"Los Kirchner ser¨¢n una mancha en la historia"
El dirigente peronista Francisco Narv¨¢ez acab¨® en 2009 con la hegemon¨ªa de los Kirchner en Buenos Aires
Francisco de Narv¨¢ez (Bogot¨¢, 1953) derrot¨® al ex presidente N¨¦stor Kirchner en las legislativas de la provincia de Buenos Aires de junio pasado. Esta batalla entre peronistas es su principal baza y el punto de partida de una etapa de su carrera pol¨ªtica que pretende -aunque De Narv¨¢ez no lo reconoce abiertamente- acabar en la Casa Rosada. La victoria sobre Kirchner tras siete a?os de hegemon¨ªa en el poder y, sobre todo, en la regi¨®n del pa¨ªs que concentra el 40% del censo nacional, ha puesto al pol¨ªtico y empresario -el diario Clar¨ªn le atribuye una fortuna de casi 400 millones de euros- en todas las quinielas para la carrera presidencial del pr¨®ximo a?o.
"No es un a?o electoral y hablar de ello es prematuro. No dejo de tener aspiraciones en la provincia [como gobernador] y no descarto ser parte de una f¨®rmula nacional. Eso s¨ª, siempre dentro del peronismo. Soy partidario de celebrar primarias dentro del partido para elegir al candidato", explica el diputado bonaerense durante una visita a Madrid.
"El peronismo tiene una vocaci¨®n de poder natural"
Como todo pol¨ªtico en ascenso conserva el atractivo de la novedad y goza del beneficio de la duda. "Vine a decir que quiero darle un rumbo y devolverle la normalidad a Argentina. Hacerla previsible y capaz de generar desarrollo social, no s¨®lo crecimiento. En la Argentina moderna se tiene que cumplir la ley, se debe apostar por la educaci¨®n, la innovaci¨®n y la fuerza de trabajo. Tiene que ser respetado en el mundo porque respeta. Le he dicho a los empresarios que no los quiero como rehenes, y tambi¨¦n que la obligaci¨®n de un Gobierno de velar por los intereses de los argentinos no tiene que ser incompatible con la apertura a la inversi¨®n privada".
De Narv¨¢ez reconoce que la escena pol¨ªtica argentina es desastrosa. Profundamente dividida y sin credibilidad, hay decenas de pol¨ªticos que cada d¨ªa cambian de bando como de ropa interior -no hay m¨¢s que observar las votaciones en el Congreso-. Se puede ser kirchnerista o antikirchnerista en minutos. Dentro del peronismo hay media docena de corrientes en permanente acomodo y, en la oposici¨®n, se tejen y destejen microalianzas que acaban por descolocar al observador m¨¢s enterado. Lo cierto es que N¨¦stor Kirchner es, hoy por hoy, el ¨²nico al que se le atribuye una firme vocaci¨®n para las generales de 2011. Ello, a pesar de que la pareja presidencial apenas goza del 15% de popularidad en grandes urbes como Buenos Aires o Rosario.
Nada de Frepaso
Hay varios dirigentes, entre ellos el ex presidente peronista Eduardo Duhalde y el ex ministro de la Uni¨®n C¨ªvica Radical (rival hist¨®rico del peronismo) Rodolfo Terragno, que han forjado una especie de alianza para construir un pa¨ªs a largo plazo, un proyecto que toma como modelo las trayectorias de Chile, Brasil o Uruguay, que mantienen un rumbo al margen del color que gobierne. "Juntos pero no revueltos", dice De Narv¨¢ez. "Nada de coaliciones para gobernar, nada de un Frepaso [alianza de partidos que llev¨® a la presidencia al radical Fernando de la R¨²a de 1999 hasta la crisis de 2001]. Tampoco hay que hacer un frente exclusivo contra los Kirchner. Yo estoy a favor de Argentina, y el kirchnerismo ser¨¢ recordado como una mancha en nuestra historia. Queremos superar ese episodio. El problema no es ganarle a Kirchner, ya demostr¨¦ que se le puede ganar, el problema es gobernar Argentina", explica.
El peronismo es actualmente el ¨²nico movimiento que tiene un aparato potente como para catapultar a un candidato hacia la presidencia. El problema es que esa candidatura parece tener varios novios: los ex presidentes Kircher y Eduardo Duhalde, el propio De Narv¨¢ez y el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Sol¨¢. Al parecer, el ex gobernador de Santa Fe y ex piloto de f¨®rmula 1 Carlos Reutemann ha desistido. Algunos quieren dirimir la cuesti¨®n con elecciones primarias, y otros, temerosos de posibles zancadillas de los Kirchner, prefieren jug¨¢rsela como independientes. Fuera del peronismo, el caos es mayor. Es dif¨ªcil a estas alturas apostar por una candidatura, sea de derechas o de izquierdas, completamente ajena a la ¨®rbita del partido de Per¨®n.
Presidente, como seleccionador
De Narv¨¢ez es fuerte en Buenos Aires y ya ha comenzado a proyectar su imagen en la capital argentina y en las provincias. "El peronismo tiene una vocaci¨®n de poder natural y seguramente se alinear¨¢ detr¨¢s de quien pueda ofrecer una conducci¨®n clara. Al peronismo se lo conduce, no se lo mandonea. Hay una enorme necesidad del partido de ser conducido y de abrir un debate constructivo. Lo que vamos a hacer en este a?o y el pr¨®ximo es afianzarnos en Buenos Aires pero tambi¨¦n caminar el pa¨ªs y salir al mundo. Yo planteo un pa¨ªs federal con una distribuci¨®n equitativa de los recursos. El Estado tiene que recuperar la iniciativa para crear zonas de desarrollo en todo el pa¨ªs para que las familias no est¨¦n obligadas a emigrar a Buenos Aires para so?ar con un porvenir".
Al escuchar a De Narv¨¢ez hablar de su proyecto pol¨ªtico es f¨¢cil percibir que este va m¨¢s all¨¢ de una diputaci¨®n o una gobernaci¨®n provincial. ?Le gustar¨ªa ser presidente? "Nunca voy a negarlo, es como si un argentino no quisiera ser el t¨¦cnico de la selecci¨®n de f¨²tbol". Pero el pol¨ªtico tiene un obst¨¢culo: la Constituci¨®n argentina establece que el presidente sea nacido en el territorio. De Narv¨¢ez -de padre colombiano y madre argentina- prepara un recurso para que se le reconozca su derecho como ciudadano argentino. "Los tratados internacionales, como el de San Jos¨¦ de Costa Rica, proh¨ªben la discriminaci¨®n por el lugar de nacimiento. Y en la Corte Suprema argentina ya hay jurisprudencia sobre casos en los que los tratados han prevalecido sobre la Constituci¨®n. Por otra parte, la doctrina jur¨ªdica moderna tiende a dar m¨¢s derechos que a recortarlos", explica.
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