Cuba se plantea acabar con las gratuidades y el igualitarismo
El Gobierno gasta alrededor de 800 millones de d¨®lares en subvencionar la libreta de racionamiento y al menos otros 350 millones en los comedores obreros
El gobierno de Ra¨²l Castro comienza a dar los primeros pasos para desmontar el macro sistema estatal de subsidios y gratuidades sociales, que durante medio siglo han sido s¨ªmbolo del igualitarismo de la revoluci¨®n pero que hoy son apreciados como una "carga insostenible". Anualmente, el Gobierno gasta alrededor de 800 millones de d¨®lares (545 millones de euros) en subvencionar la libreta de racionamiento y al menos otros 350 millones de d¨®lares (239 millones de euros) en los comedores obreros, los primeros que podr¨ªan sucumbir a la nueva pol¨ªtica de realismo econ¨®mico.
Las autoridades han anunciado este viernes que a partir de la pr¨®xima semana comenzar¨¢ un "experimento" en cuatro ministerios -el de Trabajo y Seguridad Social; Finanzas y Precios; Econom¨ªa y Planificaci¨®n; y Comercio Interior-, consistente en suprimir los comedores obreros de sus dependencias a cambio de dar una ayuda monetaria a los trabajadores. El salario medio mensual en Cuba es de 408 pesos (unos 12 euros), y el "estipendio" que se dar¨¢ a los funcionarios para que almuercen por su cuenta ser¨¢ de 15 pesos diarios (unos 0,5 euros).
Si -como es de esperar- la medida se extiende a nivel nacional, tendr¨¢ un impacto considerable. En Cuba existen m¨¢s de 24.700 comedores obreros, donde cada d¨ªa comen 3,5 millones de trabajadores del Estado, una tercera parte de la poblaci¨®n. El diario Granma comentaba hoy que el objetivo es "abrir las puertas a la racionalidad y al ahorro", y "liberar al pa¨ªs de una carga que no puede ni est¨¢ en condiciones de seguir llevando".
Durante medio siglo, el Gobierno de Fidel Castro hizo del paternalismo estatal la f¨®rmula para garantizar la igualdad social. Era el Gobierno, siguiendo criterios ideol¨®gicos y no econ¨®micos, el que aseguraba a la poblaci¨®n sus necesidades: comida, ropa, educaci¨®n, escuela, etc.. No importaba cuanto costara esto y si una persona era m¨¢s o menos productiva en su trabajo...
Con Ra¨²l Castro el realismo econ¨®mico empieza a sustituir al paternalismo 'fidelista'. El actual presidente cubano dijo recientemente que el gasto social deb¨ªa "estar acorde a las posibilidades reales". "Hay que eliminar el gasto que es simplemente insostenible, que ha crecido a?o tras a?o y que, adem¨¢s (...) est¨¢ provocando que la gente sienta que no tiene necesidad de trabajar", afirm¨®.
Ra¨²l ya ha dicho que la salud y la educaci¨®n seguir¨¢n siendo gratuitas y universales, y que el sistema de seguridad social, que se lleva cerca del 20 % de los presupuestos del Estado, es prioritario. Todos los dem¨¢s subsidios y gratuidades hoy est¨¢n en proceso de revisi¨®n, incluida la famosa libreta de racionamiento, en vigor desde los a?os sesenta. Los indicios de que se pretende acabar con la famosa cartilla son cada vez m¨¢s fuertes. Por ella, cada cubano recibe al mes peque?as cantidades de arroz, frijoles, az¨²car, grasas y prote¨ªnas a precios subsidiados, que alcanzan para unos quince d¨ªas.
Mantener la libreta le cuesta al Estado unos 800 millones de d¨®lares anuales; la idea, al parecer, es subvencionar ahora a las personas que m¨¢s lo necesitan, no los productos. De cualquier modo, la decisi¨®n no es sencilla: con los salarios deprimidos de hoy, un golpe as¨ª para mucha gente podr¨ªa resultar demoledor.
Desde que asumi¨® el poder Ra¨²l Castro ha tomado medidas para eliminar las excesivas cargas del Estado: hace algunos meses acab¨® con las vacaciones subsidiadas en la playa para los dirigentes y trabajadores ejemplares, y tambi¨¦n con las cuotas de productos en pesos cubanos que se daban a algunas personas, como por ejemplo los reci¨¦n casados. Sin embargo, todav¨ªa quedan cientos de gratuidades sin tocar, desde el derecho de cada cubano a un entierro y un ata¨²d gratuito al morirse, al pastel subvencionado del d¨ªa de las madres. Un economista cubano opinaba: "Eliminar subsidios es necesario, pero entonces el salario debe recobrar el valor que ahora no tiene. El Estado debe dar mayores m¨¢rgenes a la iniciativa privada para permitir que la gente puede salir adelante".
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