Uruguay sue?a con un nuevo Lula

El Frente Amplio, el partido al que todas las encuestas dan por ganador en las elecciones de hoy domingo en Uruguay, representa muy bien el cambio que ha dado una parte muy importante de la izquierda en Am¨¦rica Latina, contrapuesto al que significan Hugo Ch¨¢vez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia. El Frente uruguayo, que aglutina todo el espectro de izquierda y centro izquierda, ha optado por una l¨ªnea socialdem¨®crata, de continuidad y negociaci¨®n, similar a la de Lula en Brasil o Bachelet en Chile y su candidato presidencial, Jos¨¦, Pepe, Mujica, un antiguo dirigente guerrillero, insisti¨® ayer, en una reuni¨®n con corresponsales extranjeros, en esa convicci¨®n: Uruguay, dijo, necesita y alienta la inversi¨®n extranjera. "Lo digo en todas partes y quiero que est¨¦ absolutamente claro", precis¨®.

Mujica simboliza mejor que nadie esa evoluci¨®n de la antigua izquierda: ex combatiente con las armas en la mano, encerrado por los militares en un pozo durante meses, vive aun hoy, a los 74 a?os, en una granja a las afueras de Montevideo y mantiene una manera de hablar que muchos uruguayos humildes identifican como propia, aunque haya tra¨ªdo de cabeza a los expertos de su partido durante toda la campa?a.

El candidato es muy diferente al presidente saliente, Tabar¨¦ V¨¢zquez, un m¨¦dico onc¨®logo, que ha seguido yendo una d¨ªa a la semana al hospital durante todo su periodo presidencial y que acaba de anunciar la publicaci¨®n de un libro sobre nuevos tratamientos del c¨¢ncer. Pero V¨¢zquez y Mujica, que no se tienen especial simpat¨ªa personal, comparten algo muy importante, una organizaci¨®n muy poderosa y t¨¦cnicamente capaz, que representa la l¨ªnea politica y que controla que no se produzcan grandes desv¨ªos. "Quien gobierna en Uruguay, m¨¢s que una persona u otra, es el Frente Amplio", analiza el rector de la Universidad, Rodrigo Arocena.

Por eso, Mujica lleva como segundo, y candidato a vicepresidente, a Danilo Astori, ministro de Econom¨ªa con Tabar¨¦ V¨¢zquez, que intent¨® sustituirle en la cabecera del cartel, pero fracas¨® en las elecciones primarias. "Si hay algo que admiro del Presidente de Brasil, Lula", dijo ayer Mujica, "es su manera de gobernar, la metodolog¨ªa que puso en pie de negociaci¨®n y di¨¢logo". Astori coincidi¨® plenamente: "Lula encar¨® el principal desaf¨ªo de Am¨¦rica Latina, que era compatibilizar desarrollo social con orden y crecimiento econ¨®mico, y todos los gobiernos de signo progresista de Am¨¦rica intentamos ese mismo camino".

Casi nadie en Uruguay pone en duda la victoria de Mujica, bien sea ma?ana, en primera vuelta, con m¨¢s del 50% de los votos, o si no alcanza ese list¨®n, a finales de noviembre, en segunda vuelta. La atenci¨®n se centra m¨¢s en el resultado de las legislativas (se vota tambi¨¦n para elegir 99 diputados y 30 senadores) y en el refer¨¦ndum que anular¨¢ la ley que arrebat¨® a los tribunales la posibilidad de procesar a los torturadores y asesinos de la dictadura. "Al tratarse de una anulaci¨®n y no de una derogaci¨®n", explic¨® Astori, "puede tener efectos retroactivos".

Uruguay es, probablemente, uno de los pa¨ªses con mayor participaci¨®n pol¨ªtica ciudadana y eso se aprecia con un simple paseo por la tranquila Montevideo: muchos ciudadanos han colocado en sus ventanas el distintivo del partido al que votan. "Aqu¨ª, como en la mayor parte de Am¨¦rica Latina, el voto es obligatorio, pero aunque no lo fuera, la participaci¨®n electoral alcanzar¨ªa el 90%", asegura Esteban Valenti, conocido periodista uruguayo, que fue responsable de la campa?a electoral de Tabar¨¦ Vazquez.

Seg¨²n Valenti, fueron los militantes del Frente Amplio los que lograron revertir la situaci¨®n de par¨¢lisis en la que qued¨® el partido como consecuencia de unas desafortunadas y sorprendentes declaraciones de Mujica sobre la justicia de Uruguay la pol¨ªtica argentina. "Las encuestas reflejaban esa paralizaci¨®n, y de repente, los militantes reaccionaron, salieron a la calle y lograron revitalizar la campa?a". Claro que los asesores t¨¦cnicos del Frente Amplio, claramente irritados por lo ocurrido, anularon todas las entrevistas de M¨²jica con la prensa extranjera y pusieron todo su empe?o en controlar m¨¢s estrechamente al candidato.