El dirigente m¨¢s pop
La aplastante derrota del SPD el pasado 27 de septiembre abri¨® las puertas a una coalici¨®n entre los democristianos de la CDU y los liberales del FDP. Tras la dimisi¨®n de la c¨²pula socialdem¨®crata, Sigmar Gabriel, de 50 a?os, asumi¨® el mando en el partido. Hab¨ªa hecho m¨¦ritos durante la campa?a. Cuando el SPD se ve¨ªa abocado al desastre, levant¨® un debate que descoloc¨® a democristianos y liberales. Aparecieron papeles de los ochenta que revelaban que el Gobierno de Helmut Kohl (CDU, en coalici¨®n con el FDP) hab¨ªa presionado a los cient¨ªficos que dieron el visto bueno para crear el cementerio nuclear de Gorleben, en Baja Sajonia. Si bien no evit¨® el desastre electoral, Gabriel dej¨® patente su habilidad para sacar el jugo a asuntos complejos en discusiones sencillas. Algo ideal en campa?a.
En su ascenso pol¨ªtico, Gabriel sufri¨® diversos altibajos. Antes de lograr ayer la presidencia del SPD, la carrera de Gabriel hab¨ªa tenido dos momentos estelares. Primero, cuando en 1999 y sin elecciones de por medio se convirti¨®, en Baja Sajonia, en el primer ministro m¨¢s joven de Alemania. A sus 40 a?os parec¨ªa el sucesor natural del canciller Gerhard Schr?der.
Tres a?os m¨¢s tarde, sus primeros comicios regionales le depararon un rev¨¦s de 15 puntos que le cost¨® la jefatura del Estado federal. El partido lo releg¨® entonces a "delegado para cultura y discurso pop". El nuevo destino, bien extravagante para un ex primer ministro regional, le hizo ganarse el poco amable mote de Siggy Pop, en referencia a Ziggy Stardust, el personaje de David Bowie.
Gabriel no se dio por vencido y en 2005 logr¨® la cartera de Medio Ambiente en el primer Gobierno de la democristiana Angela Merkel. Fue gracias al considerable peso socialdem¨®crata dentro de la gran coalici¨®n y, seg¨²n las malas lenguas, a la falta de un candidato alternativo.
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