Se llama acuerdo, pero es una mera declaraci¨®n de intenciones. Ser¨¢ la base para intentarlo de nuevo en M¨¦xico dentro de un a?o. No hay cifras de reducci¨®n de emisiones, aunque s¨ª las hay de objetivo: limitar el incremento de la temperatura a dos grados cent¨ªgrados como m¨¢ximo. Los expertos aseguran que por este camino no ser¨¢ posible, ni siquiera cumpliendo con estas intenciones. Los pa¨ªses en desarrollo quer¨ªan que el objetivo fuera un grado y medio. Han aparecido en cambio cuantificaciones de la ayuda que las naciones ricas deben suministrar a las m¨¢s pobres para compensarlas por las limitaciones de emisiones: 100.000 millones de d¨®lares al a?o a partir de 2020.
Obama necesitaba un acuerdo muy inconcreto, que le permita obtener del Congreso un mandato para negociar recortes cuantificados. Wen Jiabao quer¨ªa regresar a Pek¨ªn sin ceder ni una pulgada de su soberan¨ªa nacional en cuanto a la inspecci¨®n internacional sobre el cumplimiento de los compromisos de reducci¨®n. Ambos han conseguido lo que quer¨ªan porque han sido ellos, a partir de la iniciativa norteamericana, los que han fabricado el Acuerdo de Copenhague.
A quienes no les gusta hay que recordarles que Clinton firm¨® Tokio, el Congreso lo rechaz¨® y Bush ya ni siquiera se plante¨® la posibilidad de firmar acuerdo alguno, limitado incluso por su profundo escepticismo respecto a la influencia de las emisiones en el clima del planeta. China, a rebufo de la actitud negacionista del Washington conservador, se lo miraba tranquilamente desde la barrera, y ahora en cambio se ha integrado en el proceso.
Quienes creen que Copenhague ha sido un fracaso lamentable y sobre todo se apuntan al catastrofismo deber¨ªan recordar de d¨®nde venimos. Hay siempre una conferencia de retraso, es verdad. Pero Obama ha puesto de nuevo a Estados Unidos en la negociaci¨®n y ha arrastrado a China. Quiz¨¢s contra Bush viv¨ªamos mejor y Naciones Unidas pod¨ªa aprobar bellas resoluciones a las que se adher¨ªan incluso reg¨ªmenes nada ejemplares. Pero el mundo real es el que consigui¨® en Copenhague que se reconozca por primera vez el problema, se decida emprender un camino de reducciones de emisiones y se propongan objetivos de inversiones en los pa¨ªses en desarrollo.
Ciertamente, el mundo que se ha dibujado estos d¨ªas est¨¢ lleno de nubarrones y turbulencias. Juntar a 15.000 personas durante quince d¨ªas para que al final sea la reuni¨®n entre Obama y Wen donde se decida todo debe ser bastante fastidiado para quienes sue?an en un gobierno mundial dirigido parlamentariamente por los representantes de los estados soberanos.
Tambi¨¦n debe ser muy dif¨ªcil de tragar para muchos otros: por ejemplo, nuestros amados l¨ªderes europeos, empezando por Merkel, Sarkozy y Gordon Brown, para los que Obama tuvo atenciones y gestos, que no pudieron ocultar el mayor peso de la reuni¨®n de los emergentes, donde China y Estados Unidos terminaron de trenzar el acuerdo. En ella no hab¨ªa, por no haber, ni un s¨®lo europeo, ni viejo ni nuevo, ni de la Comisi¨®n ni del Consejo. Estaban el indio Singh, el brasile?o Lula, el sudafricano Zuma y naturalmente los dos grandes.
La reuni¨®n de los cinco (los jefes de estado y gobierno m¨¢s algunos asesores, 15 personas en total) a puerta cerrada donde se fragu¨® el acuerdo pasar¨¢ a la historia. Obama y Wen se hab¨ªan citado para una reuni¨®n bilateral, pero el primer ministro chino estaba prolongando su reuni¨®n con los tres emergentes, de forma que Obama irrumpi¨® en la sala y se incorpor¨® a la mesa. En este encuentro del que sabemos muy poca cosa, el negociador chino Xie Henhua, que acompa?aba a Wen, tuvo una intervenci¨®n airada advirtiendo a Obama con el dedo, que no fue traducida por indicaci¨®n del primer ministro.
