"Los europeos no decepcionar¨¢n en Afganist¨¢n a su aliado norteamericano"

Dan Hamilton, experto en relaciones transatl¨¢nticas de la Universidad John Hopkins, con sede en Washington, ha visitado Madrid para participar en un seminario organizado por la Fundaci¨®n Alternativas y el Real Instituto Elcano. Hamilton, que trabaj¨® como consejero del Departamento de Estado norteamericano durante la era de Bill Clinton, cree que los pa¨ªses europeos ir¨¢n de la mano de Washington en la nueva estrategia para Afganist¨¢n anunciada por Barack Obama. Hamilton concedi¨® ayer esta entrevista cuando ya se conoc¨ªan detalles del plan, horas antes de la comparecencia televisiva de Obama.

Pregunta. ?Va a poner a prueba las relaciones entre Estados Unidos y la UE el refuerzo de tropas anunciado por Obama?

Respuesta. Afganist¨¢n es una prueba tanto para Estados Unidos como para Europa y nuestras tropas est¨¢n all¨ª por un inter¨¦s com¨²n. La Administraci¨®n norteamericana ha hecho un buen trabajo de informaci¨®n a los pa¨ªses europeos en las ¨²ltimas semanas y a estos no les ha cogido por sorpresa el nuevo plan. Adem¨¢s, no se trata de un mero despliegue de soldados sin m¨¢s condiciones.

P. ?Pero podr¨ªan decepcionar los pa¨ªses europeos a Washington si no despliegan suficientes tropas?

R. No creo que los europeos decepcionen a su aliado norteamericano. Ahora la pregunta que nos hacemos todos es cu¨¢ntas tropas van a aportar los europeos y creo que va a sorprender a muchos hasta qu¨¦ punto est¨¢n dispuestos a contribuir.

P. En Europa preocupa ver c¨®mo el centro de gravedad se traslada poco a poco del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico y muchos creen que el liderazgo del futuro corresponder¨¢ al nuevo G-2: EE UU y China. ?Qu¨¦ puede hacer Europa para no quedarse al margen?

R. No hay nada que impida a Europa desempe?ar un papel importante excepto ella misma. Y EE UU es el principal interesado en una Europa m¨¢s fuerte. La idea de un G-2 chino-americano ha sido alimentada por los medios de comunicaci¨®n, pero no hay sustancia para cre¨¦rsela. M¨¢s all¨¢ de la dependencia econ¨®mica entre ambas no hay ning¨²n otro v¨ªnculo. China no es un aliado militar de Washington ni tampoco una democracia, a diferencia de Europa. El verdadero G-2 es el formado por la UE y EE UU. El reto para el futuro de Europa es una mayor fortalezca en el plano internacional y el desarrollo de una alianza estrat¨¦gica con EE UU.

P. ?Contribuir¨¢ a ello la reforma de las instituciones en la Uni¨®n Europea?

R. La reforma es relevante, pero el Tratado de Lisboa no cambiar¨¢ las cosas por arte de magia. A Estados Unidos le interesa una Europa que hable con una sola voz para hacer frente a los retos del presente. Pero el problema de Europa reside m¨¢s bien en la falta de voluntad pol¨ªtica. Se trata de querer trabajar junto a Estados Unidos en problemas comunes como Afganit¨¢n, la manera de hablar con Rusia o la lucha contra el terrorismo global.

P. La relaci¨®n transatl¨¢ntica fue clave en el mundo de la guerra fr¨ªa, pero ?cu¨¢l es el papel que debe desempe?ar en la nueva era multipolar?

R. Hablamos de mundo multipolar pero los polos no son equidistantes. No hay dos continentes que est¨¦n m¨¢s estrechamente integrados que Europa y Estados Unidos. Nos unen lazos econ¨®micos: la inversi¨®n norteamericana s¨®lo en Espa?a es mayor que en China y la inversi¨®n europea en un Estado como Kentucky es mayor que toda la inversi¨®n de EE UU en China y Jap¨®n juntas, pero tambi¨¦n nuestros lazos culturales son los m¨¢s fuertes. En un mundo en el que emergen nuevos sistemas de valores es importante adherirse a esos valores que compartimos. EE UU y la UE son capaces de formar una coalici¨®n que arrastre a otros pa¨ªses sobre cualquier asunto global. EE UU y China no ser¨ªan capaces de hacer lo mismo.

P. Hay voces dentro de la Uni¨®n Europea que piden a los pa¨ªses europeos una reflexi¨®n sobre su relaci¨®n con EE UU. Dicen que los l¨ªderes europeos contemplan a Estados Unidos de forma idealista e inmadura.

R. Eso no es cierto. Los europeos se dirigen a EE UU por pragmatismo, al igual que lo hace EE UU cuando se dirige a los europeos. Quienes defienden eso quieren que Europa sea un contrapeso de Estados Unidos y no su contraparte. No valoran los problemas que conllevar¨ªa estar enfrentados con EE UU. Si esa es la Europa que quieren construir, Estados Unidos se volver¨¢ en su contra.