ZP, en Penn Avenue

Est¨¢ a medio camino de la Casa Blanca y el Capitolio, en el 555 de Pennsylvania Avenue, la calle del poder americano y mundial, esos 1.900 metros por donde desfilan los presidentes en la Inauguration, la toma de posesi¨®n, y adem¨¢s recorrido obligado para los mandatarios extranjeros que, como Zapatero, cumplen con el ritual de entrevistarse el mismo d¨ªa con la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, y el presidente de los Estados Unidos. En Penn est¨¢ la Blair House, hotel oficial para visitantes ilustres y lugar de grandes reuniones y acuerdos, donde se hosped¨® Zapatero en la noche del lunes al martes. Tambi¨¦n en Penn est¨¢n los departamentos del Tesoro y de Justicia y la sede del FBI. Y finalmente en 555 Penn est¨¢ el edificio en cuesti¨®n, un museo, el m¨¢s moderno, inaugurado en abril de 2008.

Durante la jornada de ayer, sus numerosos visitantes tuvieron la oportunidad de contemplar, entre las numerosas im¨¢genes que se exponen, algunas fotograf¨ªas tomadas el martes en el Sal¨®n Oval de la Casa Blanca en las que aparecen, sentados y charlando frente a la chimenea, los presidentes norteamericano y espa?ol. Es una foto estandarizada. Hay otras del mismo tipo y en el mismo escenario de Gonz¨¢lez con Bush padre (1989) y de Aznar con Clinton (1997) y Bush hijo (2001). Pero nunca se pudieron ver en este peculiar museo, que todav¨ªa no hab¨ªa abierto sus puertas, y donde ayer se exhib¨ªan las fotos de Zapatero. Esas im¨¢genes se renuevan a diario, de forma que hoy mismo aparecer¨¢n otras y no quedar¨¢ ni rastro de nuestro presidente del Gobierno, al menos a la vista de los visitantes; todo un s¨ªmbolo de la ef¨ªmera traza que dejan la vida internacional y el paso de mandatarios extranjeros por Washington.

Aclaremos un poco las cosas. ?ste es un museo extra?o, cuyo nombre denota una profunda y moderna contradicci¨®n. Se trata del Newseum, el Museo de las Noticias. Nada hay m¨¢s incompatible con el coleccionismo, la antolog¨ªa y la museizaci¨®n que las noticias, las novedades del d¨ªa. Por fortuna, el Newseum es bastante m¨¢s que un museo, de forma que la contradicci¨®n se resuelve gracias al dinamismo period¨ªstico que anima su organizaci¨®n, del que se puede captar un atisbo en su portal digital (www.newseum.org). Una de las cosas que destaca entre sus salas de exposiciones, estudios de radio y televisi¨®n e instalaciones es la galer¨ªa de las primeras p¨¢ginas, donde cada d¨ªa se despliegan, a eso de las 8.30 de la ma?ana (las 14.30 hora espa?ola), m¨¢s de 700 portadas de peri¨®dicos de todo el mundo, la mitad de ellos norteamericanos y s¨®lo siete espa?oles. Gracias a estas pocas cabeceras podemos ver las fotos de Obama y Zapatero que sobrevivieron a pesar de la masclet¨¤ en que se convirti¨® el caso G¨¹rtel en las mismas horas.

Consultar la galer¨ªa de portadas es un buen ejercicio sobre los titulares y las fotos del d¨ªa. Permite corroborar c¨®mo funciona el Sal¨®n Oval a efectos de la producci¨®n noticiosa mundial. Y adquirir conciencia de la posici¨®n perif¨¦rica de nuestra actualidad pol¨ªtica. La noticia del martes es, sin duda, la aprobaci¨®n por la Comisi¨®n de Finanzas del Senado del proyecto de reforma del sistema de salud que Obama ha pedido a ambas c¨¢maras. Despu¨¦s de esta votaci¨®n, queda algo m¨¢s despejado el camino para el proyecto m¨¢s dif¨ªcil y definitorio de esta presidencia en pol¨ªtica interior. Hay tres borradores aprobados por otras tantas comisiones del Congreso y dos en el Senado, que deber¨¢n terminar refundidos en uno solo. S¨®lo entonces podr¨¢ darse Obama por satisfecho y tendr¨¢ asegurado ya un pelda?o tangible en su hasta ahora ret¨®rica presidencia. No hay duda, pues, del calibre que tiene la visita de dos horas de Zapatero. El Washington Post, el mejor y m¨¢s importante peri¨®dico capitalino, dedica una noticia breve firmada a la ¨²nica cuesti¨®n que llam¨® la atenci¨®n del encuentro, como fue la oferta de traslado de dos o tres presos de Guant¨¢namo a Espa?a.

Si ZP puede hacer pocas exhibiciones de poder en Penn Avenue, lo mismo sucede con los medios y la prensa europeos en el Newseum. De una a otra punta de la avenida se juega una partida en la que el Congreso le gana la mano con mucha frecuencia al presidente. Zapatero es noticia, min¨²scula, pero noticia, porque le est¨¢ echando un cable a Obama en su dif¨ªcil partida con el Congreso. Los congresistas no quieren saber nada del traslado de los detenidos de Guant¨¢namo a c¨¢rceles radicadas en sus circunscripciones electorales. Prefieren que se vengan a Europa.

Pero el Newseum, s¨ªmbolo del Cuarto Poder, tiene tambi¨¦n algo de pante¨®n, al menos de la prensa escrita. Si all¨ª est¨¢n sus portadas es porque se hallan ya museizadas, mientras las noticias circulan por otra parte. Para saber el peso de las noticias -ZP en Penn Avenue- hay que dirigirse a otra avenida, esta virtual y m¨¢s accesible. Google, sin ir m¨¢s lejos.