El propio Wen asumi¨® el protagonismo del encuentro, en paralelo a Obama. No se puede obviar el dinamismo y protagonismo del presidente norteamericano en la recta final de la reuni¨®n para conseguir un texto final con la firma de los principales contaminantes. No todos los presidentes que ha tenido Estados Unidos son capaces de una actuaci¨®n de este tipo. Clinton s¨ª, pero Bush hijo no. Obama se jugaba mucho en este envite, y no pod¨ªa de ninguna manera regresar con las manos vac¨ªas a Washington.
Lo mismo pensaron los representantes de los 183 pa¨ªses que dieron por bueno el acuerdo: la ¨²nica alternativa era el fracaso absoluto, hasta poner en peligro el propio proceso multilateral de reducci¨®n de emisiones. Y s¨®lo cinco pa¨ªses prefer¨ªan cualquier cosa, incluido el fracaso absoluto, antes que regalar algo a Estados Unidos: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba y Sud¨¢n. La lista habla por s¨ª sola
Comentarios
Lluis gracias por ayer y hoy.Completamente de acuerdo, aunque parezca mentira ahora estamos en la realidad.
El gobierno planetario que exista dentro de 50 a?os se reir¨¢ de los acuerdos y situaci¨®n de crisis actual. El problema en esencia es econ¨®mico, cambiar el sistema productivo actual por otro en armon¨ªa con la naturaleza, si tenemos en cuenta que en la crisis econ¨®mica en curso se han gastado cerca de 8 billones de euros entre ayudas directas e indirectas a diferentes sectores podemos darnos cuenta de la gravedad del problema, resulta una tomadura de pelo la propuesta de 100.000 millones al a?o a partir del 2020, cuando se requieren de al menos 200 billones de euros para cambiar la industria dependiente de los combustibles f¨®siles, adem¨¢s de que cada persona invierta en renovar su coche y modifique sus h¨¢bitos de consumo en armon¨ªa con el entorno respetando la naturaleza. As¨ª pues, mientras no se suprima la tiran¨ªa y dictadura del dinero y se disponga del mismo libremente para todos como bien universal, como medio e instrumento de intercambio, no habr¨¢ progreso posible ni soluci¨®n a las causas de la crisis y los problemas impl¨ªcitos con el sistema econ¨®mico que se trata de sostener a costa del sufrimiento de millones de personas.
"Hasta hace muy poco se discut¨ªa sobre el tipo de sociedad en que vivir¨ªamos. Hoy se discute si la sociedad humana sobrevivir¨¢.No se trata de frases dram¨¢ticas. Hay que acostumbrarse a los hechos reales. Lo ¨²ltimo que pueden perder los seres humanos es la esperanza. Con la verdad en la mano, hombres y mujeres de todas las edades, especialmente los j¨®venes, han librado en la Cumbre ejemplar batalla, ofreciendo al mundo una gran lecci¨®n.Lo principal ahora es que se conozca lo m¨¢s posible en Cuba y en el mundo lo ocurrido en Copenhague. La verdad posee una fuerza que supera la inteligencia mediatizada y muchas veces desinformada de quienes tienen en sus manos los destinos del mundo.Si en la capital danesa se logr¨® algo importante, fue que a trav¨¦s de los medios masivos la opini¨®n mundial pudo observar el caos pol¨ªtico creado y el trato humillante a Jefes de Estado y Gobierno, Ministros y miles de representantes de movimientos sociales e instituciones, quienes llenos de ilusiones y esperanzas viajaron a la sede de la Cumbre en Copenhague. La brutal represi¨®n contra manifestantes pac¨ªficos por parte de la fuerza p¨²blica, recordaba la conducta de las tropas de asalto de los nazis que ocuparon la vecina Dinamarca en abril de 1940. Lo que nadie pod¨ªa imaginar es que, el 18 de diciembre del 2009, ¨²ltimo d¨ªa de la Cumbre, esta ser¨ªa suspendida por el gobierno dan¨¦s -aliado de la OTAN y asociado a la carnicer¨ªa de Afganist¨¢n- para entregar la sala principal de la Conferencia al Presidente Obama, donde ¨¦l y un grupo selecto de invitados, 16 en total, tendr¨ªan el derecho exclusivo de hablar..."http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2009/12/20/la-verdad-de-lo-ocurrido-en-la-cumbre/
El problema, como dices, es que llevamos una (o m¨¢s) conferencias de retraso. Ahora era necesario dar un paso m¨¢s. Y nos hemos quedado solo en ese pasito.
