La 'narcon¨®mina' de Monterrey
Un operativo del Ej¨¦rcito en el Estado mexicano de Nuevo Le¨®n descubre el mecanismo con el que los narcotraficantes corrompen a polic¨ªas y funcionarios
Corromper a un polic¨ªa en M¨¦xico cuesta, por lo menos, unos 400 euros al mes. El narcotr¨¢fico repart¨ªa sobornos entre los mandos policiales que oscilaban entre 400 y 1.000 euros mensuales. Los detalles de los pagos se difundieron tras un operativo realizado por el Ej¨¦rcito mexicano en Monterrey (a unos 700 kil¨®metros al norte de la capital del pa¨ªs), donde se decomisaron el equivalente a unos 3,6 millones de euros, repartidos entre d¨®lares y pesos mexicanos. Los militares tambi¨¦n se incautaron de una cantidad de sobres con los que se repartir¨ªa el dinero entre la polic¨ªa.
La cantidad de dinero incautada no es la mayor que se ha decomisado en los ¨²ltimos meses. En 2008 fueron confiscados unos 26 millones de d¨®lares en efectivo al narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, uno de los l¨ªderes del cartel de Sinaloa. Lo notorio es la narcon¨®mina que la operaci¨®n dej¨® expuesta. Los sobres confiscados estaban etiquetados con los nombres de los funcionarios que recibir¨ªan el dinero de los narcotraficantes.
En el operativo, las autoridades arrestaron a Carlos Mario Mart¨ªnez Hanss, Gabriel Arturo L¨®pez Puga, Jorge Luis L¨®pez Priego y ?scar Le¨®n P¨¦rez. Los detenidos custodiaban el dinero, que se cree pertenec¨ªa a la banda de Los Zetas, el brazo armado del cartel del Golfo.
El dinero confiscado es mucho como para estar destinado a una sola n¨®mina de corrupci¨®n, se?alaron a EL PA?S los especialistas consultados, que pidieron el anonimato. "Es cosa del ayer eso de que corromp¨ªan a los jefes policiacos con pagos mensuales de 70.000 pesos mexicanos unos 3.500 euros]", se?al¨® uno de los entrevistados. Seg¨²n explicaron, se paga a los polic¨ªas un sueldo peri¨®dico o bien "por evento".
El mecanismo funciona as¨ª: un miembro de la polic¨ªa se encarga de reclutar, instruir y pagar a los dem¨¢s; al principio se les paga m¨¢s, y conforme pasa el tiempo y avanzan los "encargos", reciben menos dinero; como "ya est¨¢n dentro" del c¨ªrculo de corrupci¨®n, ya no pueden negarse a cumplir las ¨®rdenes de los narcotraficantes.
Entre sus "obligaciones", los polic¨ªas corruptos abren pista, es decir, facilitan el trasiego de embarques de estupefacientes o despejan el camino para que nadie se interponga cuando los criminales van a secuestrar o a matar a una persona.
Desde la llegada a la presidencia de Felipe Calder¨®n en diciembre de 2006, las detenciones de equipos enteros de polic¨ªas se han vuelto rutinarias. En junio pasado, el Ej¨¦rcito mexicano detuvo a 98 polic¨ªas en Pachuca (a 100 kil¨®metros al noreste de la Ciudad de M¨¦xico); el 14 de este mes detuvieron a otros 23. En ambos casos se trataba de polic¨ªas municipales y estatales. ?La acusaci¨®n? Pertenecer a la n¨®mina de Los Zetas. Uno de los detenidos era el segundo al mando de la polic¨ªa estatal.
Aqu¨ª nadie se sorprende con la confesi¨®n del pasado viernes de un jefe m¨¢ximo del Gobierno para la seguridad, Jorge Tello Pe¨®n, ex coordinador nacional de inteligencia y hoy secretario del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica. Ante la meta que el Gobierno se ha impuesto de evaluar el comportamiento de los 400.000 polic¨ªas del pa¨ªs en cuatro a?os, Tello reconoci¨® que las autoridades no tienen "los recursos para hacer eso. No hay quien lo mida. No hay capacidad f¨ªsica para hacer esa evaluaci¨®n". El rastro de la corrupci¨®n es dif¨ªcil de seguir en el laberinto policial en M¨¦xico, donde existen m¨¢s de 1.600 cuerpos policiales repartidos entre municipales, estatales y federales, listos para ser abordados por los criminales con la oferta de plata o plomo.
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