Golpe letal a la candidatura europea de Blair por tener que explicar la guerra de Irak
El ex primer ministro brit¨¢nico y otros pol¨ªticos laboristas deber¨¢n testificar en la investigaci¨®n sobre las causas y consecuencias del conflicto
Las posibilidades de Tony Blair de convertirse en presidente de la Uni¨®n Europea han recibido ayer un golpe probablemente letal con el anuncio de que deber¨¢ comparecer ante la comisi¨®n que investiga la pol¨¦mica entrada de Reino Unido en la guerra de Irak. En algunos medios diplom¨¢ticos de la capital comunitaria se recibi¨® la noticia con una sonrisa que dec¨ªa m¨¢s que el silencio que sigue envolviendo a una candidatura que s¨®lo defiende empecinadamente Gordon Brown. "Va a reforzar la idea de quienes quieren un presidente menos controvertido", vaticina Antonio Missiroli, un polit¨®logo de Bruselas.
Blair deber¨¢ declarar en enero o febrero ante la comisi¨®n de personalidades que busca arrojar luz sobre la participaci¨®n brit¨¢nica en la invasi¨®n de Irak en 2003. El entonces primer ministro fund¨® su decisi¨®n, entre otros factores, en un informe gubernamental que daba por hecho que Sadam Hussein pose¨ªa armas letales capaces de alcanzar a Reino Unido en apenas 45 minutos. Londres lleg¨® a enviar hasta 45.000 soldados a Irak y familiares de algunos de los ca¨ªdos ya han manifestado en los trabajos preparatorios de la comisi¨®n que Blair enga?¨® a la opini¨®n p¨²blica y lanz¨® al pa¨ªs a una guerra ilegal.
La comisi¨®n, formada por cinco personalidades y presidida por John Chilcot, un antiguo funcionario, comenzar¨¢ sus trabajos el pr¨®ximo d¨ªa 24, con pesquisas que cubrir¨¢n un amplio periodo temporal: desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos hasta el d¨ªa de la retirada oficial de las tropas brit¨¢nicas de Irak, en julio pasado.
Seg¨²n una nota emitida por el propio Chilcot, el informe final de los investigadores no se har¨¢ p¨²blico hasta finales de 2010 o incluso en 2011. Tambi¨¦n confirm¨®, quiz¨¢ para decepci¨®n de muchos, que los investigadores no emitir¨¢n veredictos de inocencia o de culpabilidad. Pero reiter¨® su compromiso de que ser¨¢ "extensa, rigurosa, justa y franca".
Los trabajos ir¨¢n mucho m¨¢s all¨¢ de la fecha de las elecciones generales de la pr¨®xima primavera, pero las jornadas previstas hacia principios de a?o para que comparezcan Blair y otros miembros del Gobierno deber¨ªan perjudicar al ya deprimido Partido Laborista al amenazar con reabrir el viejo debate sobre la guerra a meses vista de los comicios.
M¨¢s acuciante en el tiempo es su candidatura a la presidencia permanente de la UE, que se decide oficialmente la pr¨®xima semana. Con una sonrisa de oreja a oreja recibi¨® la noticia una fuente diplom¨¢tica continental, que hizo notar la feliz coincidencia entre la carrera presidencial y la decisi¨®n de Chilcot.
Las ambiciones europe¨ªstas del antiguo l¨ªder de la Tercera V¨ªa tienen hastiados a muchos Gobiernos lo mismo que el juego febril a favor de su antiguo jefe que practica Gordon Brown. Una fuente que reclama el anonimato mantiene que Brown ha planteado a sus socios un refer¨¦ndum sobre Blair. "Y el no ha ganado", se?ala la fuente, que daba por hecho el t¨¢ndem Herman Van Rompuy, primer ministro belga para presidente, y de David Miliband para alto representante hasta que Brown retir¨® la candidatura de su ministro de Exteriores para volver a colocar a Blair. "Lo que est¨¢ haciendo Brown es vergonzoso, pero hay un chantaje tal que nadie se atreve a decirlo", se?ala. Seg¨²n este informante, "la comparecencia sobre Irak deber¨ªa acabar con la candidatura de Blair" porque "?qui¨¦n va a querer como presidente a alguien que debe declarar ante tal comisi¨®n?".
Antonio Missiroli, director del European Policy Center, un centro de an¨¢lisis de Bruselas, es m¨¢s diplom¨¢tico. El golpe recibido por Blair "va a reforzar la idea de quienes quieren un presidente menos controvertido", dice. Pero no se atreve a darlo por acabado.
La idea del chantaje y de atm¨®sfera mafiosa es muy apropiada para describir lo que est¨¢ ocurriendo con su candidatura. Nadie la defiende en p¨²blico, salvo Brown, y muchos la critican en privado. Una destacada personalidad europea cuyo nombre se baraj¨® para presidente de la UE dec¨ªa recientemente, con elocuente iron¨ªa: "A ver qu¨¦ papel presenta con sus logros como mediador en Oriente Pr¨®ximo". Ser¨ªa un papel en blanco.
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