"Cada d¨ªa vienen madres para dejar a sus hijos. Pero no puedo acogerlos"
La directora de un orfanato de Puerto Pr¨ªncipe se queja de que no tiene medios para atender a los chiquillos tras la cat¨¢strofe
Una madre de 45 a?os lleg¨® llorando el mi¨¦rcoles con una ni?a de tres a?os al orfanato de Le Coeur de Marie (El Coraz¨®n de Mar¨ªa), en la capital de Hait¨ª. El terremoto mat¨® a sus hijos de ocho y diez a?os, acab¨® tambi¨¦n con su marido y destruy¨® su casa. S¨®lo le quedan unos parientes en la ciudad de Jacmel. Pero no dispone de dinero para el autob¨²s, ni para comer ni para alimentar a la ni?a. Y sobre todo, no tiene ganas de seguir luchando. S¨®lo quer¨ªa dejar all¨ª a su hija. La directora del centro, Rubina Arianne, la consol¨® como pudo. Pero le dijo que desde la tarde del terremoto, los 26 ni?os que ve¨ªa all¨ª viven a la intemperie. El orfanato qued¨® en ruinas, como pod¨ªa apreciar, un ni?o muri¨® el martes de la cat¨¢strofe y ya no ten¨ªa dinero ni para alimentos ni agua.
"Gracias a que hay unos americanos que son propietarios de otro orfanato en Hait¨ª y ellos s¨ª que han recibido ayuda internacional. As¨ª que me han dado algo de la suya y con eso nos vamos arreglando. Pero nadie ha venido siquiera a ofrecernos ni agua ni una tienda de campa?a", se?ala la directora.
La madre se fue llorando, tal como vino. Y la ni?a, detr¨¢s. En el Coraz¨®n de Mar¨ªa, entre el polvo, el humo, las moscas y los cascotes, se quedaron los otros 26 menores. De momento, sin nadie que haya llamado para adoptarlos. Al menos cinco de ellos no sobrepasan el a?o de edad. La mayor¨ªa son menores de cuatro a?os. Y el mayor tiene diez. Hablan cr¨®eles, la lengua mayoritaria entre los m¨¢s pobres. El poco franc¨¦s que balbucean lo aprendieron de la televisi¨®n.
La suciedad en el orfanato es llamativa incluso para los est¨¢ndares de Hait¨ª, seg¨²n algunos visitantes haitianos. Una pelota iba y ven¨ªa de la tierra a la boca de un ni?o, el humo quem¨¢ndose en una estufa de carb¨®n llegaba directamente a los pulmones de algunos cr¨ªos, mientras de vez en cuando la directora se asomaba a un parquecito con cuatro ni?os de apenas meses para espantarles las moscas con un trapo. A ra¨ªz del terremoto no dejan de llegar madres para dejar all¨ª a sus hijos. Al menos seis lo han intentado en siete d¨ªas. "Y ha habido dos o tres que se han acercado para ver si los hijos que hab¨ªan dejado segu¨ªan con vida. Siempre son las madres las que vienen, los padres nunca", comenta la directora. "Los padres, como si estuvieran muertos".
"A partir de los 14 a?os los padres de las familias pobres presionan a sus hijas para que vayan busc¨¢ndose la vida", a?ade una secretaria que conoce el centro. "Las j¨®venes se buscan un novio y creen que qued¨¢ndose embarazadas lograr¨¢n mantener al hombre a su lado. Pero yo les digo a mis amigas que, a menudo, ocurre precisamente lo contrario. Que el hombre huye en cuanto se ve con la carga de un hijo. Y entonces es cuando las mujeres terminan dejando a sus ni?os en los orfanatos".
La directora (rubinarianne@yahoo.fr) se encarga de los tr¨¢mites cada vez que alguna familia europea pretende adoptar a un menor. Suelen ser gente de Francia, B¨¦lgica, Alemania y Austria. "Ellos se ponen en contacto conmigo y yo me encargo de todo el papeleo con los abogados y el ministerio de Bienestar Social. A los padres adoptivos toda la operaci¨®n les suele salir por unos siete mil euros. El tiempo medio que se tarda en tramitarla es de 18 meses. Pero imagino que ahora, con el terremoto, ese plazo se intentar¨¢ acortar. Solemos trabajar, sobre todo, con gente de Francia. Pero desde el terremoto no nos ha llamado ning¨²n franc¨¦s. Toda la ayuda, venga de donde venga, ser¨¢ bien recibida".
Consulta toda la informaci¨®n de la cat¨¢strofe en el Especial de EL PA?S.
Espa?a veta las adopciones internacionales ante cat¨¢strofes
Un terremoto arrasa un pa¨ªs y se lleva a los padres de miles de ni?os. Los orfanatos haitianos no dan abasto y varios pa¨ªses han hecho llamamientos para que sus ciudadanos adopten a peque?os hu¨¦rfanos sin hogar. Pero en Espa?a, la legislaci¨®n no lo permite. Proh¨ªbe, expresamente, las adopciones internacionales en caso de cat¨¢strofe natural.
Tras los disturbios de 2004, Espa?a prohibi¨® las adopciones en el pa¨ªs caribe?o. Con la reforma, en 2007, de la ley, algunas competencias pasaron a las comunidades aut¨®nomas. Catalu?a o Murcia volvieron a permitirlas, pero de nuevo una cat¨¢strofe ech¨® por tierra la voluntad de las familias de dar un hogar a hu¨¦rfanos haitianos. En 2008, con el desastre provocado por el hurac¨¢n Ike, volvieron a cortarse.
Algunas de las adopciones que comenzaron a tramitarse en 2007 est¨¢n a¨²n pendientes. El Ministerio de Exteriores ha anunciado que acelerar¨¢ los tr¨¢mites para que los siete ni?os a quienes solo faltaba el pasaporte est¨¦n pronto en Espa?a. Sin embargo, no pueden realizarse m¨¢s.
No ocurre lo mismo en el caso de las acogidas. Como medida temporal, est¨¢n permitidas, ya que no suponen un cambio de filiaci¨®n de los ni?os (cambio de padres) ni de nacionalidad. La adopci¨®n se convierte as¨ª en una posibilidad tras varios a?os de acogida por parte de los tutores.
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