China reclama su papel de superpotencia
Pek¨ªn exige en la conferencia de M¨²nich protagonismo en el nuevo orden mundial
China ha cruzado el Rubic¨®n y la suerte de un nuevo mundo bipolar parece echada. Tras dos d¨¦cadas de poderoso crecimiento econ¨®mico en la sombra y de pol¨ªtica exterior de bajo perfil, Pek¨ªn se considera madura para sumarse a Washington en el papel de superpotencia y reclama ser escuchada a escala global. "Somos un quinto de la humanidad. Lo digo humildemente, pero creo que China merece ser escuchada sobre c¨®mo el mundo debe ser dirigido. De una manera u otra". As¨ª ha cerrado Yang Jiechi, ministro de Asuntos Exteriores de Pek¨ªn, la intervenci¨®n con la que inaugur¨® la 46 Conferencia de Seguridad de M¨²nich y traz¨® las l¨ªneas clave de una pol¨ªtica exterior cada vez m¨¢s segura de s¨ª misma -a veces conflictiva-, amplia y capaz de cambiar equilibrios.
En un discurso muy diplom¨¢tico y en gran parte prudente, algunas frases dejaron vislumbrar el sentir y las intenciones de Pek¨ªn acerca de los equilibrios mundiales. "Muchas naciones miran a China como a una fuerza de paz, estabilidad y prosperidad. China se esforzar¨¢ para una mejora de los mecanismos de cooperaci¨®n internacional que permita que tanto las naciones desarrolladas como aquellas en v¨ªas de desarrollo extraigan beneficios de las decisiones", ha afirmado el canciller ante la notable platea de M¨²nich, una suerte de foro de Davos en materia de seguridad que re¨²ne este a?o a unos 50 ministros de Defensa y Exteriores.
Otras sonaron sibilinas. "No se trata de que una o dos naciones decidan el futuro del mundo", ha considerado el ministro, ante un p¨²blico repleto de altos representantes de Occidente. ?Protestaba contra el statu quo del pasado o lanzaba una promesa de futuro? Sea como fuere, los analistas reunidos en M¨²nich coinciden abrumadoramente en que la rompedora emersi¨®n de Pek¨ªn a la superficie pol¨ªtica internacional dibuja la perspectiva de un mundo cada vez m¨¢s dependiente de la voluntad y de la relaci¨®n entre China y EE UU.
Al respecto, Jiechi mantuvo firme el pulso con Washington en todos los asuntos que agitan la relaci¨®n bilateral. No cedi¨® un mil¨ªmetro ante la presi¨®n para avalar sanciones a Ir¨¢n, abog¨® por ulterior di¨¢logo con Corea del Norte, reivindic¨® la legitimidad de la dura reacci¨®n china ante la venta de armamento estadounidense a Taiw¨¢n y del veto a cualquier acuerdo vinculante y significativo en materia de cambio clim¨¢tico. Jiechi lleg¨® a definir de "indignante" la venta de armas, de un valor de m¨¢s de 6.000 millones de d¨®lares, que calific¨® de "violaci¨®n del c¨®digo de conducta estipulado entre las dos naciones", en referencia a un acuerdo de la era de Reagan.
China vs. Occidente
Taiw¨¢n es s¨®lo el ¨²ltimo de una serie de vigorosas fricciones, desde la presencia de Google en China, hasta la disputa sobre tipo de cambio del yuan y los incidentes en aguas del mar de China del Sur, cerca de la isla de Hainan. En todas, Pek¨ªn ha mantenido un tono m¨¢s duro que en el pasado.
La reflexi¨®n sobre las causas de la evoluci¨®n de la actitud china en la escena internacional ha monopolizado hoy la atenci¨®n en las salas del hotel Bayerischer Hof, sede de la conferencia. La lectura mayoritaria apunta a dos directrices complementarias: en primer lugar, la sensaci¨®n de fortaleza de Pek¨ªn por haber salido indemne de la crisis econ¨®mica, frente a las dificultades de Occidente y de Estados Unidos, cuyo margen de maniobra ser¨¢ muy reducido en los pr¨®ximos a?os por el disparado d¨¦ficit. En segundo lugar, la tentaci¨®n de un r¨¦gimen siempre deseoso de apuntalar su control sobre la sociedad, de cabalgar la ola nacionalista para convencer a los conciudadanos de la fortaleza del sistema.
Jiechi aclar¨® parcialmente la inc¨®gnita. "China se siente m¨¢s fuerte", ha reconocido, en un intercambio de opiniones posterior al discurso. "Tenemos mucho que aprender de otros pa¨ªses, pero estamos orgullosos de lo que estamos logrando. Hemos sacado a unos 300 millones de ciudadanos de la pobreza, una poblaci¨®n equivalente a la de EE UU. A¨²n as¨ª, nos queda mucho recorrido por hacer", ha argumentado el ministro. El PIB estadounidense sigue siendo el triple del chino, y su poder¨ªo militar no est¨¢ a¨²n en discusi¨®n, sobre todo en el plano cualitativo.
Pero China ya ha alcanzado el umbral cr¨ªtico -de recursos y psicol¨®gico- para ser un actor determinante, con capacidad de arrastre y bloqueo. As¨ª, la reiteraci¨®n de la voluntad de di¨¢logo con Ir¨¢n representa una p¨¦sima noticia para Washington, que intenta impulsar una nueva ronda de sanciones en el Consejo de Seguridad.. "Creemos que Ir¨¢n no ha cerrado totalmente la puerta a un acuerdo en materia nuclear y es importante seguir en las negociaciones", ha zanjado el representante de Pek¨ªn, que cuenta con poder de veto en la ONU.
Algunas omisiones tambi¨¦n parecieron significativas: Jiechi ofreci¨® pleno respaldo al esfuerzo de reconstrucci¨®n del Gobierno afgano. Hamid Karzai, presente en la sala, cosech¨® el apoyo. No hubo ninguna menci¨®n a la operaci¨®n internacional en el pa¨ªs asi¨¢tico.
Pek¨ªn empuja, quiz¨¢ con mayor rapidez de lo que se esperaba, para que se termine el atardecer sobre un mundo con un solo or¨¢culo, como el configurado desde el derrumbe de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Si no es ya as¨ª, pronto habr¨¢ otra voz que quiere ser y ser¨¢ imprescindible.
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