Pi?era se compromete a no deshacer el legado de la Concertaci¨®n chilena
El conservador presidente electo estudia impulsar reformas en el sector financiero
Un pa¨ªs modernizado a pasos agigantados, pero que debe vigilar para no dejar descolgadas a las clases m¨¢s desfavorecidas. Este es el Chile que recibir¨¢ el derechista Sebasti¨¢n Pi?era, quien como empresario ha jugado una parte muy importante en esa modernizaci¨®n, pero que ahora, como presidente, deber¨¢ vigilar que nadie pierda en la carrera.
Algunos ejemplos: Santiago de Chile dispone de una de las redes de transporte combinado m¨¢s eficientes del mundo, el pa¨ªs tiene un sistema de autopistas que es la envidia de la regi¨®n y sus habitantes est¨¢n descubriendo en masa que ya no es necesario pagar ni siquiera con tarjeta de cr¨¦dito; bastan las transacciones por tel¨¦fono m¨®vil. En paralelo, Chile sigue siendo el pa¨ªs del continente con un reparto m¨¢s desigual de la riqueza que se genera (que es mucha), el desempleo existente se ceba en j¨®venes y mujeres y en los alrededores de las grandes urbes siguen existiendo importantes aglomeraciones de infraviviendas, las llamadas poblaciones.
Sin embargo, en conjunto el balance es muy positivo. Por ello, rodeado por miles de sus seguidores en una c¨¦ntrica plaza de Santiago durante la madrugada del domingo, Pi?era agradeci¨® a la Concertaci¨®n, la formaci¨®n de centro-izquierda que ha gobernado el pa¨ªs durante 20 a?os, los logros de su gesti¨®n. Y no es para menos. Chile tiene las cuentas saneadas y ha capeado con nota m¨¢s que alta la crisis mundial. Con este panorama, el principal reto del nuevo presidente chileno estar¨¢ en hacer ligeras modificaciones en una modelo de desarrollo perfectamente demarcado.
Nueva ley de salud sexual
La ¨²ltima l¨ªnea en ese modelo la dibuj¨® el domingo la presidenta saliente Michele Bachelet, quien, despu¨¦s de desayunar con Pi?era en el domicilio de ¨¦ste, se dirigi¨® al Palacio de La Moneda y, rodeada por todo su Gabinete, anunci¨® la promulgaci¨®n de una nueva ley sobre salud sexual, que, entre otras cosas, establece la entrega de la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s en todos los centros p¨²blicos. Un proyecto que Bachelet ha tomado personalmente y que ha tenido una gran resistencia por parte de la derecha que encabeza Pi?era. El ganador de las elecciones, que se ha comprometido a no deshacer lo hecho por la Concertaci¨®n, se encontrar¨¢ ante el dilema de escuchar a los sectores m¨¢s conservadores de su coalici¨®n y empezar su mandato desdici¨¦ndose de su palabra o cumplir su promesa y enfrentarse a quienes le respaldan en el Parlamento.
Ser¨¢, por tanto, en las pol¨ªticas sociales donde Pi?era tendr¨¢ que vencer mayores resistencias y a la vez tendr¨¢ m¨¢s margen para diferenciarse de sus rivales, porque en lo econ¨®mico hay un consenso casi generalizado en el pa¨ªs. Con un crecimiento previsto para 2010 del 3,5%, una tasa de paro en torno al 9% y una inflaci¨®n del -1,4%, Pi?era, un liberal convencido, poco tendr¨¢ que liberalizar una econom¨ªa que ya de por si est¨¢ entre las m¨¢s liberalizadas del mundo. La Concertaci¨®n ya ha dejado marcadas dos fronteras que Pi?era tendr¨¢ muy complicado cruzar: sanidad y educaci¨®n. Pero la vista de Pi?era est¨¢ m¨¢s puesta en los sectores empresariales y financieros, donde ya ha experimentado con ¨¦xito aut¨¦nticas revoluciones en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Fue ¨¦l quien apost¨® por la introducci¨®n en Chile de la utilizaci¨®n de tarjetas de cr¨¦dito en un momento en que, dada la situaci¨®n econ¨®mica, parec¨ªa una locura.
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