Siete ni?os y una profesora mueren en otro ataque en una guarder¨ªa de China
La alarma social aumenta tras una oleada de incidentes de este tipo en las ¨²ltimas semanas
Un hombre de 48 a?os ha matado hoy a siete ni?os y una profesora con un cuchillo en una guarder¨ªa privada en el noroeste de China y luego se ha suicidado, en el ¨²ltimo de una ola de ataques en centros escolares que ha desatado la alarma social en el pa¨ªs. El incidente se ha producido hacia las ocho de la ma?ana, hora local (dos de la madrugada en la Espa?a peninsular), en la ciudad de Hanzhong, una zona rural de la provincia de Shaanxi.
Wu Huanmin ha atacado a ni?os y profesores con un cuchillo de carnicero, seg¨²n el comunicado del gobierno local, y ha matado a cinco ni?os, dos ni?as y una profesora llamada Wu Hongying. Otros 12 ni?os y un adulto han resultado heridos, aunque la agencia estatal china Xinhua inform¨® con anterioridad de 20. Dos de los menores hospitalizados se encuentran en estado grave.
El homicida regres¨® a su casa despu¨¦s de los asesinatos y se suicid¨®, se?ala el comunicado oficial, que a?ade que se desconocen los motivos del ataque.
Desde finales de marzo, se han producido otros cinco ataques de este tipo en distintas regiones chinas, que han causado 17 muertos y unos 80 heridos. Los expertos temen que se est¨¦ produciendo un efecto de imitaci¨®n, que han desatado el miedo y la indignaci¨®n entre los padres, en un pa¨ªs en el que muchas familias tienen s¨®lo un hijo por la pol¨ªtica estatal de control de natalidad.
La reciente ola de ataques contra ni?os ha provocado estupor y alarma en este pa¨ªs donde el ¨ªndice de criminalidad ha sido relativamente bajo en el pasado comparado con su enorme poblaci¨®n.
Intelectuales y observadores pol¨ªticos apuntan como causa a la falta de v¨¢lvulas de escape para la ira acumulada por algunos ciudadanos en una sociedad estrictamente controlada por el Partido Comunista Chino y a la carencia de un sistema adecuado para tratar a personas con enfermedades mentales. Seg¨²n un estudio del a?o pasado, 173 millones de adultos en China padecen alg¨²n tipo de problema mental, el 91% de los cuales nunca ha recibido ayuda profesional.
Frustraci¨®n y problemas mentales
Algunos analistas creen que el r¨¢pido desarrollo que ha vivido China en la dos ¨²ltimas d¨¦cadas, las tremendas desigualdades sociales, la p¨¦rdida de valores y la creaci¨®n de una sociedad donde lo ¨²nico que importa es el ¨¦xito basado en el dinero se han convertido en un caldo de cultivo de frustraciones, envidias y rencillas.
Adem¨¢s, muchos ciudadanos que se enfrentan a la corrupci¨®n de sus gobiernos locales y abusos de poder y viajan a Pek¨ªn en un intento de solucionar sus problemas son a menudo golpeados, encarcelados y devueltos a sus provincias por la polic¨ªa. Faltos de salidas a sus demandas, pueden optar por dirigir su rabia contra ni?os, conscientes del efecto social que producir¨¢n sus asesinatos en un pa¨ªs donde a la mayor¨ªa de las familias en las zonas urbanas s¨®lo se les permite tener un hijo; dos en las zonas rurales si el primero es ni?a.
Aunque la cobertura de los ¨²ltimos casos de violencia por los medios de comunicaci¨®n oficiales ha sido inicialmente r¨¢pida, el seguimiento de las noticias ha sido limitado y controlado estrictamente despu¨¦s. Los ataques han sido presentados como incidentes aislados sin una posible explicaci¨®n m¨¢s amplia. Por un lado, probablemente, para disminuir el efecto mim¨¦tico que pueden producir en otros potenciales asesinos, y, por otro, para evitar que la poblaci¨®n pueda cuestionar las declaraciones oficiales del Gobierno de que China es una sociedad "armoniosa".
"Personas mentalmente inestables, o con sentimientos de odio hacia la sociedad pueden pensar que esta es la forma de vengarse, o de conseguir sus exigencias", opina Yang Dongping, experto en educaci¨®n en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Pek¨ªn.
Despu¨¦s de las ¨®rdenes del presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, algunos colegios han aumentado las medidas de seguridad en las ¨²ltimas semanas, aunque no est¨¢ claro si es el caso del centro de Shaanxi. La polic¨ªa ha prometido identificar a las personas que puedan representar una amenaza para los ni?os.
Pero este ¨²ltimo ataque aumentar¨¢ la presi¨®n social sobre el Partido Comunista, que ha hecho de la mano dura contra el crimen uno de los pilares de su autoridad.
Esta ola de asaltos comenz¨® el 23 de marzo pasado, cuando un m¨¦dico de 42 a?os mat¨® a ocho ni?os en un colegio de primaria en la provincia de Fujian (costa este de China). Tras un juicio r¨¢pido, el autor fue ejecutado el pasado 28 de abril.
Ese mismo d¨ªa, un profesor apu?al¨® a 16 ni?os y a otro maestro en la provincia de Guangdong (sur). Al d¨ªa siguiente, 29 ni?os y tres adultos resultaron heridos en una guarder¨ªa en la provincial de Jiangsu (este). Un d¨ªa despu¨¦s, un hombre armado con un martillo hiri¨® a cinco ni?os y un profesor en la provincia de Shandong (este), tras lo cual se roci¨® con gasolina y se prendi¨® fuego con dos ni?os en brazos. Los profesores consiguieron rescatar a los ni?os, mientras que el atacante muri¨®.
Antes de estos tres ataques consecutivos, el 13 de abril, otro asaltante, armado con un cuchillo de cocina, atac¨® a ni?os y adultos en una escuela de Sichuan (suroeste), causando la muerte de un menor de edad y una mujer e hiriendo a otros tres estudiantes.
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