Lo que nos est¨¢ quedando claro es que ya no se puede enga?ar f¨¢cilmente... Y no nos enga?emos, mientras la globalizaci¨®n no se vaya rigiendo por los Consejos de sabios, a la Humanidad le esperan vaivenes y curvas...Nadie ha legitimado a los intereses pol¨ªticos y econ¨®micos para que gobiernen el mundo, pues hay otros...Y eso supone que debemos organizar la manera de dirigir nuestro destino, pues el actual modo de direcci¨®n no nos vale.
Fabio Gaz¨¢bal: ya est¨¢n en marcha otras formas de dirigir nuestro destino. Son las que han sufrido una brutal represi¨®n policial en Copenhague! El grado de represi¨®n empleado para excluirlas demuestra la fuerza de esas alternativas. Para hacerlo, no les ha quedado m¨¢s remedio que mostrar al mundo la naturaleza totalitaria del actual r¨¦gimen que gobierna el planeta.Informaci¨®n completa en: http://indymedia.dk/ y en los enlaces all¨ª.Es fundamental estar bien informado!!
Propongo la revoluci¨®n cient¨ªfica, un mundo dirigido por la ciencia y la ¨¦tica.
Por ahora, nos quejamos de lo que somos, clientes de un sistema donde el inter¨¦s personal medra por encima de la comunidad global.
De todos modos, el que esta cumbre haya sucedido es un reconocimiento de los poderes f¨¢cticos e institucionales hacia los que reivindicamos el peligroso descontrol que hay sobre los recursos de la Tierra y las consecuencias que ello acarrea.
Desconocemos el da?o completo que hacemos y por tanto, no sabemos si podremos paliarlo. Es de rigor establecer un control honesto, pues aunque hasta ahora el planeta parezca aguantar y regenerarse, lo cierto es que ya hemos cruzado el umbral de regeneraci¨®n completa. Es decir, la recuperaci¨®n de los recursos ser¨¢ cada vez m¨¢s lenta y de menor cuant¨ªa. Sobre todo en cuanto se refiere a la biomasa, el sustrato principal de nuestras existencias. Lo cual nos lleva considerar una pregunta:
?Es el capitalismo financiero compatible con una econom¨ªa de control de recursos eficiente?
Y si es as¨ª, ?Por cu¨¢nto tiempo?
Y hay alguna diferencia con cualquier otra de las decisiones que se toman y que nos afectan igualmente? ya sean econ¨®micas, cient¨ªficas, normativas, religiosas, morales, gastron¨®micas, m¨¦dicas, farmac¨¦uticas......? Me gustar¨ªa saberlo, yo peronalmente NO las veo.
Si tenemos que esperar que el cambio nos llege desde arriba estamos listos. Hasta que no nos concienciemos de que el consumo no puede seguir como hasta ahora y demandemos menos envases, menos agua, menos calefacci¨®n, menos gasolina, etc...?Por qu¨¦ s¨®lo admiramos a los derrochadores?Esto tiene que cambiar
Estimado Sr. Bassats
Muchas personas supongo se sienten insatisfechas con los resultados de la Cumbre de Copenhague.
Me gustar¨ªa desearle Felices Navidades-
Conoc¨ª su blog hace un a?o cuando estaba atravesando unos momentos dif¨ªciles y acudir reiteradamente desde entonces me ha servido para expresarme y para seguir manteniendo un contacto directo con la vida, a trav¨¦s de sus posts y del acercamiento en general a los medios de comunicaci¨®n.
Un afectuoso saludo
La primera fuente
Celebro, amigo Llu¨ªs, qu¨¦ puedas darle un matiz tan interesante a la desastrosa "cumbre de los corruptos". Pero si han salido huyendo con la cola entre las patas, ni "foto familiar" hubo. Los Chicom despreciaron 3 veces a Obamita mandando representantes de tercera linea a "negociar", lo qu¨¦ le revent¨® el h¨ªgado a Obamita y lo hizo exclamar "Qu¨¦ bello fuera poder negociar con alguien que pudiera tomar decisiones", y Putin ya iba volando mientras Obamita se le hincaba a los Chicoms.Los creyentes de la farsa del calentamiento global deber¨ªan salir a la calle en calzones, y despu¨¦s cuentan sus locuras. Qu¨¦ no hay peor ciego que los que no entienden de termodin¨¢mica (lease los comunistoides calentones globalones.) En cuanto a la globalizaci¨®n del Gobierno, buena suerte, Obama no ser¨¢ reelegido en el 2012, y regresar¨¢ la experiencia, sentido com¨²n, e inteligencia a Washington. Lo que si es seguro es que los sociocomunistas de Usa han dejado un ejemplo de desgobierno que dudo que los reelijan a la Casa Blanca en mucho tiempo.
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