨® el gesto del vecino continental: "Es una actitud pol¨ªtica en un acontecimiento exclusivamente deportivo", aunque se apresur¨® a precisar que la ausencia china no iba "a poner en peligro la cooperaci¨®n bilateral".
En realidad, lo que realmente importa ahora a Taipei es que el monumental enfado no afecte a la negociaci¨®n sobre el Acuerdo Marco de Cooperaci¨®n Econ¨®mica (ECFA, por sus siglas en ingl¨¦s) que mantendr¨¢n delegaciones de los dos lados del estrecho antes de que finalice el a?o. El pacto, asimilable a un tratado de libre comercio, prev¨¦ una rebaja de aranceles y, lo que es m¨¢s importante, podr¨ªa equiparar a Taiwan con otros socios comerciales del gigante asi¨¢tico. De hecho, viene precedido de una pr¨¢ctica real de puertas abiertas al comercio: el incremento del flujo de misiones comerciales en uno y otro sentido -la tercera china, este a?o, realiz¨® pedidos a Taiwan por valor de 3.870 millones de d¨®lares-; la reanudaci¨®n de vuelos regulares desde el 31 de agosto, tras una interrupci¨®n de m¨¢s de 60 a?os; el aumento de turistas continentales, que desde julio han superado ya los 450.000, e incluso la colaboraci¨®n de las dos Chinas en la producci¨®n de telenovelas y otros programas de televisi¨®n, en un claro s¨ªntoma de apertura al intercambio entre dos culturas que durante miles de a?os fueron una sola.
Centroam¨¦rica, socio privilegiado
El presidente taiwan¨¦s, Ma Ying-jeou, realiz¨® en julio una gira por la regi¨®n amiga de Centroam¨¦rica: de los 23 pa¨ªses que reconocen diplom¨¢ticamente a la isla, 12 pertenecen a esa zona del mundo.
"La amistad y la cooperaci¨®n con Am¨¦rica Central] han sido tradicionalmente muy s¨®lidas", admiti¨® el ex ministro de Exteriores Francisco Ou en la que posiblemente fue la ¨²ltima entrevista con la prensa mientras ocup¨® el cargo. Y se explicaba la deserci¨®n -dolorosa, sin duda- de Costa Rica, que en 2007 anunci¨® su ruptura con Taiwan y el establecimiento de relaciones con la Rep¨²blica Popular China, "porque todav¨ªa no se hab¨ªa propuesto nuestra nueva pol¨ªtica de tregua diplom¨¢tica [con China continental]".
La isla desarrolla en la zona millonarios proyectos de cooperaci¨®n, que mantendr¨¢ a pesar del acercamiento a China, seg¨²n garantiz¨® el presidente Ma durante su visita. A ellos se une su papel de observador activo en algunas instituciones centroamericanas. Lo explicaba a EL PA?S quien hasta la semana pasada fue responsable de la diplomacia taiwanesa: "El mundo se est¨¢ agrupando regionalmente. Creo que hay que fortalecer el Sica [Sistema de Integraci¨®n Centroamericana] en vez de desarmarlo, pero el Parlacen Parlamento Centroamericano] es otra cosa: no ha funcionado bien, sus resoluciones son totalmente irrelevantes. No me extra?a que Panam¨¢ haya anunciado su retirada. El Banco Centroamericano de Integraci¨®n Econ¨®mica BCIE] tambi¨¦n es un buen instrumento y por eso somos uno de sus principales accionistas".
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