Guinea Ecuatorial, sin luz, taqu¨ªgrafos ni democracia
Guinea Ecuatorial celebra el domingo unas elecciones simb¨®licas. Las llaman presidenciales porque servir¨¢n para confirmar en el poder a Teodoro Obiang Nguema, de 67 a?os, que ocupa la jefatura del Estado desde el 3 de agosto 1979, cuando derroc¨® en un golpe de Estado a su t¨ªo-dictador Francisco Mac¨ªas. No son democr¨¢ticas porque en la ex colonia espa?ola no hay democracia ni los comicios cumplen los requisitos m¨ªnimos para ser considerados libres y justos.
El r¨¦gimen ha impedido la presencia de medios de comunicaci¨®n y denegado la entrada a una delegaci¨®n de diputados espa?oles, que volv¨ªan a insistir pese a las malas experiencias anteriores. El ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, que en julio visit¨® Guinea al frente a una nutrida delegaci¨®n y alab¨® entonces los esfuerzos aperturistas de Obiang, guarda silencio ante lo que parece ser¨¢ un nuevo fraude.
El presidente ha pronosticado su victoria con el 98% de los votos. Para no quedar mal como gur¨² pol¨ªtico ha situado al frente de cada colegio electoral a un presidente de su Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial (PDGE), un remedo del Movimiento Nacional de Franco. Tambi¨¦n ha dado instrucciones para que se fomente el voto patri¨®tico ("que se sepa lo que vota cada guineano"), es decir, que el ciudadano muestre en p¨²blico la papeleta antes de introducirla en la urna.
En estas elecciones presidenciales, como sucede en las dictaduras, nunca se expuso el censo, que permanece como secreto de Estado. Nadie sabe qui¨¦n est¨¢ en la lista ni ha podido corregir errores, borrar muertos o mudados de direcci¨®n. La Comisi¨®n Electoral que velar¨¢ por la limpieza de los comicios est¨¢ compuesta por 19 personas. Quince son militantes del PDGE, dos simpatizantes de la misma formaci¨®n y dos de la oposici¨®n. Entre la desidia de muchos pa¨ªses y organizaciones y la negaci¨®n de visados no hay observadores internacionales.
El r¨¦gimen rechaz¨® la presencia de los parlamentarios espa?oles con la excusa de que no desea delegaciones bilaterales. Los diputados del PSOE ten¨ªan incluso aprobadas las dietas del viaje. Tampoco habr¨¢ observadores de la ONU ni de la UE. S¨®lo obtuvieron permiso dos organizaciones africanas sin experiencia en estos asuntos de contar bien los votos. Tampoco se ha permitido la presencia de medios de comunicaci¨®n extranjeros y menos a¨²n espa?oles, pese a la promesa que formul¨® Obiang ante Moratinos. S¨®lo est¨¢n las c¨¢maras de la televisi¨®n por sat¨¦lite qatar¨ª Al Yazira y las de ?frica 24, un canal participado por Obiang o el Estado ecuatoguineano, que a veces es lo mismo.
Guinea Ecuatorial es un pa¨ªs rico en petr¨®leo (el tercer productor africano) que explotan varias empresas estadounidenses. Produce algo menos de 400.000 barriles diarios, casi uno por habitante. Son 560.000, aunque el r¨¦gimen duplica la cifra para reducir el impacto de las ganancias petroleras y no perder las ayudas al desarrollo. Una prueba de que el censo est¨¢ inflado es que s¨®lo tienen derecho al voto 291.000 personas. Guinea es un pa¨ªs rico lleno de pobres con una renta per c¨¢pita de 14.941 d¨®lares (9.980 euros), detr¨¢s de Letonia y Croacia. La oposici¨®n de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) encabezada por Pl¨¢cido Mic¨® propone una hoja de ruta hacia la democracia con un plan de reorganizaci¨®n del Estado ministerio a ministerio. El plan es bueno; la realidad, p¨¦sima, y el silencio internacional, incomprensible.
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