P¨¢nico en R¨ªo de Janeiro
La disputa entre facciones de dos favelas desencadena un enfrentamiento con la Polic¨ªa Militar que provoca doce muertos
Doce muertos, ocho heridos, un helic¨®ptero de la polic¨ªa abatido y un cami¨®n y diez autobuses incendiados. La fotograf¨ªa podr¨ªa reflejar perfectamente el saldo de un enfrentamiento armado en una zona de conflicto, como Afganist¨¢n, pero en R¨ªo de Janeiro la realidad a veces supera el gui¨®n de cualquier pel¨ªcula b¨¦lica. Ayer, la ciudad m¨¢s tur¨ªstica de Brasil volvi¨® a mutar en territorio de guerra. Los narcotraficantes sembraron el p¨¢nico en varios barrios de la deprimida zona norte de R¨ªo, donde las r¨¢fagas y los disparon fueron el sonido ambiente durante toda la jornada.
La disputa entre facciones criminales por los puntos de venta de drogas fue el detonante del sinsentido que ayer se extendi¨® por la ciudad. A la una de la madrugada, un grupo de narcos de la favela Morro S?o Jo?o pertenecientes a la conocida agrupaci¨®n Comando Vermelho intent¨® invadir una comunidad vecina, el Morro dos Macacos, que vive bajo la ley de la facci¨®n rival Amigos Dos Amigos (ADA). El fuego cruzado en plena noche desat¨® el p¨¢nico en el popular barrio de Vila Isabel y acab¨® provocando la intervenci¨®n de la Polic¨ªa Militar, que s¨®lo despleg¨® 120 hombres en la zona y casi ocho horas despu¨¦s de que comenzara la guerra entre narcotraficantes. Los agentes encontraron a su llegada los cuerpos de tres supuestos narcos en el interior de un coche.
Tras la ocupaci¨®n, el enfrentamiento pas¨® a ser entre narcos y polic¨ªas, lo que provoc¨® la muerte a siete delincuentes m¨¢s. Lo ofensiva de los delincuentes, que a menudo no se amilanan ante las intervenciones policiales y llegan a responder con armamento pesado, consigui¨® alcanzar un helic¨®ptero militar que desarrollaba labores de apoyo a¨¦reo a la operaci¨®n terrestre que continuaba en los meandros de la favela. Los impactos inutilizaron la h¨¦lice y el aparato se precipit¨® en llamas sobre un campo de f¨²tbol. El piloto, que tambi¨¦n hab¨ªa sido alcanzado por los disparos y ya hab¨ªa perdido al control de la aeronave, perdi¨® la vida junto a otro agente. Otros cuatro tripulantes lograron salir del helic¨®ptero antes de que estallara. Uno de ellos, que contin¨²a gravemente herido, es un tirador de ¨¦lite que hace un mes le salv¨® la vida a una mujer mantenida durante horas como reh¨¦n por un delincuente armado con una granada.
La ola de violencia corri¨® como la p¨®lvora por varios puntos de la ciudad ayer por la tarde. Los narcos cariocas no quieren injerencias de las fuerzas del orden en sus guerras internas y en represalia a la intervenci¨®n de la polic¨ªa decidieron exportar el terror fuera de las favelas. Incendiaron diez autobuses, un cami¨®n de basura y un coche. Entre los heridos por los intensos tiroteos se cuentan algunos adolescentes y ni?os, todos ellos v¨ªctimas colaterales de las tristemente conocidas balas perdidas.
Como ocurre siempre en estas dram¨¢ticas situaciones, los vecinos de las favelas son los que se llevan la peor parte. Hartos de una violencia que frecuentemente se escapa de todo control, muchos de ellos cortaron una calle del barrio de Vila Isabel, incendiaron neum¨¢ticos y cargaron con piedras contra los veh¨ªculos policiales en se?al de protesta ante lo que consideraron una intervenci¨®n a destiempo y poco eficaz de la polic¨ªa.
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