La Iglesia cat¨®lica cubana pide cambios cuanto antes
El cardenal Ortega pide la libertad de los presos pol¨ªticos
La Iglesia Cat¨®lica cubana ha irrumpido con fuerza en el debate sobre los cambios en la isla. Lo ha hecho advirtiendo al Gobierno de Ra¨²l Castro que el pa¨ªs se encuentra en una encrucijada fatal y que urge realizar transformaciones estructurales cuanto antes.
Seg¨²n el m¨¢ximo dignatario de la Iglesia cat¨®lica cubana, el cardenal Jaime Ortega, existe un "consenso nacional" sobre la necesidad de que los cambios se imponen, "y su aplazamiento produce impaciencia y malestar del pueblo". "Muchos hablan del socialismo y sus limitaciones, algunos proponen un socialismo reformado, otros se refieren a cambios concretos que hay que hacer, a dejar atr¨¢s el viejo Estado burocr¨¢tico de tipo estalinista". "Pero hay", asegura Ortega, "un denominador com¨²n fundamental: que se hagan en Cuba los cambios necesarios con prontitud para remediar esta situaci¨®n".
La revista cat¨®lica Palabra Nueva public¨® el lunes una entrevista con Ortega, en momentos en que las voces dentro del sistema que piden cambios suenan cada vez m¨¢s alto. Ortega constata esta realidad y se pronuncia a favor de que las autoridades atiendan lo que es un reclamo un¨¢nime de la sociedad. Adem¨¢s, critica la actitud de las autoridades hacia las denominadas Damas de Blanco y reclama la liberaci¨®n de los prisioneros de conciencia .
"Resultan penosos los actos de repudio hacia las madres y esposas de varios presos", afirma el arzobispo de La Habana, que se pronuncia por la excarcelaci¨®n de "todos" los presos pol¨ªticos, "no s¨®lo los enfermos". Menciona a los presos en Cuba, pero tambi¨¦n a los "cinco cubanos presos en Estados Unidos", acusados de infiltrarse en los grupos anticastristas y de espionaje, que La Habana considera h¨¦roes.
Una de cal y otra de arena. Del mismo modo, considera deplorable la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata despu¨¦s de 85 d¨ªas en huelga de hambre, pero tambi¨¦n lamenta que el suceso haya "dado lugar a una guerra verbal de los medios de comunicaci¨®n de Estados Unidos, Espa?a y otros". "Esta fuerte campa?a medi¨¢tica contribuye a exacerbar a¨²n m¨¢s la crisis", asegura, inclin¨¢ndose por la tesis de que esta "forma de violencia medi¨¢tica" solo favorece a los que nadan como pez en el agua en el escenario de la confrontaci¨®n.
La Iglesia, dice, no puede "sumarse simplemente a una de las dos partes enfrentadas, con prop¨®sitos pol¨ªticos de desestabilizaci¨®n de un lado, y con el consecuente atrincheramiento defensivo de otro". "Lo que nos corresponde (...) es invitar a todos a la cordura y a la sensatez para que se pacifiquen los ¨¢nimos". M¨¢s claro, el agua.
Tambi¨¦n se refiri¨® al viejo diferendo Cuba-EE UU y abog¨® por la templanza. A su juicio, es necesario poner fin al "c¨ªrculo cr¨ªtico" en que se mueven las relaciones bilaterales en estos momentos. Varias veces Ra¨²l Castro ha ofrecido di¨¢logo a EE UU, y lo mismo hizo Barack Obama durante su campa?a electoral. "Sin embargo, despu¨¦s de llegar al poder, el nuevo presidente norteamericano ha repetido el viejo esquema de gobiernos anteriores: si Cuba hace cambios en materia de derechos humanos, entonces los Estados Unidos levantar¨ªan el bloqueo y se abrir¨ªan espacios para un di¨¢logo ulterior". Seg¨²n Ortega, ha prevalecido la "antigua pol¨ªtica" de "comenzar por el final". Y lo primero, receta, debe ser "el di¨¢logo".
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